La demanda laboral se desacelera, de la mano del enfriamiento del clima de negocios

Las oportunidades de empleo no registraron el esperable "rebote" tras la baja estacional de abril, y ya muestran signos de menor crecimiento.

La demanda laboral se desacelera de la mano de las expectativas de enfriamiento de la actividad económica.

El crecimiento de la demanda laboral comienza a desacelerarse, de la mano de un escenario internacional cargado de tensión e incertidumbre, pero también de una coyuntura empresarial de cautela ante el clima de negocios que se “enfría”.

Las primeras señales de dudas en el sector empresarial ante el complejo contexto nacional e intencional comienzan a observarse a nivel de empleo: según el último Monitor Laboral de Advice, el mercado laboral muestra signos de desaceleración, y la demanda en mayo no repuntó tras la baja estacional de abril, como hubiera sido de esperar.

“Sin rebote”, indicó el informe, que registró durante el mes pasado un total de 6.941 ofertas de empleo publicadas en los portales y medios de búsqueda laboral relevados. El dato que enciende las alarmas es que la cifra es muy similar a la de abril, cuando fueron 6.888 y que representó un descenso, aunque relacionado con la estacionalidad asociada a la Semana de Turismo.

“Era esperable que en mayo hubiera un repunte más contundente de la demanda, hecho que no se constató”, apuntó la consultora de recursos humanos. Las oportunidades de empleo se mantuvieron “prácticamente estables”, con una variación de apenas el 0,8%.

En la comparación interanual, en tanto, la demanda laboral creció un 16%, mientras que el acumulado anual hasta el 31 de mayo mostró un aumento del 27% en relación con el registro enero-mayo de 2024.

La demanda laboral creció solo un 0,8% en mayo respecto de abril, que tuvo una baja estacional.

“No obstante, el balance del segundo trimestre va a mostrar un resultado igual o ligeramente inferior al de primer trimestre, reduciendo el margen de ventaja con respecto a 2024 y marcando un cambio en la dirección de la tendencia de crecimiento registrada hasta ahora”, consideró el Monitor de Advice.

Los datos son contundentes: mientras que los primeros tres meses del año tuvo un crecimiento de la demanda laboral a la par del dinamismo de la actividad económica —asociado a una gran temporada turística de verano—, alcanzando una expansión interanual del 29,4%; los datos del segundo trimestre convergen hacia un crecimiento interanual del 25%.

Eso se resume en que, si bien la demanda de empleo sigue creciendo frente a 2024, el comportamiento observado apunta a una desaceleración, en línea con la expectativa respecto de la economía a nivel nacional en el segundo semestre, no solo de los empresarios sino también del mismo Banco Central del Uruguay (BCU).

La desaceleración de la demanda laboral, en línea con la cautela empresarial

La desaceleración de la demanda laboral no es casual: va de la mano con un “enfriamiento” del clima de negocios a nivel local, debido a la incertidumbre que rige globalmente pero también al empeoramiento de las condiciones económicas nacionales.

En ese sentido, los pronósticos para el segundo semestre coinciden de forma generalizada en una desaceleración del crecimiento económico; los cuales repercuten en una mayor cautela empresarial que, a su vez, muestra sus primeras señales evidentes en la menor contratación.

De hecho, ya a principios de mayo —aunque el estudio relevó respuestas entre el 25 de marzo y el 23 de abril— se observaba el pesimismo creciente entre los empresarios: un informe de la consultora Exante registró que solo el 7% de los 300 empresarios consultados estimó que la economía crecerá el próximo año y que apenas el 5% proyectó una mejora en el clima de negocios. Se trató de la primera vez desde el período 2018-2019 que ambos indicadores quedan con saldo neto negativo.

El panorama internacional solo profundiza las dificultades inherentes del contexto local, agregando incertidumbre y efectos externos negativos para el desarrollo de la actividad económica en el país.