La agencia calificadora Moody’s alertó sobre el impacto económico que puede tener el fenómeno meteorológico de El Niño en América Latina, cuyo efecto en Uruguay será decisivo para las posibilidades del agro, tras atravesar la peor sequía del siglo.
Moody's alertó por el impacto económico de El Niño en América Latina: ¿afectará a Uruguay?
El fenómeno meteorológico puede generar efectos negativos a corto y largo plazo, aunque se sentirá más en algunos países.
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Las pérdidas por la sequía ya se estiman en u$s 2.000 M
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En el reporte del Servicio de Inversionistas, Moody’s advirtió que “los gobiernos, las empresas y la infraestructura de América Latina están más restringidos financieramente” que cuando enfrentaron a El Niño en 2016. Para la agencia, que meses atrás subió la calificación crediticia del país, “la mayoría sorteará el impacto climático sin experimentar un estrés crediticio importante” e incluso estimó que “algunos se beneficiarán del fenómeno”.
De acuerdo al informe, “años de bajo crecimiento, acumulación de deuda, mayores costos de interés y crecientes riesgos políticos dejan a los gobiernos, las empresas vinculadas a los recursos naturales y de infraestructura con menos solidez financiera para hacer frente a posibles daños físicos e interrupciones operativas”.
Con respecto al impacto a corto plazo en el crecimiento del PIB, desde la agencia señalaron que “estará sujeto a su gravedad”. A la vez, los efectos a largo plazo “dependerán de los daños a carreteras, escuelas y hospitales”.
Para Moody`s, El Niño plantea dos riesgos particulares para los gobiernos. Por un lado, demanda de gasto en estímulo y reconstrucción de infraestructura. Por otro, el aumento de los costos de endeudamiento si el incremento de los precios de los alimentos retrasa o ralentiza la flexibilización de la política monetaria.
La evaluación de los daños por sector
Puntualmente entre los sectores empresariales, consideró que el fenómeno climático “afectará más a las industrias de recursos naturales de América del Sur” y analizó: “El predominio de América Latina en los mercados agrícolas y mineros globales significa que cualquier perturbación de la oferta interna influirá inevitablemente en los precios mundiales de las materias primas”.
Con respecto a este impacto, desde el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) estiman que las pérdidas por la sequía podrían llegar a los 2.000 millones de dólares, según las estimaciones de la cartera, que invirtió al menos 37 millones de dólares en políticas de apoyo a productores.
Para la agencia calificadora, “las interrupciones de los cultivos en Brasil pueden incrementar los precios de los alimentos, mientras que lluvias más fuertes en Argentina tienen el potencial de impulsar la producción”, al poner el foco en el panorama global. Además, el reporte alertó que “los precios de la energía serán menos predecibles en las regiones que dependen principalmente de la energía renovable, lo que plantea riesgos para las empresas de servicios públicos que carecen de contratos de protección”.
Finalmente, Moody`s señaló que si fuera un fenómeno intenso, “comprometería la capacidad de pago de préstamos bancarios contraídos por los sectores de agricultura, ganadería, pesca y minería”.
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