La Administración Nacional de las Obras Sanitarias del Estado (OSE) construirá de manera provisoria y de emergencia una represa en el rio Santa Lucía debido a la sequia que no da tregua, con una inversión de 500.000 dólares y una fecha de finalización de una semana, esta son algunas de las tantas consecuencias que generó la escasez del agua.
Crisis del agua: OSE construirá una represa de emergencia en el río Santa Lucía
La empresa estatal invertirá 500.000 dólares en un intento de evitar que las condiciones de abastecimiento empeoren.
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Crisis del agua: OSE construirá una represa de emergencia en el río Santa Lucía
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Preocupación por el agua salada de OSE: se duplicó la venta de agua embotellada

El Frente Amplio denuncia la demora y los costos excesivos de las obras para paliar la crisis del agua en la zona metropolitana uruguaya.
El presidente de OSE, Raúl Montero, comunicó el día de ayer el comienzo de la construcción de una represa provisoria y de emergencia que tiene el objetivo de “aislar un tramo del Río Santa Lucía, aguas abajo de la represa de Aguas Corrientes, con el fin de gestionarlo de forma más eficiente”, de acuerdo a la necesidades que se tengan.
La obra requiere una inversión de 500 mil dólares y se tiene previsto que se termine la semana próxima. “Seguimos pensando cómo estirar esas reservas, cómo seguir prolongando el plazo del mantenimiento de la reserva de agua dulce, para poder mantener este tipo de normalidad que tenemos ahora”, explicó Montero.
Por otro lado, remarcó que este tipo de drásticas decisiones se deben a que lo que vendría después, de no terminar la represa, “sería mucho más difícil de encarar” y enfatizó en que están “tratando que ese momento no llegue”.
Una posible solución, que da problemas
La semana pasada, con el objetivo de poder estirar las reservas de agua potable en el área metropolitana, OSE decidió aumentar una vez más el nivel de salinidad en la mezcla de agua potable que distribuye en la zona.
Esta medida ya la había tomado el directorio de la empresa estatal a fines del mes pasado, cuando la proporción de sodio en el fluido aumentó de 200 miligramos por litro a 280 mg/L, mientras que de cloruro pasaron de 280 mg/L a 450 mg/L. Ahora, el jueves pasado, el Ministerio de Salud Pública (MSP) autorizó un nuevo incremento en las medidas, que pasaron a 400 mg/L y 700 mg/L respectivamente.
Esta decisión trajo varios inconvenientes como, por ejemplo, la triplicación de ventas de agua embotellada que provocaría un posible desabastecimiento. A esto se le suma que las personas con problemas de tensión arterial e insuficiencia renal, como así también embarazadas y bebe menores de seis se verían afectados con su consumo.
La medida provocó alboroto en el escenario político donde no solo la oposición cuestionó el accionar del gobierno como de la empresa responsable, sino que Cabildo Abierto – integrante de la coalición oficialista – pidió la renuncia de los directivos de OSE.
Como broche de oro, además de los problemas de abastecimiento y posible afectación de la salud que provocaría el consumo de agua con altos niveles de salinidad, también afecta el proceso industrial de petróleo en la refinería de Ancap, La Teja.
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