Vattuone: talentoso cantautor de tangos

«Escuchame una cosa». Juan Vattuone. Fonocal 523.

En una audición superficial, sólo deteniéndonos en el sonido general, en la rítmica, en las melodías, podríamos decir que Juan Vattuone es un tanguero típico. Sin embargo, tiene una serie de particularidades que lo diferencian. En principio, sigue la línea de los escasísimos «cantautores» que ha dado la historia del tango (Eladia Blázquez, Cacho Castaña, Rubén Juárez). En ese sentido, su poética rompe también con la tradición de los 40 y 50 de los temas románticos, de amores contrariados, de abandonos y decepciones afectivas, de minas y bacanes. Vattuone le canta a la vida, a las profundidades del alma humanas, al lugar y al tiempo en el que vive, a las injusticias. Pero tampoco se planta como un clásico cantor de protesta; y, en todo caso, su relación está más cerca de la filosofía -e incluso de la dialéctica- de Discépolo.

Con su voz rugosa de tabaco y noche urbana, rodeado en este caso de un grupo instrumental pequeño, integrado por Víctor Lasear en guitarras y bajo, Gustavo Corrado en piano, él mismo en percusión, e invitados para diferentes temas, Vattuone presenta en este álbum 14 composiciones propias, escritas en épocas muy diferentes, desde 1976 hasta el presente, más una pieza actual de Anita Vatt, otra de Lasear y un antiguo tema poco escuchado: «Una tarde cualquiera», de Puccio y Taboada. Provocador, brutal a veces en su lenguaje, «milonguero» en su espíritu, gardeliano en su expresividad y buen autor, Vattuone es de los que rompen la monotonía por la que atraviesa buena parte del tango cantado. A propósito, por estos días se presenta en el Centro Cultural Torquato Tasso.

Ricardo Salton