22 de abril 2016 - 00:00

Adiós a Prince, brillante rebelde que marcó los 80

Prince fue uno de los mayores representantes de la modernidad en la década del 80, el que unió la profundidad y la creatividad  en el rock, el soul, el funk y la new wave con el marketing.
Prince fue uno de los mayores representantes de la modernidad en la década del 80, el que unió la profundidad y la creatividad en el rock, el soul, el funk y la new wave con el marketing.
Para muchos argentinos, Prince será siempre el gran músico norteamericano que estuvo sólo una vez en el país para hacer un concierto en la cancha de River, que concluyó unos cuantos minutos antes de una hora. Era enero de 1991. Casi todos se enojaron públicamente con la situación y los debates llegaron a la televisión, en épocas en que nadie imaginaba la existencia de las redes sociales.

Muy pocos salieron a defender al músico -este diario fue uno de esos pocos-, olvidándose de que, por fuera de la duración -que según se supo tiempo después tuvo que ver con desinteligencias con la producción local-, el show fue breve pero contundente, de una potencia como pocas veces se había visto en un espectáculo de estas característica. Inclusive, considerando que, lejos de ser una figura tan masiva en la Argentina, no llegaron a los 30.000 los que estuvieron en el estadio.

Eso fue Prince Rogers Nelson, nacido en Minneapolis, Minnesota, el 7 de junio de 1958, y que acaba de morir de neumonía en la misma ciudad en que nació. Un rebelde, un fuera de norma, un artista difícil de explicar, que hasta se dio el gusto en algún momento de su vida de utilizar un símbolo en lugar de su nombre para incomodar a todos ("el artista antes conocido como Prince", se aclaraba con la sigla en inglés TAFKAP; o se hacía llamar sencillamente y vanidosamente "el artista").

Prince fue cantante, compositor, multiinstrumentista. Formó parte del gran mundo del rock y, desde allí, fue la gran figura del soul, del funk, de la new wave. Obró como enlace entre Jimmi Hendrix, The Jackson 5, Duke Ellington, Led Zeppelin y Miles Davis con el pop y el funk que lo sucedieron. Fue uno de los mayores representantes de la modernidad en la década del 80 y el que unió la profundidad y la creatividad con el marketing, lo artístico con el negocio de los productores internacionales; y en tal sentido -más allá de distancias estéticas- se convirtió en el perfecto contemporáneo de Madonna. Y nadie a quien le interesara por aquella época estos lenguajes podía haberse perdido el disco "Purple Rain", de 1984, y la película del mismo nombre.

Prince vendió discos por decenas de millones, más allá de que en nuestro país nunca estuviera en la cresta de la ola.

Pero fueron varios los artistas argentinos -Charly García y Fito Páez los primeros- influidos por su estilo melódico, por su modo de utilizar los instrumentos electrónicos, por su rítmica funk y su particular manera de entender la canción popular del final del siglo XX.

Grabó unos 50 álbumes, entre registros de estudio y en vivo, y también se recuerda su música para el film "Batman" de 1989. Más para fanáticos de las curiosidades, está el "Love Symbol Album" de 1992, en el que, había desaparecido su nombre para ser reemplazado por un símbolo. No hace mucho, comentamos en estas mismas páginas la edición en CD del muy interesante "HITnRUN Phase One", editado originalmente online, lugar exclusivo que aún ocupa el "Phase Two". Y no se privó de actuar en algunas películas, entre ellas "Under the Cherry Moon", "Sign o'the Times", "Graffiti Bridge" y la mencionada "Purple Rain", representando papeles o haciendo de sí mismo.

Sobre fines del año pasado, había anunciado una gira, "Prince Spotlight: Piano & a Microphone", en la que precisamente actuaría solo con un piano de cola. Iniciado en Europa, el tour se canceló por los atentados de París, pero seguían pendientes shows en otras ciudades de ese continente. El pasado viernes 15, había sido internado de urgencia en Illinois debido a un cuadro agudo de neumonía que lo obligó a cancelar dos conciertos. Había actuado en el teatro Fox de Atlanta y, estando en viaje en su avión particular, debió aterrizar de emergencia por una descompensación. Testigo de Jehová, una fe que había adoptado hace más de una década, y ya externado, se encontraba en su casa de Paisley Park, Minnesota, cuando fue encontrado muerto.

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