Buenos Aires y sus barrios ofrecen todo tipo de opciones gastronómicas para diferentes comensales en la gran variedad gastronómica que ofrece la ciudad.
Recorrida por Buenos Aires: los mejores restaurantes barrio por barrio
Guía de espacios gastronómicos repartidos en algunas de las más lindas zonas de la Ciudad de Buenos Aires.
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El restaurante de Palermo que reinterpreta la pasta con brasas y sabor ahumado
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¿Cuáles son los mejores restaurantes peruanos de Buenos Aires?
Una recorrida por los restaurants de los barrios porteños.
CABALLITO: RONCONCON
En Caballito, Ronconcon invita a un recorrido por los sabores de Latinoamérica desde una antigua casona en la calle Beauchef. Su carta breve y pensada para compartir combina recetas de Venezuela, Colombia, México y Perú con una impronta casera y productos de pequeños productores, incluyendo opciones vegetarianas y sin gluten.
Entre sus platos destacan la arepa con bondiola braseada, barbacoa de tamarindo, hinojo, chicharrón, coleslaw y cilantro; el ceviche de pesca blanca con leche de tigre de ají amarillo, maíz chuspillo, mango verde, cilantro, cebolla morada, jalapeños y chips; los tacos de entraña marinada, chuleta ahumada, frijoles, salsa macha, chicharrón, cebolla morada, cilantro y lima; o el aguachile de uva y ciruela, trigo sarraceno, cebolla encurtida, huacatay, eneldo, tajín casero y casabe.
La coctelería, a cargo del bartender y propietario Emilio Bruno, suma protagonismo con bebidas inspiradas en ingredientes típicos de la región. De lunes a viernes de 19 a 20:30 h y sábados de 16 a 20 h suman un happy hour con cócteles llamativos y vinos por copa, para acompañar con bocados de la carta, todo a precio especial. Los fines de semana, la propuesta se completa con un nuevo brunch, para aprovechar desde las 12 h. La ambientación refuerza el espíritu caribeño con murales coloridos, mobiliario en madera y música que va del latin jazz al folclore popular.
Dirección: Beauchef 527, Caballito.
SAAVEDRA: DEL RÍO CANTINA
En el corazón de Saavedra, a escasos metros del parque homónimo, Del Río Cantina se distingue como un espacio que celebra la esencia de las cantinas tradicionales con una marcada impronta italiana. Su propuesta gastronómica, que fusiona lo popular con un cuidado excepcional, ofrece una experiencia reconfortante y llena de sabor, realzada por una ambientación que evoca la calidez de un hogar.
La carta comprende una variada selección de entradas bodegoneras, entre las que sobresalen las croquetas de hongos, el provolone a la milanesa, coliflor y brócoli en tempura y una exquisita berenjena a la parmesana. En el apartado de Minutas, brillan clásicos como la afamada suprema Maryland o el bife de chorizo a caballo. La oferta se completa con una diversidad de pastas caseras para todos los gustos y postres, como mousse de chocolate y tiramisú, que ponen el broche de oro.
Dirección: Av. García del Río 2957, Saavedra.
VILLA DEVOTO: NEKO
En Villa Devoto, Neko desembarcó hace unos meses con una exclusiva barra de sushi que amalgama técnica nikkei e ingredientes premium. La carta exhibe bocados como vieyras flambeadas con manteca de pisco, ají amarillo y orégano, gyozas rellenas de lomo con alioli de ajo negro, así como tiraditos y ceviches creativos.
Entre las piezas de sushi destacan los nigiris de pesca del día y opciones más audaces, como el de wagyu flambeado con abura, gotas de lima y chalaca; handrolls y noritacos, como la variedad Anticuchero, que combina langostino flambeado en anticuchera, salsa rocoto, lima y palta. Entre los postres sobresale la torta tres leches elaborada con bizcocho japonés. Al mediodía, Neko ofrece sets a precio especial para probar un mix de la casa y un menú veggie.
El diseño del local fusiona la arquitectura clásica de los templos japoneses con toques contemporáneos, materiales nobles y detalles artesanales. Una imponente puerta circular funciona como portal al universo Neko, mientras que la barra curva, revestida en mármol, se convierte en el centro de la experiencia y permite la interacción directa con los cocineros. El salón cuenta con tres mesas para dos personas, consolidando un espacio íntimo y cercano. La propuesta de bebidas incluye Té Dilmah, mocktails, cerveza Minga y vinos por copa. Además, cuentan con servicio de delivery.
Dirección: Mercedes 3940, Villa Devoto.
RECOLETA: CANTINA RECOLETA
Cantina Recoleta propone una experiencia que une la esencia de las cantinas porteñas con una mirada moderna, en un espacio donde la calidez, el diseño y la buena cocina se combinan naturalmente. Con pisos de damero blanco y negro, mesas de madera, sillones de cuero en tonos cálidos y una terraza con vista a la Av. Santa Fe iluminada por luces suaves, el lugar invita a disfrutar tanto de un almuerzo distendido como de una cena entre amigos.
Su cocina, guiada por un imponente horno a leña, da vida a platos que reinterpretan los clásicos con un toque actual, como el osobuco con polenta cremosa, el risotto de calabaza con queso azul, las pizzas a la piedra o las pastas gratinadas. Para acompañar, la carta ofrece cócteles clásicos como el Aperol Spritz, vermouth con Triolet de cortesía y una cuidada selección de vinos que incluye su propia etiqueta: el Cantina Malbec by Famiglia Banno.
Dirección: Av. Santa Fe 1430, Recoleta.
PUERTO RETIRO: ÁNCORA
Áncora, la nueva propuesta del Grupo Aldo’s junto a Almarena Meliá en Puerto Retiro, ofrece desde desayunos hasta cenas que revalorizan la tradición rioplatense con técnicas modernas, en un ambiente de aires portuarios.
Su carta incluye pappardelle con estofado, revuelto gramajo, ojo de bife, chivito uruguayo y postres clásicos, todo presentado de manera artesanal y pensado para maridar con una cuidada selección de vinos por copa curada por Aldo Graziani. Ubicado en Pasaje Pedro Zanni, a pasos del Almarena Puerto Retiro, Áncora se posiciona como un nuevo punto de encuentro gastronómico en la zona.
Dirección: Comodoro Pedro Zanni 351, Puerto Retiro.
VILLA LURO: PUCHERO
En el apacible y residencial barrio de Villa Luro, Puchero se alza en una esquina emblemática frente a la Plaza Los Andes, donde el verde, las veredas amplias y la calma barrial dialogan con el pulso moderno de la ciudad. Este entorno, de calles arboladas y vida vecinal, otorga al restaurante un marco ideal para su propuesta: una cantina contemporánea que reinterpreta la tradición porteña con calidez y estilo. Su fachada luminosa y su arquitectura de líneas limpias lo convierten en un punto de referencia en la zona, atrayendo tanto a vecinos como a visitantes de otros barrios.
En su interior, se respira un aire familiar y relajado, pero con la elegancia de los espacios bien pensados: luz natural, detalles de diseño y una atmósfera acogedora. Puchero invita a disfrutar sin prisa, a redescubrir los sabores de siempre en un contexto actual. Allí se come de todo —desde un guiso casero hasta una paella o un risotto—, siempre con excelencia, buen servicio y ese espíritu porteño que honra la historia del barrio.
Dirección: Av. Rivadavia 10300, Villa Luro.
COSTANERA NORTE: RIBS AL RÍO
Para quienes visitan Buenos Aires y buscan una experiencia distinta a la clásica parrilla argentina, Ribs al Río ofrece una parada imperdible. Este smokehouse de estilo texano lleva la cultura del ahumado a otro nivel, con carnes cocidas lentamente durante horas con leña de quebracho y espinillo, una técnica que realza el sabor y la textura de cada corte. Su local original, en Costanera Norte, es un verdadero refugio frente al Río de la Plata.
Rodeado de verde y con terrazas con climatización frío/ calor, permite disfrutar del aire libre durante todo el año, con vistas abiertas y una atmósfera relajada. De día es ideal para almorzar bajo el sol y, al atardecer, se convierte en uno de los lugares más agradables para ver caer la tarde con una cerveza o un cóctel en mano. En la carta, los protagonistas son las ribs con smoke ring —ahumadas durante más de ocho horas—, los sándwiches de brisket o roast beef desmechado, los tacos de cerdo o veggies y la reciente incorporación: la milanesa de bife de chorizo ahumado con Mac & Cheese cremoso.
Para acompañar, las infaltables papas crinkle, que se convirtieron en un sello de la marca por su textura y su sazonado único. Ribs al Río también tiene presencia en el Barrio Chino de Belgrano; en el Paseo de la Infanta y Bocha Polo en Palermo y en Canning, cada uno con su propio entorno, pero fieles a la misma esencia: fuego, humo, buena comida y un ambiente distendido donde se celebra el sabor compartido. Una propuesta que combina lo mejor del espíritu texano con la hospitalidad porteña.
Direcciones: Av. Rafael Obligado 7010, Costanera Norte; Av. del Libertador 3883, Paseo de la Infanta, Palermo; Monroe 1850, Barrio Chino, Belgrano; Av. del Libertador 4096, Bocha Polo, Palermo; Mariano Castex 2885, Canning.
PARQUE CHACABUCO: MONDONGO & COLIFLOR
En Parque Chacabuco, Mondongo & Coliflor revive la esencia de las viejas cantinas porteñas con una propuesta que combina sabores hogareños, porciones abundantes y precios accesibles. Instalado en un local con más de cien años de historia gastronómica en el barrio, este proyecto elabora cada uno de sus platos dentro del propio local —desde las pastas hasta las conservas y escabeches—, reafirmando el valor del trabajo artesanal.
En su carta conviven clásicos argentinos como empanadas, guiso de mondongo, milanesas de la abuela, su popular tortilla de papas y cortes de carne argentina a la parrilla, en un ambiente que recupera la estética bodegonera de los barrios de antaño. En esta esquina de Del Barco Centenera y Saraza, la calidez del espíritu culinario porteño dice presente en cada una de sus creaciones, que cautiva tanto a los vecinos locales como a los turistas curiosos.
Dirección: Del Barco Centenera 1698, Parque Chacabuco.
PUERTO MADERO: CIRO
Ubicado frente al río, Ciro invita a disfrutar una experiencia gastronómica con sello italiano en pleno Puerto Madero. Su propuesta, pensada para cualquier momento del día, combina elaboraciones artesanales, porciones generosas y un entorno inigualable con vista al agua.
Esta cafetería y restaurante de impronta italiana destaca por su imponente brunch –también disponible en versión 100% keto–, ideal para compartir en pareja, con amigas o en familia, que incluye copas de espumante de bienvenida y diferentes preparaciones dulces y saladas. Este spot es ideal para detenerse en pleno paseo por este icónico barrio porteño y degustar frescos sándwiches de focaccia rellena, gelato italiano, porciones de torta XL, café de especialidad, principales abundantes, cocktails clásicos y más.
Direcciones: Pierina Dealessi 1350, Puerto Madero.
COLEGIALES: OSTENDE
En el creciente polo gastronómico de Colegiales, Ostende se presenta como un encantador espacio que rinde homenaje a los bodegones costeros de los años setenta y reivindica la nostalgia, tanto en su ambientación como en su propuesta culinaria, que rescata clásicos. Su carta invita a un viaje de sabores tradicionales —y algunas reversiones— con entradas imperdibles, ideales para compartir, como las clásicas rabas y los mejillones a la provenzal con papas fritas.
Los platos principales, pensados para disfrutar en compañía, incluyen milanesas a la napolitana o a la nugazzeta, pastas caseras, arroces y carnes con diversas cocciones, muchas de ellas inspiradas en las entrañables recetas de abuelas. Para culminar la experiencia, los postres también revisitan clásicos, con opciones como el tiramisú, flanes y panqueques de manzana. Todo esto se complementa con una vermutería que ofrece creaciones propias y clásicos vintage, y una cuidada selección de vinos que maridan a la perfección con los sabores caseros.
Dirección: Virrey Loreto 3303, Colegiales.
BELGRANO: LA PAROLACCIA
La Parolaccia es un clásico dentro de la escena gastronómica local. Su cocina italiana y mediterránea brinda un recorrido por los sabores tradicionales de la península. En el barrio de Belgrano, sus dos locales sobre la Avenida del Libertador se consolidan como una parada recomendada para quienes buscan probar pastas artesanales elaboradas con ingredientes premium y recetas de familia.
Entre sus opciones se encuentran los clásicos spaghetti al frutti di mare, sorrentinos Gran Caruso y gnocchi soufflé La Parolaccia. Cabe destacar que cuentan con el menú Parolacho, que incluye entrada, principal, postre y bebida por un precio fijo de $45 000. Esta posibilidad está vigente todos los días de la semana y también ofrece un aperitivo de bienvenida, agua o gaseosa por persona, vino D.V. Catena de 750 ml cada dos personas, café o té con petits fours y copa de limoncello. Un espacio ideal para disfrutar una comida italiana en un entorno que combina historia, sabor y tradición.
Direcciones: Av. del Libertador 5823, Belgrano; Av. del Libertador 5836, Belgrano.
MONSERRAT: LILIANA HELUENI
Muy cerca de la Avenida de Mayo y la emblemática Avenida 9 de Julio, en Monserrat, el centro porteño esconde una perlita tradicional de la cocina árabe sefaradí: Liliana Helueni, un restaurante reconocido en la zona por los vecinos y trabajadores, atendido por su dueña que da nombre al lugar, y su hija Mariel.
Con creaciones para take away o para consumir en el salón, la propuesta comienza con entradas típicas, claves para entrar calor con este tipo de comida, como lahmayin abiertos, boios de queso y verdura, falafel, knishes y dips de hummus o baba ganoush. La carta es extensa y hay variedad para descubrir y elegir, entre los platos de olla, como pollo persa, pastrón al horno, yabrak de parra rellenos con carne y arroz, y sándwich de falafel con hummus y tabule.
Cada plato es de elaboración propia, con materia prima de calidad e ingredientes frescos. Para el cierre cuentan con café turco o té de menta y también ofrecen varias opciones dulces, como mamul de nuez, mini strudel y baklava, entre otros ítems. En el salón predomina una decoración sencilla y destellos de bodegón árabe, con una atención hospitalaria y amable de sus dueñas y equipo, que siempre invita a regresar.
Dirección: Santiago del Estero 244, Monserrat.
RETIRO: CHOCHO SUSHI
En Retiro, Chocho Sushi propone una experiencia de sushi de autor que combina técnica, frescura y cercanía en un espacio diseñado para disfrutar la cocina en primera persona. Con una barra que alberga sólo doce comensales, el restaurante ofrece un entorno cálido y descontracturado donde los chefs —y también dueños— Santiago López Fresco y Gabriel Giadanes preparan en vivo cada pieza, guiando a los clientes a través de un recorrido gastronómico que cambia cada día según la pesca fresca seleccionada en el Barrio Chino porteño.
La propuesta gira en torno al omakase, con platos que incluyen nigiris, sashimis, rolls, tiraditos y piezas ahumadas, entre los que sobresalen el besugo ahumado —flambeado con aceite de trufa y terminado con ralladura de lima y furikake— y los tiraditos de pesca blanca con mayonesa de ají amarillo y la distintiva salsa magic. La carta de vinos boutique, curada por la sommelier Carla Boraccio, reúne etiquetas de pequeños productores, además de cócteles clásicos y limonadas frescas.
Dirección: Carlos Pellegrini 1179, Retiro.













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