27 de noviembre 2024 - 12:23

Los desafíos de Argentina y el palpable cambio en el clima de negocios

Jorge Strapasson, de Henkel Argentina; Juan Pablo Trujillo, de TecPlata; y Michael Meding, de Los Azules, participaron del tercer panel de la Cita de CEOs de Ámbito Debate.

Jorge Strapasson,de Henkel Argentina; Juan PabloTrujillo, de TecPlata; y Michael Meding, de Los Azules, participaron del tercer panel  de la Cita de CEOs, moderado por Sebastián Penelli.

Jorge Strapasson,de Henkel Argentina; Juan Pablo Trujillo, de TecPlata; y Michael Meding, de Los Azules, participaron del tercer panel  de la Cita de CEOs, moderado por Sebastián Penelli.

Jorge Strapasson, presidente de Henkel Argentina; Juan Pablo Trujillo, CEO de TecPlata; y Michael Meding, CEO de Los Azules y vicepresidente de McEwen Copper, formaron parte del tercer panel de la Cita de CEOs de Ámbito Debate.

En la charla, moderada por el editor de Ámbito y de Energy Report, Sebastián Penelli, Trujillo se refirió a TecPlata como “la terminal de contenedores más moderna que tiene la costa este del Atlántico en Sudamérica” y resaltó que “cuenta con una infraestructura gigantesca que permite atender los barcos más grandes que pueden llegar”.

“Actualmente tiene una capacidad instalada para mover entre 450.000 y 500.000 contenedores y permite desarrollar diferentes actividades desde el frente marítimo y el frente tierra con el servicio logístico de integración, cumpliendo todas las necesidades de comercio exterior del país”, resaltó.

A su turno, Strapasson destacó a Henkel como “una empresa alemana de 148 años que empezó en jabón en polvo y después se dedicó a adhesivos, rubro en el que somos líderes con productos como Super Bonder”.

“Henkel está en una etiqueta pegada a una botella de cerveza o en una medicación. Está en el día a día de cada uno. A veces no tan percibida, pero está”, valoró.

A la par, Meding destacó que “Los Azules es parte de la empresa McEwen Copper, que se dedica al desarrollo de proyectos mineros de cobre y es número 8 a nivel mundial en términos de recursos”.

Sobre su operativa en el país, apuntó que busca tener “la primera mina de cobre basada en principios regenerativos y la primera en Argentina que fabrica placas de cobre directamente industrializable, a una escala que sería Top 30 en términos de producción a nivel mundial”.

Si bien aclaró que el proyecto en San Juan está “en etapa de factibilidad”, cuyo resultado estará antes de mediados del año que viene, expresó: “Estamos aspirando a una producción anual nominal de 180.000 toneladas, que sería 1,7 mil millones de dólares de exportación y queremos abastecer el mercado interno de Argentina, lo que es totalmente factible, para dar soberanía en términos de material crítico para desarrollo industrial de la Argentina”.

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Los desafíos de Argentina

Trujillo se refirió al “entorno bastante complejo” del país y recordó que Icstsi, el grupo filipino al cual pertenece, llegó a Argentina tiempo atrás. “Para 2008, cuando regresó con TecPlata, Argentina contaba con alrededor de 2 millones de TEUS y hoy hay menos de uno. En ese entonces, Guayaquil tenía 600.000 y hoy tiene 2,2 millones, mientras Cartagena tenía 700.000 y hoy 3,5 millones”, comparó.

Al evaluar ese proceso, lamentó que “el país tuvo una serie de crisis que llevó a que el comercio exterior quede reducido significativamente y la oferta está alrededor de una capacidad instalada del 20%, un nivel muy bajo”, a lo que sumó “el entorno competitivo bastante voraz, líneas marítimas cada vez más concentradas y la perspectiva de que el saneamiento económico de este año lleve a que el volumen sea todavía más bajo”.

No obstante, destacó que “para lo que viene, hay un modelo de apertura que seguramente va a traer un modelo de crecimiento del comercio exterior” en alusión a las medidas de Javier Milei, aunque aclaró: “Va a tomar bastante tiempo en desarrollarse”.

En la misma medida, Strapasson se refirió a la complejidad de los tiempos en los puertos. “Manejamos productos que tienen fecha de vencimiento y, si tenés sistemas muy lentos, a veces tenemos pérdidas de productos en la Aduana que son una pérdida de plata que cae en los costos totales”.

“Nuestros grandes socios son los conductores de coches, camionetas y vehículos. Un pegado de vidrio es un producto que tiene seis u ocho meses. Desde el origen, traerlo y colocarlo para el cliente, son seis a ocho meses. Y dos o tres meses son para liberar la carga. Entonces, eso genera pérdidas y dificulta desarrollar mejor los negocios en el país. Esos atrasos nos generan retos”, cuestionó.

Por su parte, Meding señaló que entre Chile y Perú producen el 40% de la producción de cobre y cuestionó: “Argentina tiene la misma cordillera que Chile y no produce nada. No hay que ser geólogo para decir que hay una oportunidad enorme”.

“Eso se ve reflejado en los proyectos que tenemos en el sector minero para el cobre, como Taca Taca en Salta, Josemaría, El Pachón y Altar. San Juan es el polo de desarrollo de cobre y hay una oportunidad enorme de que en términos mineros en los próximos diez años pueden hacer una contribución muy grande a la producción de cobre, que va a tener un déficit importante en esa década”, anticipó.

Y recordó que “eso puede transformar economías regionales y va a beneficiar a esas provincias y otras que aportan mucha mano de obra”.

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El “cobre verde” y la sustentabilidad

A su vez, el referente de Los Azules destacó que el proyecto apunta a la extracción de “cobre verde”. “Desde la elección de la planta, podríamos haber optado por una convencional pero elegimos una que tiene una huella ambiental más pequeña”, contó y agregó que el proceso productivo “usa una octava parte del agua que una empresa comparable”.

“Hacemos un pozo de 2.4 por 4.2 kilómetros de tamaño, vamos a tener impacto”, reconoció Meding, pero llamó a “incorporar elementos que nos permitan ser una empresa neutra en emisión de Gases de Efecto Invernadero (GEI)”.

“Queremos implementar un cuidado medioambiental para mitigar en el mismo sitio y tener mayor biodiversidad y posibilidad de que especies se desarrollen. Queremos ser un buen vecino y que digan que somos un ejemplo de cómo se debería hacer minería”, confió sobre su visión.

A su turno, Trujillo resaltó que Tecplata fue “la primera terminal de carbono neutro de Argentina” y consideró que “es importante, porque ayuda mucho a empezar a ver que hay ese espíritu de empezar a trabajar iniciativas que hacen parte inherente de la producción o de los servicios que prestan las diferentes compañías”.

“No solamente temas relacionados con agendas ambientales, sino desde la óptica que puede generar o prevenir para el proceso de producción de la compañía. A nosotros nos ha permitido mejorar nuestros procesos, ser mucho más eficientes y empezar a agregar muchísimo más valor a nuestras actividades”, destacó.

A la vez, Strapasson sostuvo que Henkel “siempre tuvo el pilar de sostenibilidad como clave” y valoró: “Somos net zero, una de las empresas químicas más sostenible del mundo”.

“No basta que controles tus temas de carbono, tienen que estar contemplados los de todo el ecosistema. Es algo en lo que vamos incursionando”, indicó.

El clima de negocios en Argentina

Sobre la perspectiva de una llegada mayor de inversiones, Trujillo apuntó que “Argentina pasó rápidamente de ser el país menos atractivos al más atractivo para inversiones”, basándose en indicadores como el riesgo país.

“Hay credibilidad y es un hecho que hay atracción de que capitales vengan a establecerse para tener una retribución. Hay compañías importantes que se establecieron hace tiempo y otras estarán mirando con cuidado. En la medida de que se vayan limitaciones como el cepo, va a haber una explosión muy grande de inversión para la Argentina”, sostuvo.

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En el mismo sentido, Strapasson consideró que "en Latinoamérica hay un contexto que es siempre atractivo, por ser un mercado de más de 300 millones de personas con muchas materias primas” y contrapuso: “A veces creamos barreras nosotros mismos, pero yo veo bien a Argentina. Siempre invertimos, hay momentos de acelerar más y de una parada”.

“El año pasado no lográbamos importar para agrandar nuestra planta, pero seguimos. Ahora el ambiente es más favorable porque las restricciones se fueron levantando. Es momento de inversión y Henkel va por eso”, planteó.

Meding ilustró esa situación con una frase: “El año pasado me decían ‘Qué lindo proyecto, que lastima que es en Argentina’. En los últimos meses me dicen ‘qué interesante, está en Argentina’. Hoy no existe ninguna empresa minera más grande que no esté con alguna inversión en el país”.

Al ser consultado por el RIGI, afirmó que “claramente es un primer paso en el camino indicado, pero uno tiene que preguntarse por qué necesitamos una ley que está intentando alentar la inversión cuando Argentina debería ser competitiva por sí misma”.

Y comparó: “Si quiero perforar, el metro me cuesta 600 dólares. Si hago lo mismo en Canadá, me cuesta 200, una tercera parte. Es un conjunto entre impuestos, problemas a la importación y logística porque allí el tren llega a la planta de procesos y aquí tenemos que financiar nuestros propios procesos”.

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