El Banco Central del Uruguay (BCU) indicó cuáles son los principales riesgos que enfrenta la economía de cara a los próximos meses, incluyendo cuestiones a nivel internacional y regional, pero también factores vinculados al ámbito doméstico.
Los cinco riesgos que enfrenta la economía de cara al futuro
El Banco Central del Uruguay dio a conocer cuáles son las señales de alarma a monitorear en su Informe de Política Monetaria.
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En su Informe de Política Monetaria (IPoM) sobre el tercer trimestre, publicado este martes tras la reunión del Copom del pasado 8 de octubre, las autoridades del BCU aludieron a cuestiones locales como la definición de las elecciones en el balotaje y una posible alteración de las expectativas de inflación.
Además, en el escenario internacional, pusieron la lupa en lo que pueda ocurrir con los países de la región, sobre todo Argentina y Brasil, pero también con los conflictos geopolíticos a nivel global y el avance de las principales economías.
Las elecciones juegan su rol
En el IPoM, las autoridades destacaron que el ciclo electoral supone siempre “un aumento típico de la incertidumbre”, que puede afectar tanto a la actividad económica, como a los niveles de inflación y a las expectativas.
En ese sentido, destacaron que la no aprobación del plebiscito de la seguridad social que impulsó el PIT-CNT supuso una contención a la escalada de ese riesgo, de manera que resta definir al próximo presidente entre Yamandú Orsi y Álvaro Delgado.
La inflación y sus expectativas
Al mismo tiempo, el BCU puso el foco en la posibilidad de un desalineamiento de las expectativas de inflación de los agentes económicos con respecto al rango meta, en el cual el indicador se sitúa hace 16 meses de manera consecutiva.
Sin embargo, consideraron que ese es un riesgo a priori menor, ya que las proyecciones tienen un descenso sostenido, con siete trimestres a la baja, en sintonía con el IPC, mientras que se consolidó la moderación salarial en las últimas rondas. No obstante, advirtieron que las previsiones siguen lejos del centro del 4,5% deseado por el gobierno.
La situación de la región
La entidad que conduce Washington Ribeiro asoció como el riesgo más elevado (amarillo-naranja) a la situación macro-financiera de la región, al hablar de la persistencia de “desequilibrios macroeconómicos”, junto con “una elevada incertidumbre económica y política”.
En ese tono, consideraron que “supone un riesgo con probabilidad de materialización alta e impacto medio sobre el PIB de Uruguay” y, entre las consecuencias, manifestaron que podría “dificultar el crecimiento, desencadenar la salida de capitales y la estabilidad financiera y cambiaria”.
Con respecto a Argentina, mencionaron que presenta “evoluciones divergentes entre el contexto monetario financiero y la economía real”, mientras que sobre Brasil apuntaron que se advierte “un mayor dinamismo”, aunque el banco central de ese país interrumpió su ciclo de recorte de tasas.
Las principales economías mundiales y los conflictos geopolíticos
A nivel global, uno de los frentes que mayor preocupación genera es el incremento de los conflictos geopolíticos, principalmente la agudización del conflicto en Medio Oriente y la invasión de Rusia a Ucrania, que podrían incrementar el precio de los commodities y el valor de los combustibles.
Al mismo tiempo, el BCU llamó a seguir de cerca el ritmo de salida de la fase contractiva de la política monetaria de los países desarrollados, en momentos donde la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) inició un ciclo de descenso de las tasas de interés, mientras la Unión Europea avanza en su recuperación.
En cambio, un signo de alarma llega desde China, debido a las dificultades para sostener el dinamismo de su economía. La crisis del sector inmobiliario y el bajo crecimiento del gigante asiático podrían provocar efectos recesivos a nivel mundial y una caída de los precios de productos uruguayos de exportación.
De evolucionar en forma negativa, cualquiera de estos episodios del frente internacional podría generar un impacto doméstico, ya sea por una mayor volatilidad, una suba del dólar e incluso el incremento del riesgo país, planteó el informe.
Los efectos vinculados al cambio climático
Otra cuestión a tener en cuenta son las vulnerabilidades producidas por los efectos del cambio climático, principalmente en lo asociado a los riesgos físicos, como el aumento de frecuencia y gravedad de eventos climáticos.
De este último ítem fue testigo el país, con la peor sequía del siglo entre 2022 y 2023, que afectó al sector agropecuario e incluso produjo la crisis del agua, así como las intensas lluvias, que derivaron en inundaciones y afectaron a algunos cultivos.
Vale recordar que la seca caló hondo en la economía, provocando pérdidas por al menos 1.883 millones en la actividad del agro, mientras que a mediados de año las inundaciones tuvieron su impacto especialmente en la ganadería.
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