La sequía extrema que afecta a todo Uruguay impacta fuertemente en los cultivos, particularmente en el trigo y el maíz, al punto de generar una situación dramática que se verá reflejada en los resultados diezmados de las próximas zafras, y que afecta también los precios en los mercados.
Situación dramática en los cultivos por la sequía
Muchas plantaciones están muriendo por la falta de agua, y otras tantas son abiertas para que el ganado se alimente. Los precios se mantienen neutrales.
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La sequía sigue generando daños en el sector frutihortícola
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La recaudación alcanzó una suba anual del 2,4% con el aporte del IVA
Respecto de los precios, la semana tuvo dos comportamientos: inició a la baja y terminó en suba, por lo que el balance es relativamente neutral, según informó Blasina y Asociados. Lo cierto es que el agravamiento de la sequía en Argentina y Uruguay, con el condimento extra de la ola de calor, hizo retomar el impulso de la soja que el miércoles había marcado sus menores precios desde enero a partir de las pocas compras de China en Estados Unidos y por el peso de la buena cosecha de Brasil.
Los precios tuvieron leves correcciones a la baja en soja, sobre 540 dólares por tonelada, en tanto el precio del maíz sube sobre los 320 dólares a levantar de chacra. El trigo sigue sin variantes, sobre los 290 dólares por tonelada.
Más allá de esto, en el país el panorama es dramático por el déficit hídrico, y los cultivos que no mueren están siendo picados, enfardados y hasta abiertos a que el ganado coma lo que pueda frente al escenario de escasez de alimento.
Esto impacta en que habrá una gran reducción del área de cosecha y los rendimientos difícilmente cubran los costos. En particular en el caso del maíz, esto tendrá repercusiones fuertes sobre la ganadería y la lechería al generar un fuerte aumento de costos de producción. El habitual abastecedor de maíz de Uruguay, Argentina, también va en una situación de caída libre en el estado de los cultivos y tendrá un muy escaso saldo exportable.
La situación del sector frutihortícola
El déficit hídrico sigue generando daños en las producciones locales, y el rubro frutihortícola es uno de los más afectados por la falta de agua. En ese contexto, el emprendimiento familiar de peras y manzanas de la familia Beitón Verde, ubicado en el paraje rural Las Violetas, en la cercanía de Canelones, es uno de los tantos que se verán fuertemente golpeados al momento de la zafra. En este caso, estiman que habrán rescatado la mitad de la pera y apenas el 30% de la manzana que habitualmente producen en el año.
Asimismo, el calibre de la fruta que logre salvarse será menor.
En un año normal, la producción de pera es de 10.000 kilos, mientras que la de manzana es de 100.000 kilos, ambas con importantes calibres. Sin embargo, este año se lograron solo 5.000 kilos de peras y se esperan 30.000 kilos de manzanas de menor tamaño.
Este es solo un ejemplo de los daños que la sequía está causando en las granjas. El estrés hídrico y calórico persiste, afectando directamente la producción, y el primer signo visible es el menor tamaño de las frutas y hortalizas, así como detalles como aberturas o marcas en pieles y cáscaras.
Esto puede llegar a hacer que los consumidores no elijan los productos afectados a nivel visual —mas no así en su calidad nutricional y sabor—, por lo que los productores alertaron de la situación y pidieron que los ejemplares distintos también sean comprados para, así, contribuir con un sector duramente golpeado por la sequía y las pérdidas generadas por ella.
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