Proyecto Arazatí: Robert Bouvier defendió el accionar del Ministerio de Ambiente

El ministro de Ambiente aseguró que el nivel técnico del informe "no es cuestionable".

Robert Bouvier, ministro de Ambiente.

Medios Públicos

El jefe de la cartera de Ambiente, Robert Bouvier, defendió el mecanismo que el ministerio esta llevando a cabo respecto al Proyecto Arazatí frente a las críticas recibidas por sectores ambientalistas.

En rueda de prensa el ministro afirmó que se actuó "de forma responsable" y con un nivel técnico "que no es cuestionable". El jerarca remarcó que el equipo técnico que se encuentra elaborando el informe viene del gobierno anterior.

Por otro lado, aseguró que los tiempos dispuestos "son los que manifiestan la normativa" y que el análisis del proyecto no tiene un plazo determinado.

"Hay que cumplir las etapas que corresponden, hemos sido totalmente participativos, así que me parece que los cuestionamientos no son de recibo", remarcó el jerarca.

La postura en contra del proyecto Neptuno

Durante la audiencia pública para evaluar el proyecto Neptuno, María Selva Ortiz, integrante de la Red Amigos de la Tierra, afirmó que “Arazatí va a dar el agua que tomamos en la crisis hídrica”, con la diferencia de que el agua del Río de la Plata “subía 50 kilómetros sobre el río Santa Lucía”. Por ello, tendrán “los mismos problemas de salinidad y de trihalometanos”.

En esa línea, la activista señaló que el proyecto va a “bajar el estándar de calidad de agua” y que “un privado en 17 años se va a llevar 500 millones de dólares de ganancia” que lo pagarán “todos los uruguayos”.

Asimismo, recordó que, en 2004, la ciudadanía se pronunció a favor de la reforma constitucional que otorgó al Estado la responsabilidad exclusiva de la gestión del agua y del saneamiento. Además, la organización sostiene que el proyecto contraviene la Constitución: “Exigimos a este gobierno respetar la Constitución, la voluntad popular, y la última reforma constitucional que se hizo en el país”, insistió Ortiz, y apuntó que el proyecto Arazatí “tiene un gran consenso de discordancia” y que sólo “lo defienden” la empresa privada, OSE y el Ministerio de Ambiente.