La Confianza del Consumidor es un indicador clave para las economías, en particular porque anticipa las decisiones de inversión y consumo, determinantes de la actividad. En todas las principales economías se mide con un índice que tiene tres componentes: la percepción sobre la situación personal, la percepción sobre la situación del país y la predisposición a comprar bienes durables.
Mejora la confianza del consumidor y se mantiene en zona de "moderado optimismo"
El Índice que elaboran la Universidad Católica y Equipos sigue debajo de su nivel de un año atrás.
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La recaudación creció un 3,9% real en el primer semestre de la mano del consumo y la renta
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La facturación en comercios creció un 6% en el primer semestre

El Índice de Confianza del Consumidor aumentó un 0,5% respecto a abril.
El lector se podrá preguntar por qué esta combinación. Lo que se busca, de manera sencilla y efectiva, es llegar al cerno de la confianza del individuo encuestado, incluso para compensar sesgos: por ejemplo, si el individuo dice que percibe una mala situación de la economía, eso tiene que ser coherente con su predisposición a comprar bienes.
En Uruguay, el Índice de Confianza del Consumidor lo elaboran la UCU Business School (Universidad Católica del Uruguay) y Equipos Consultores. En el dato de junio, divulgado en las últimas horas, el índice (que va de 0 a 100) se ubicó en 53,4 puntos, manteniéndose en zona de “moderado optimismo”. El indicador subió 0,5 puntos respecto al dato de abril, pero está 2,5 puntos debajo de su nivel de un año atrás.
En el bimestre hubo un retroceso en la percepción de la situación personal, que cayó casi dos puntos, pero subieron casi 2 puntos la percepción sobre la situación del país y la predisposición a comprar bienes durables. En comparación con la situación de un año atrás, los tres componentes están por debajo, principalmente la percepción sobre la situación del país, que está 5 puntos por detrás del anterior.
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