El candidato presidencial del Partido Nacional, Álvaro Delgado, aseguró que es "el candidato de la continuidad, no del continuismo" y se entusiasmó con que la coalición alcance la mayoría parlamentaria en el marco de las elecciones 2024.
Álvaro Delgado: "Soy el candidato de la continuidad, no del continuismo"
El candidato del Partido Nacional realzó los logros de gobierno, cuestionó al Frente Amplio y se entusiasmó con la mayoría parlamentaria en las elecciones 2024.
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Delgado se pronunció así al cerrar el ciclo de presidenciables que formaron parte del tradicional almuerzo de la Asociación de Dirigentes de Marketing (ADM), donde brindó un discurso eminentemente político y apoyado en algunos logros del gobierno, aunque sin eludir confrontar al Frente Amplio en varios temas, como seguridad pública y el plebiscito del PIT-CNT.
La sala mayor del Hotel Radisson estaba totalmente colmada, sobresaliendo además de la presencia de invitados del sector empresarial que concurren habitualmente, toda la plana mayor del gobierno y figuras de la coalición como el expresidente Julio María Sanguinetti.
“Hoy no voy a hablar mucho de propuestas, quiero hablar de política, de lo que tenemos que decidir en pocos días. Entre avanzar o retroceder, eso es lo que tenemos que decidir el próximo 27: certezas y certidumbres, propuestas y respuestas o más preguntas, eso es lo que tenemos en juego”, comenzó enfático Delgado.
Una campaña sin propuestas y su optimismo a futuro
“Ha sido una campaña pobre en cuanto al debate de propuestas. Y eso no nos comprende porque nosotros si algo hemos hecho es generar propuestas, no somos parte de esa explicación. Los demás que asuman su estrategia, lo nuestro fue debatir, ir a todos los eventos a los que nos invitaron y dar la cara como corresponde, porque eso le hace bien a la calidad de la democracia”, contrapuso con la actitud de Yamandú Orsi.
El candidato del oficialismo no disimuló su optimismo a futuro. “Creo que hoy hay un clima mayoritario de continuidad, silencioso. La continuidad es un acto voluntario que se define en términos personales o familiares, mirando lo que se hizo, lo que hicimos, mirando hacia el futuro. No tengo dudas que esa continuidad se va a manifestar en primer lugar el 27 de octubre dándole mayoría parlamentaria a la coalición de gobierno”, resaltó.
En la misma línea, agregó que “si hay una mayoría parlamentaria operativa de una coalición de gobierno que determina un rumbo es muy lógico que después los ciudadanos le den a esa coalición la Presidencia de la República para que tenga esa sinergia necesaria entre el Parlamento y el Poder Ejecutivo para seguir cambiando el Uruguay”. “La gente el 27 de octubre elige más que un candidato, yo estoy convencido de que elige un presidente”, afirmó con vehemencia.
Continuidad, no continuismo
“Yo digo habitualmente que yo soy continuidad. Representamos la continuidad, no el continuismo. El continuismo es más de lo mismo, la continuidad es mejor de lo mismo. Porque en cuatro años y medio de aprendizaje hubo cosas para ajustar, para reafirmar y más cosas para hacer. Uno tiene el diferencial de haber tenido la experiencia de estar conociendo el tablero de control, el mando, saber los botones que hay que tocar, que hay que ajustar”, planteó.
Y afirmó: “Si la gente nos acompaña, como estoy seguro nos va a acompañar, a las 8 de la mañana sé dónde está la llave general para prender la luz y empezar a gobernar, sin hacer pretemporada”.
Envalentonado por la reacción de un auditorio que muchas veces cortó su alocución con sonoros aplausos, Delgado levantó su tono de voz afectado por el cansancio de la campaña para decir: “No somos lo mismo porque no queremos volver a los piquetes, a las ocupaciones, y que al que quiere trabajar en huelga no pueda trabajar porque lo paran en la puerta”.
“No somos lo mismo porque nosotros somos claros en que no vamos a subir los impuestos. No somos lo mismo porque nosotros hablamos de represión y ellos no, porque yo escuché una visión romántica de la delincuencia, donde muchas veces parece que el delincuente es la víctima”, lanzó.
Sobre la seguridad pública, uno de los ejes de la campaña, admitió: “Es algo multicausal, pero está claro que la víctima siempre es la sociedad. Hablo de represión, no hay seguridad pública sin represión, es una palabra que no está en la base programática de la oposición. Pero si hay una palabra que me corre el frío por la espalda, que es difícil de explicar y fácil de entender, difícil de pronunciar y fácil de entender, se llama desprisionalización”.
Al criticar algunos conceptos vertidos por dirigentes de la oposición sobre el tema seguridad, señaló: “Eso tiene una sola acepción, que es abrir las cárceles. Tengan claro que por eso también no somos lo mismo, porque nosotros estamos a favor, sin vueltas, de la papeleta amarilla a favor de los allanamientos nocturnos para combatir las bocas de pasta base que usan a las familias para hacer negocio. Y es el peor negocio”, expresó el exsecretario de la presidencia.
Al respecto, concluyó: “No somos lo mismo porque nosotros no tenemos prejuicios ideológicos para condenar rápidamente ni dictaduras ni terrorismo. Este es un gobierno pragmático, que es la base de lo que vamos a proponer para adelante”.
“La bomba” del plebiscito
“Estamos a cinco días de poder desactivar la bomba que es el plebiscito de la seguridad social, el que impulsó el PIT-CNT y gran parte del Frente Amplio y que gran parte está ensobrando la papeleta blanca, a la que nosotros no vamos a acompañar por irresponsable, por peligrosa, por inconveniente y porque condiciona el futuro de Uruguay en materia previsional y económica”, afirmó Delgado.
Y abundó: “Para poder financiar esta locura va a haber que subir los impuestos y además nos confisca 23.000 millones de dólares de todos nosotros, que son ahorros heredables para nuestros hijos y para nuestras jubilaciones, al peor modo del kirchnerismo”.
“Si sale el plebiscito se perfora el principal activo que tiene Uruguay, es romper los contratos 29 años para atrás, perforamos la seguridad jurídica. Y al otro día, chau grado inversor, chau riesgo país,chau crédito internacional, chau inversiones”, sostuvo en forma terminante, volviendo a levantar algunos aplausos de una platea notoriamente vinculada al sector empresarial.
“Le pedimos a todos los partidos políticos que sean claros y se pronuncien en contra. No vale la libertad de acción, no vale mirar para el costado, no vale andar especulando por no perder votos”, culminó el candidato nacionalista.
El día después de las elecciones 2024
El candidato trazó una imagen que se imagina para la misma noche del 27 de octubre, en caso de que la coalición resulte ganadora, pero también el día después de la elección. “Yo me imagino este domingo a todos los candidatos de la coalición juntas esa noche, dando un mensaje de esperanza, de certezas, de paz y de tranquilidad a quienes nos votaron e incluso a quienes no nos votaron diciéndole hay gobierno, quédense tranquilos que hay gobierno”, propuso Delgado.
Incluso fue más allá y aseguró: “Me imagino el lunes 28 de tarde, reunidos todos los candidatos a presidente de la coalición de gobierno, pensando en definir la estrategia rumbo al balotaje, empezando a elaborar en la letra chica de un nuevo compromiso con el país, un programa único de gobierno de la coalición rumbo al balotaje”.
“Volver a los 70”
La primera de las preguntas surgió de parte de los moderadores del almuerzo, los periodistas Miguel Nogueira y Emilio Izaguirre, consultándole a Delgado su reacción a los comentarios del jefe de campaña del candidato Orsi, Alejandro Sánchez en una entrevista con radio El Espectador esta mañana, quien dijo que “las AFAP tienen una lógica muy perversa y hay que nacionalizarlas, en un sentido de que tenés que construir un sistema que sea mucho más virtuoso".
“A ver si entendí bien. ¿Nacionalizar las AFAP propuso? Qué linda forma de empezar las preguntas, ¿no? Y de comer el postre. Buen provecho”, ironizó Delgado.
Sobre la propuesta, advirtió: “Eso es igual o tan grave como el plebiscito de la seguridad social. El Uruguay tenía dos cosas, una casi tan vieja como la otra. La seguridad jurídica,que este plebiscito la perfora; y la segunda es la no discriminación entre la inversión nacional y extranjera”.
“Esto me demuestra que hoy el principal actor del sector que es el 80% del Frente Amplio representa un FA sin cortafuegos, que no hay liderazgo. Es un FA más radicalizado. Me parece tremendamente peligroso e inconveniente para el futuro del Uruguay Eso es volver a los 70. La verdad es que no me imaginé que se iban a animar”, sentenció Delgado.
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