4 de abril 2024 - 12:33

Alertan que 2024 será una temporada de huracanes "extremadamente activa"

El pronóstico fue realizado por un grupo de meteorólogos de la Universidad Estatal de Colorado (CSU). Se prevén al menos cinco grandes huracanes que superen los vientos de 170km/h.

Según la Universidad Estatal de Colorado, se esperan 5 grandes huracanes para la temporada del 2024.

Según la Universidad Estatal de Colorado, se esperan 5 grandes huracanes para la temporada del 2024.

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Un grupo de meteorólogos de la Universidad Estatal de Colorado (CSU) pronosticaron una temporada de huracanes "extremadamente activa" en el Atlántico para el 2024 y despertaron la alerta en la comunidad científica. Los investigadores prevén al menos 23 tormentas con nombre, de las cuales 5 serán grandes huracanes con vientes superiores a los 170km/h.

"Anticipamos una probabilidad muy superior a la media de que grandes huracanes toquen tierra en la costa continental de Estados Unidos y en el Caribe", comunicó el CSU. En una temporada media de huracanes, hay 14 tormentas con nombre por lo que él 2024 podría casi duplicar el promedio.

La temporada de tormentas del 2024

El grupo de expertos comunicó su predicción este jueves e informó que esperan una temporada de huracanes "extremadamente activa" en el Atlántico para este año. Los fenómenos ambientales afectarán sobre todo a la costa continental de Estados Unidos y el Caribe.

Según el informe, el panel de meteorólogos estima que durante el año habrán al menos 23 tormentas con nombre. De ese grupo, se espera que 11 se transformen en huracanes, de los cuales 5 tendrán vientos superiores a los 170km/h.

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El fenómeno climático de

El fenómeno climático de "el niño" afecta a la generación y la destrucción de huracanes.

La predicción se basa en las cálidas temperaturas que se observaron en la superficie del mar, así cómo también a la menor cizalladura del viento para disolver las tormentas en verano y otoño. Estos fenómenos alimentan a los huracanes y se consolidan con la finalización del patrón meteorológico de "El Niño", que trae vientos fuertes que pueden romper las tormentas en el Golfo de México y el Océano Atlántico.

Las previsiones son seguidas de cerca por las comunidades costeras y las empresas energéticas. El Golfo de México representa el 15% de la producción total estadounidense de crudo y el 5% de la de gas natural seco, y casi el 50% de la capacidad nacional de refinado de petróleo reside en sus costas.

En una temporada media de huracanes hay 14 tormentas con nombre, de las cuales siete se convierten en huracanes y tres en ciclones de gran intensidad. El año pasado, por ejemplo, se formaron tres grandes huracanes entre siete huracanes y 20 tormentas con nombre, el cuarto mayor número de tormentas con nombre desde 1950.

La previsión del CSU coincide con perspectivas de otros investigadores. La semana pasada, AccuWeather detalló que había un 10-15% de probabilidades de 30 o más tormentas con nombre en la temporada de huracanes de 2024, que comienza el 1 de junio y se extiende hasta el 30 de noviembre.

¿Qué es el fenómeno de "El Niño"?

Este fenómeno climático natural se caracteriza por un aumento en las temperaturas de la superficie del mar que el promedio en el Océano Pacífico central y oriental. Generalmente, ocurre cada dos a siete años y sus impactos se extienden a lo largo de los países costeros del Pacífico.

Las consecuencias de "el niño" son diversas y pueden afectar de distintas maneras. Michelle L'Heureux, científica climática del Centro de Predicción del Clima, explicó que dependiendo de su fuerza, "puede aumentar el riesgo de fuertes lluvias y sequías en ciertos lugares del mundo".

Este fenómeno ambiental está muy relacionado con el registro de temperaturas récords en distintos países, sobre todo en aquellos que ya experimentan temperaturas superiores al promedio, así cómo también un aumento en la intensidad de las precipitaciones. Por sus características, durante El Niño también puede haber una modificación en el promedio de los huracanes en el Océano Atlántico, el Mar Caribe y el Golfo de México.

Para predecir este fenómeno cíclico, los científicos miden diversos factores. Algunos de ellos son: la velocidad de los vientos alisios y las temperaturas de las aguas de los océanos, tanto en la superficie como en las profundidades.

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