Adrián Ruggiero: "El tango puede mostrarse en saco y corbata o en jean y zapatillas"

Hijo del histórico Osvaldo Ruggiero, miembro de la orquesta de Pugliese, el bandoneonista lanza el disco "Potrero" junto con su nueva agrupación Tangology, tango jazzero. Adrián Ruggiero está en rodaje de un documental sobre Pugliese mientras alterna giras con su otra banda, Violentango.

El bandoneonista Adrián Ruggiero presenta su nueva agrupación "Tangology" con el disco "Potrero" el jueves 16 en el CAFF. 

“Spotify es una plataforma en la que el algoritmo no ayuda al tango porque cuando pones tango, a los dos tres temas te suena Luis Miguel. Entonces es muy difícil retener al oyente del estilo”, dice Adrián Ruggiero, fundador de Tangology que presenta su álbum “Potrero”, el jueves 16 de mayo a las 21 en el CAFF, Bustamante 772.

El quinteto está integrado por el bandoneonista Adrián Ruggiero, el baterista Juan Corrao, Dante Picca en el piano, Andrés Jorge en saxo barítono, Gonzalo Aldas en contrabajo. El nuevo disco propone una fusión entre el jazz y tango. Conversamos con Ruggiero.

Periodista: ¿Por qué Tangology?

Adrián Ruggiero: Es el nombre de un tema de Horacio Malvicino, miembro del conjunto de Astor Piazzolla, donde hay destellos de jazz ya que Malvicino era un músico muy versátil que abordaba ambos géneros, hay improvisaciones y también tiene antología y tecnología. Somos una semilla de esta mezcla.

P.: Hablando de antología, ¿qué podés evocar de la orquesta de Pugliese?

A.R.: Innumerables anécdotas desde lo familiar, ya que mi padre fue el primer bandoneonista de esa orquesta durante 30 años y fue quien dirigió al grupo cuando Pugliese estaba preso por sus ideales de comunista. Es una persona que conocí de cerca, compartíamos fiestas de fin de año y cuando mi padre murió salimos de gira con el micro y mi familia para presenciar homenajes que hizo la orquesta a mi padre. Viajamos por Córdoba, Rosario, Montevideo. Tengo los mejores recuerdos de Osvaldo abriéndose paso ante la multitud, con esa luz que solo él traía. Recuerdo charlas con los demás miembros de la orquesta, Adrián Guida, Walter Castro, Emilio Balcarce, Julián Plaza, Víctor Lavallén, todos trascendentes, creadores, innovadores, dejaron huella en la cultura argentina, fue un honor criarme cerca de toda esa gente. Mi primera infancia fue en el marco del sexteto de tango con Goyeneche en el Viejo Almacén y grabando el disco “Reunión de maestros”, un privilegio haber crecido cerca de esos monstruos. Espero haberme impregnado de esa magia.

P.: ¿Qué podés decir del documental sobre Pugliese?

A.R.: El documental está en pleno rodaje después de 15 años aunque parece mentira, es un proyecto gigante que me está costando realizar pero estoy entusiasmado con muchísimo material, entrevistas, archivo inédito, único y un montón de anécdotas. La última jornada fue con la orquesta de Elio Valdés en Obras y estuvimos con dos de sus músicos que funcionan como cooperativa como era con Pugliese. León tiene tatuado al maestro con la remera de Atlanta, me pareció interesante enlazar dos mundos musicales.

P.: Con tu banda Violentango hacés giras internacionales, ¿el tango es más fuerte afuera que en Argentina?

A.R.: Estuvimos en Brasil, Panamá, Bogotá, Alemania, Barcelona, Suiza, Suecia, siempre como banda independiente, con mirada de futuro acerca del género. Violentango se vuelca más al rock que al jazz y hay mucho respeto por nuestra cultura afuera, no sé si más que acá porque esta es nuestra cultura y nuestra gente, nuestra cuna, amamos tocar en Argentina y siento respeto y admiración por nuestra cultura que acá a veces se extraña, si pensamos en el apoyo de Brasil a la música local. Nos gustaría que hubiera más difusión, visibilidad y oportunidades para el tango y folclore.

P.: ¿Cómo mutó el género?

A.R.: La primera arista que sonó muy fuerte vino con los grupos que empezaron a rockearla y atrajo a los más jóvenes, El ministro con sus rastas fue símbolo de ese pasaje cultural y generacional. Luego vinieron Gotan Project o Bajo fondo, después El arranque revivió el tango con arreglos a los temas tradicionales, con Violentango cumplimos 20 años e indagamos en el tango nuevo. Melingo fue un enlace fuerte porque venía del rock con popularidad y que se vuelque al tango fue un aval para el estilo. Samalea con Charly grabó sus primeros bandoneones.

P.: ¿Cómo ves a las nuevas generaciones de músicos?

A.R.: Hay bandoneonistas jóvenes a rolete, compositores muy creativos, distintas corrientes algunos mas rockeros, más jazzeros, más fusión con electrónica, hay grupos que desgravan literalmente los arreglos originales de Troilo, Pugliese, como Sentimental y Canyengue, que mantienen viva la historia del género. Después shows para turistas con nivel muy alto, buenos arreglos, cantores y bailarines. El tango es un sello en sí mismo, hay que sacarlo del cajón donde lo tenemos, se muestra de mil maneras diferentes. Puede mostrarse en traje y corbata o zapatillas y jean.

P.: ¿Cómo te llevas con las nuevas tecnologías y las redes sociales?

A.R.: Es difícil ya que vengo del texto y la escritura, tal vez las nuevas formas de difundir, sobre todo Instagram, son de la foto y lo visual entonces decir todo con imágenes tal vez me queda corto. Hoy es todo muy integral así que uno puede compartir por muchos soportes, no hace falta estar en una sola plataforma. Con Spotify hay un trabajo muy fuerte que hay que hacer de posicionamiento del género dentro de las redes. Siempre termina llevándote la playlist para lugar ultra comercial y cuando uno pone tango tal vez está encarando para el lado opuesto.