Los libertarios uruguayos ya tienen partido, ¿tendrán también su propio Javier Milei?

La influencia del presidente de Argentina crece y los analistas evalúan si algún dirigente local impulsará las mismas ideas en los comicios.

Los analistas admiten que la influencia de Javier Milei crece a nivel regional, pero no ven un líder similar en Uruguay en el corto plazo.

Javier Milei irrumpió en la escena política de Argentina de forma meteórica y, tras sus primeros días como presidente, logró posicionar los ojos de buena parte del mundo en su gestión, al punto que inspiró la creación del Partido Libertario del Uruguay(PLU), de manera que cabe preguntarse: ¿puede haber un fenómeno similar en el país?

A pesar de la habilitación del PLU para competir en las elecciones 2024 y el visto bueno de algunos sectores e incluso dirigentes políticos hacia las ideas de Milei, los analistas coinciden en que será difícil que una figura de ese estilo emerja en la campaña electoral local.

El presidente del Centro de Estudios para el Desarrollo (CED), Hernán Bonilla, fue más lejos y expresó en diálogo con Ámbito que candidatos tan radicales “son ajenos a la política uruguaya” e, incluso, admitió que no ve “una gran demanda en el electorado”, a pesar de lo cual se manifestó a favor de “que haya ideas liberales sobre la mesa en la campaña”.

En contraposición, el politólogo Mauro Casa, se mostró en contra del “paradigma de excepcionalidad en la política uruguaya”, al recordar que “los estilos e ideas políticas viajan desde que el mundo es mundo”. Si bien reconoció la capacidad de Javier Milei para “imponer el tema de discusión”, anticipó que no habrá un dirigente que emule esas ideas en las elecciones 2024.

El Partido Libertario del Uruguay está habilitado para las elecciones 2024.

No hay espacio en la actualidad para un Javier Milei uruguayo

El fundador del CED se refirió a un eventual desembarco de un dirigente libertario para las elecciones de este año y sentenció: “No veo espacio para que emerja una figura del estilo ni las propuestas de Milei o que se asemeje ni en las formas ni en el fondo”.

Bonilla señaló que “eso responde a una lógica más uruguaya”, al destacar que “los principales partidos son partidos establecidos". "El Partido Nacional y el Partido Colorado tienen más de 180 años de vida y más de 50 el Frente Amplio”, recordó y los calificó como “de base amplia, que evita que se radicalicen”.

“No veo candidatos de ese estilo y con la radicalidad de eliminar el Banco Central, dolarizar o salir con la motosierra. Eso es ajeno a la cultura política uruguaya. Al menos hasta ahora”, resumió el profesor de Economía y Sociedad Uruguaya en la Universidad ORT.

A su vez, consideró que esa propuesta tampoco calaría hondo en la sociedad. “No veo en el electorado uruguayo una demanda por candidatos de ese estilo. Podría tener un nicho, pero no una gran demanda”, observó.

A pesar de esto, Bonilla apuntó que “probablemente Uruguay necesitaría que en la campaña haya ideas liberales sobre la mesa”, para luego concluir: “Necesitamos avanzar notoriamente en términos de libertad económica y sería bueno que existieran propuestas de ese estilo”.

Foto: AFP

Cuestionamiento a "la excepcionalidad en la política uruguaya"

Mauro Casa, magíster en London School of Economics del Reino Unido, prefirió analizar el fenómeno con otra óptica y no descartar un fenómeno similar en el Uruguay, aunque advirtió que no es algo probable en el corto plazo. “Tiendo a desconfiar un poco del paradigma de excepcionalidad en la política uruguaya, de que los procesos de inestabilidad, radicalización o polarización tienden a no suceder o lo hacen de manera más amortiguada por las instituciones y la cultura política”, confió el politólogo.

Según Casa, “a veces los analistas pecamos de soberbios de pensar que esas cosas no van a pasar porque somos diferentes”, al recalcar que “los estilos e ideas políticas viajan desde que el mundo es mundo, como ha pasado con el socialismo y el comunismo en el siglo XX, los autoritarismos en América Latina, las dictaduras en los años 60 y 70 e incluso a fines del siglo XX y principios del XXI tuvimos una ola de gobiernos de izquierda, centroizquierda o populares con políticas similares”.

Puntualmente sobre la figura de Javier Milei, recordó que “hubo en la última década una fuerte potencia de ciertos discursos de extrema derecha o neopopulismos radicales, con puntos cúlmine como Donald Trump en 2016 y Jair Bolsonaro en 2018”.

“En ese contexto de reverdecer de nuevas derechas, el de Milei es un caso paradigmático porque Argentina no es un país menor, sino de mayor relevancia mundial por economía, envergadura y significancia cultural y política”. "Ha logrado que ciertas ideas que eran muy marginales a nivel político, académico y social, pasaran a ser razonables de un momento a otro y cuando lográs imponer el tema de discusión, ganaste la mitad. Es un enorme logro”, destacó.

¿Puede influir Milei en la política uruguaya?

Casa indicó que “Milei copa la agenda de Argentina y parte de Uruguay”, pero no ve un volantazo a corto plazo. “Eso no se va a convertir en una propuesta de un partido político o una candidatura libertaria para las elecciones 2024 ”, observó y comparó: “Se está formando un Partido Libertario, pero no le veo mayores posibilidades de entrar al Parlamento y mucho menos disputar la presidencia”.

Por otra parte, condicionó esa posibilidad al éxito o fracaso del presidente argentino: “Hay que ver cómo se desarrolla su gobierno porque si empieza a lograr éxito, sobre todo para combatir la crisis económica, va a haber quien mire con otros ojos y otro respeto esa experiencia”.

En ese caso, consideró que “puede generar una inspiración en políticos de la derecha o centroderecha uruguaya, como el Partido Nacional, el Partido Colorado o Cabildo Abierto, que tomen algunas ideas de Milei”. No obstante, comparó las situaciones y sostuvo que “Uruguay no está viviendo una crisis y en momentos de relativa tranquilidad, no es el caldo de cultivo más propicio para que aparezcan outsiders”.