Un fiscal griego acusó ayer a cinco niños de matar a un compañero de 11 años, quien ha estado desaparecido desde febrero. Las imágenes de la policía rastreando los lechos de los ríos y excavando en lugares de construcción buscando a Alex Meshivili, el niño georgiano de 11 años, han dominado los noticieros durante semanas y más de 350 personas han entregado su testimonio en la ciudad de Veria, al norte de Grecia.
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Pese a que no se ha encontrado evidencia física, el fiscal Stefanos Zarkazias acusó a dos chicos griegos, un rumano y dos albaneses, de entre 11 a 13 años, de «asesinar en grupo» a Meshivili y de «profanar el cuerpo», dijo la policía.
El niño desapareció el 3 de febrero, cuando volvía a su casa desde la escuela. Su madre, Natela Ichuadze, hizo un llamado desesperado en televisión pidiendo información sobre su hijo. Ichuadze es una de los cientos de miles de europeos del Este que buscan una mejor situación económica y deciden irse a vivir a Grecia.
En junio, los cinco niños dijeron a la policía que pelearon con su compañero, un niño talentoso de buen rendimiento escolar, a quien golpearon hasta que quedó inconsciente y que lo dejaron en un subterráneo. Al día siguiente volvieron y lo llevaron a otro lugar.
Desmentida
La policía del lugar los envió a casa después de sus testimonios y al día siguiente desmintieron su declaración, señalando que la habían hecho debido a presiones durante el interrogatorio. El caso fue entregado a un investigador criminal y los niños mayores de 12 años enfrentan condenas de hasta 20 años en una institución juvenil si son encontrados culpables. Los menores podrían ser puestos bajo supervisión especial.
Su madre y su padrastro griego, quienes se niegan a creer que esté muerto, han presionado a las autoridades para que no suspendan la investigación.
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