El mundo está globalizado y competitivo por ende las oportunidades laborales y comerciales se multiplican pero también se disputan los mejores cargos. El desarrollo de la marca personal emerge como un activo estratégico clave para diferenciarnos y posicionarnos en este mercado voraz.
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El valor de la marca personal como herramienta para "autovenderse"
En el ámbito laboral, construir una base sólida es indispensable para destacarse, generar confianza y establecer relaciones profesionales que impulsen nuestra carrera o emprendimiento.
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No se trata de fingir o vender una imagen falsa, sino de mostrar nuestra esencia, habilidades y valores con coherencia y honestidad.
En el ámbito laboral, construir una base sólida es indispensable para destacarse, generar confianza y establecer relaciones profesionales que impulsen nuestra carrera o emprendimiento.
Tom Peters en su influyente artículo "The Brand Called You" (1997), se refiere a la gestión consciente de la percepción que otros tienen de nosotros. No se trata de fingir o vender una imagen falsa, sino de mostrar nuestra esencia, habilidades y valores con coherencia y honestidad. En este contexto ¨autovenderse¨ implica saber quiénes somos, qué queremos lograr y cómo comunicarlo de manera eficaz. Es un proceso que exige autoconocimiento, claridad en nuestros objetivos y una estrategia de comunicación que combine herramientas digitales y actitud personal.
Claves para desarrollar una marca personal efectiva
- Autoconocimiento: Antes de posicionarnos, debemos reflexionar sobre quiénes somos y qué nos hace únicos. Preguntas clave incluyen: ¿Cuáles son mis fortalezas? ¿Cuál es mi propuesta de valor? ¿Qué problemas puedo resolver? Este ejercicio no solo nos da claridad, sino que también define nuestra narrativa personal.
- Definir objetivos claros: Según un estudio del Journal of Applied Psychology, las personas que establecen metas claras y específicas tienen un 33% más de probabilidades de lograrlas. Saber a dónde queremos llegar es crucial para orientar nuestras acciones y nuestra comunicación.
- Cuidar la imagen: En un entorno tan visual como el actual, nuestra imagen es nuestra primera carta de presentación. Según un estudio de Princeton University, las primeras impresiones se forman en tan solo 100 milisegundos. Esto incluye no solo nuestro aspecto físico, sino también nuestra presencia digital: un perfil profesional en LinkedIn, una biografía clara y atractiva en redes sociales, y un estilo coherente que refleje nuestra personalidad y habilidades.
- Estrategia de comunicación digital y presencial: Las plataformas digitales son las aliadas más poderosas para proyectar nuestra marca personal. LinkedIn, por ejemplo, reportó que los perfiles con una foto profesional tienen 21 veces más probabilidades de ser vistos y 9 veces más de recibir solicitudes de conexión. Sin embargo, la comunicación en persona sigue siendo vital. Participar en eventos, conferencias y encuentros del sectore en el que nos desarrollamos nos permite construir relaciones cara a cara que refuercen nuestra presencia digital.
- Consistencia y autenticidad: La psicología del consumidor enseña que la coherencia genera confianza. Como explica Daniel Kahneman en su libro Pensar rápido, pensar despacio, las personas tienden a confiar en lo que perciben como familiar y consistente. Una marca personal que transmita un mensaje uniforme y auténtico a través del tiempo generará mayor credibilidad.
En el mundo laboral, donde la confianza y la reputación son pilares fundamentales, una marca personal fuerte puede ser el factor diferencial para cerrar una negociación, ganar un cliente o ser considerado para una promoción. Edelman Trust Barometer, informó que el 81% de las personas confían más en un profesional con una buena reputación personal que en la propia empresa que representa. Por otro lado, el manejo de una marca personal también permite anticiparse a los cambios del mercado laboral. Un estudio de McKinsey señala que para 2030, hasta el 14% de los empleos actuales podrán ser automatizados. Contar con una marca personal bien definida no solo nos posiciona como expertos, sino que también nos hace más resilientes frente a estas transformaciones.
Cada interacción cuenta e invertir en nuestra propia marca puede abrirnos puertas a nuevas oportunidades y consolidar nuestra posición en el mercado con una imagen estratégica y que genere un impacto positivo. Como bien lo resumía Tom Peters: "Tú eres tu mejor producto". Es momento de gestionarlo con la misma seriedad y dedicación con la que un inversor cuida su portafolio. Nuestra marca personal no solo refleja quiénes somos, sino también quiénes queremos llegar a ser.
Relacionista pública experta en personal branding.
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