El acuerdo Mercosur-UE sigue bajo la lupa mientras persisten las manifestaciones de los agricultores franceses

Los productores vuelven a rechazar el eventual ingreso de productos sudamericanos en el mercado de Francia y consideran insuficiente la salvaguarda propuesta por la Comisión Europea.

El acuerdo Mercosur-UE sigue bajo la lupa mientras persisten las manifestaciones de los agricultores franceses.

El acuerdo entre el Mercosur y la Unión Europea (UE) se adentra en una etapa decisiva para su concreción y ratificación por parte de las diferentes partes, principalmente en Europa, mientras que las protestas de los agricultores de Francia —el principal obstáculo en ese país— continúan en un momento de fragilidad política para el gobierno de Emmanuel Macron.

"La revuelta campesina se retoma en Versalles", rezan los titulares franceses. Es que este viernes, un centenar de agricultores volvieron a protestar ante el palacio del gobierno francés contra el acuerdo Mercosur-UE. Estas manifestaciones se han desplegado a lo largo de meses y años, y siguen siendo un factor de presión para la administración de Macron respecto de su adhesión al tratado de libre comercio cuya redacción se acordó el pasado diciembre en Montevideo y que las partes esperan ver sellado definitivamente antes de fin de año.

A llamado del principal sindicato agrícola FNSEA y sus aliados de Jóvenes Agricultores, decenas de agricultores y una quincena de tractores se reunieron para insistir en el rechazo de que el mercado francés se inunde con las exportaciones de Argentina, Uruguay, Brasil y Paraguay —tales como carne, azúcar o arroz—, con condiciones arancelarias que hagan todavía más desventajoso el escenario de competitividad para los productores locales.

"El objetivo de esta movilización es evidentemente llamar la atención del jefe de Estado", declaró el líder de la FNSEA, Arnaud Rousseau; quien exigió además que Macron debe "actuar" ante el proceso de ratificación del acuerdo que lanzó la Comisión Europea (CE) este mismo mes.

En las manifestaciones se esperaban unos 3.000 participantes en 70 acciones organizadas por toda Francia, mientras que el sindicato agrícola Confederación Campesina, el tercero del sector, llamó por su parte a manifestar con tractores en París el 14 de octubre. En 2024, tanto los agricultores como los ganaderos ya protagonizaron protestas masivas contra la situación del sector, a las que el gobierno francés respondió con varias medidas de apoyo económico.

Respecto al acuerdo UE-Mercosur, la CE prometió completar el tratado con un "texto jurídico" que refuerce las medidas de salvaguarda en caso de impacto en los productos europeos, con la esperanza de tranquilizar a Francia. Pero a los sindicatos agrícolas franceses no les convence y amenazan ya con nuevas protestas durante el "invierno" boreal, "cuando la situación del trabajo en los campos nos lo permita", advirtió Rousseau.

Europa presiona por el acuerdo con el Mercosur ante un Estados Unidos que "ya no es fiable"

Por su parte, el presidente del Comité Económico y Social Europeo (CESE), Oliver Röpke, defendió la firma del acuerdo Mercosur-UE, al considerar que ese tipo de convenios “son necesarios en tiempos en que nuestros socios, como Estados Unidos, ya no son fiables”.

De todos modos, al hacerse eco de los sectores críticos al tratado entre ambos bloques, Röpke supeditó el avance a que se garantice el cumplimiento de los estándares medioambientales, a fin de no afectar la competitividad de los productores europeos.

Al ser consultado durante una entrevista con la Redacción Europea de Agencias (ENR), el titular del CESE consideró que, además de Estados Unidos, Europa necesita “otros socios fiables en el mundo”.

Al mismo tiempo, indicó que “una exigencia fundamental es la transparencia para asegurar que los estándares sociales, pero también medioambientales, deben ser garantizados en estos acuerdos de libre comercio”