3 de noviembre 2021 - 21:56

Mayar Sherif, la enamorada del dulce de leche que vino de las Pirámides al Argentina Open

La egipcia, N°1 del torneo porteño, le contó a Ámbito su descubrimiento del manjar. Además, relató su amistad con Salah y el avance den tenis en su país.

Tras la baja de Podoroska, Sherif quedó como la máxima favorita en el WTA Argentina Open.

Tras la baja de Podoroska, Sherif quedó como la máxima favorita en el WTA Argentina Open.

Prensa Argentina Open

“El dulce de leche es asombroso. Lo podría comer todos los días”. Se sabe que este producto tan arraigado en la cultura nacional tiene fanáticos a lo largo de toda la Argentina, pero también conquista a quienes visitan el país, casi como si se tratara de un acto seductivo hipnótico. ¿Podría cautivar a una tenista egipcia? Sin dudas: Mayar Sherif se volvió fanática.

La N°1 del WTA Argentina Open vive un 2021 de ensueños. Tras ser la primera mujer de su país en un jugar un Grand Slam –en Roland Garros 2020-, este año logró ser la primera en lograr un triunfo en los cuatro grandes, en el Abierto de Australia.

“Nunca es fácil moverse en un nivel diferente. Siento que necesito mi tiempo para soportarlo, ver cuál es mi nivel, qué necesito mejorar y avanzar. Pero todo necesita su tiempo, como todo paso que uno da. No es fácil jugar aquí como la preclasificada número 1, pero entro a la cancha a hacer mi juego, con humildad”, le cuenta Sherif, de 25 años, a Ámbito en los pasillos del mítico Buenos Aires Lawn Tennis Club.

El ATP porteño se transformó en el WTA Argentina Open, un torneo femenino de categoría 125K que le da lugar de elite a las mujeres luego de 34 años de ausencia en el país. Tras la baja de Nadia Podoroska, la africana quedó como máxima favorita en el certamen.

Además de los hitos que superó en los Grand Slam, esta temporada alzó el trofeo del WTA 125 de Karlsruhe y llegó a la final del 250 de Cluj-Napoca. El 4 de enero figuraba en el puesto 128, y diez meses después llegó al 64, su mejor ranking.

Sherif vs Lazaro Garcia.mp4

Sherif atraviesa un 2021 curioso, ya que jugó en todos los estratos del tenis: disputó torneos ITF (los ex Futures), el circuito WTA, los Grand Slams y la Billie Jean King Cup. Por si fuera poco, representó a Egipto en los Juegos Olímpicos de Tokio, un hecho que, confiesa, la enorgullece a sí misma. “Fue genial, una experiencia asombrosa y totalmente diferente. Traté de disfrutar todo, y fue un gran honor jugar por una medalla, con la bandera de mi país en mis hombros”, cuenta con una gran sonrisa.

Pero no todo fue color de rosas en la carrera de la nacida en El Cairo en 1996. A los 18 años emigró a EEUU en busca de una mayor solidez económica. Allí ingresó a la Pepperdine University en Malibú, Florida, y obtuvo un título en Medicina Deportiva. “No tenía el apoyo suficiente y era la mejor opción para mí, ya no tenía dinero para viajar. Ahora vivo en España, donde mi vive mi coach”, recuerda a la distancia.

Desde los 16 años es entrenada por Justo González Martínez. Aunque hoy su vida transcurre en Elche, su carrera se forjó en otra ciudad valenciana, Alicante, donde está la academia del extenista Juan Carlos Ferrero. Así se explica su dominio del español, aunque sólo lo usa en ocasiones especiales y prefiere dar entrevistas en inglés.

Resulta inevitable asociar a Sherif con Ons Jabeur. Hace dos semanas la tunecina se convirtió en la primera tenista del mundo árabe, entre mujeres y varones, en arribar al Top 10 mundial. También es la primera mujer de dichas tierras en ganar un título WTA –Birmingham 2021- y en acceder a los cuartos de final de un Grand Slam, en Australia 2020 y Wimbledon 2021.

La egipcia reconoce que trabaja para ser una inspiración en su tierra. “Es la idea, que la gente en mi país me vea, especialmente los jugadores de tenis y las deportistas femeninas, y que sepan que no hay límites”, cuenta, a la vez que describe que el deporte de las raquetas crece en el país de las Pirámides y que cada vez más gente lo consume.

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“Soy bastante conocida en Egipto, más que en cualquier otro país –se ríe-. La gente en mi país está muy orgullosa de mí, me apoyan mucho, y sin ellos no hubiese tenido el éxito que tuve”, aduce. Sin embargo, Sherif está en un hipotético segundo lugar: nadie es más idolatrado en la nación africana que Mohamed Salah, futbolista de Liverpool, quien la ayudado en su carrera, tanto como ejemplo como para conseguir apoyo económico.

“Es un buen amigo. Es una persona muy humilde, cada vez que lo necesité, estuvo allí. Le he pedido algunas cosas y siempre se movió rápido”, amplía. El delantero es una especie Dios entre los faraones. Su compatriota explica que el estrellato de Salah alcanza niveles insospechados.

Sherif elige detallarlo de esta forma: “Las mujeres sabias son muy conocidas, pero Salah está en otra dimensión. El fútbol es muy popular en mi país y él es un gran tipo, todos lo aman. No hay nadie que no pueda amarlo, es increíble”.

Minutos antes de dialogar con este medio, la tenista se jugó con miembros de la Embajada de Egipto en Argentina que siguieron su debut en el Argentina Open (victoria 6-4, 3-6, 7-6 [2] sobre la española Andrea Lázaro García) y con quienes tuvo una cena este miércoles. “Es bonito tener a gente de mi país dándome su apoyo”, se sincera.

No es frecuente tener a egipcios en los reductos deportivos vernáculos, y tal vez tampoco lo sea para ellos venir a la Argentina. Quizás por eso se sorprenden con las cualidades culinarias locales. “Carne puedo comer en cualquier lugar, pero no el dulce de leche. Tiene un sabor muy exquisito. Soy una persona muy dulce, ja”, cierra. Quizás el manjar nacional sea el verdadero trofeo que se lleve de Buenos Aires.

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