La actividad económica creció un 1,5% desestacionalizado en julio y continúa al alza de acuerdo al último informe del Indicador Mensual de Actividad Económica (IMAE) elaborado por el Banco Central del Uruguay (BCU) para dicho mes, el cual se publica el último día hábil de cada mes, con un rezago de 60 días.
La actividad económica creció 1,5% desestacionalizado en julio
El IMAE elaborado por el Banco Central del Uruguay registró una variación interanual del 4,3% frente al mismo período de 2023.
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La actividad económica retomó el sendero positivo en agosto
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La actividad económica creció un 2% desestacionalizado en el primer semestre
La actividad económica volvió a crecer.
Del boletín técnico se desprende que el IMAE registró una variación interanual del 4,3% frente al mismo período de 2023, y una del 0,1% en tendencia-ciclo en el mes de julio.
El economista Aldo Lema aseguró a través de su cuenta de X que el rebote del IMAE era "previsible" y que fue "impactado positivamente" por "el efecto calendario de más días hábiles".
La actividad económica retomó el sendero positivo
La actividad económica se incrementó en un 0,1% en agosto, de acuerdo a los datos del Índice Líder de Ceres (ILC), luego de mantenerse estable en julio y poner fin a una racha de nueve meses consecutivos al alza.
El ILC, desarrollado por el Centro de Estudios de la Realidad Económica y Social (Ceres) y actúa como un indicador adelantado del nivel de actividad, en el cual se destacó la importancia del efecto rebote tras un año marcado por la sequía y el impulso del consumo local.
Desde Ceres precisaron que, a pesar del regreso a tasas positivas, es necesario esperar a las próximas mediciones para comprobar si hay nuevamente una tendencia alcista.
El Índice de Difusión (ID), que muestra la proporción de los componentes que crecieron en el mes, fue del 55% el mes pasado, lo que equivale a decir que más de la mitad de las variables crecieron.
En ese sentido, el ILC recogió un incremento en aquellos sectores afectados en 2023 por los efectos de una sequía histórica y el abaratamiento relativo de Argentina por la diferencia cambiaria que motivó compras en el país vecino.
En contrapartida, el rebote tras un año malo y el aumento en las exportaciones de celulosa, que pasó de 135 a 294 millones de dólares, impulsaron el indicador al alza, así como el aumento sostenido de la masa salarial, por un mayor número de empleados y una suba del salario real, que impulsó el consumo local.
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