El BCU avanza con el sistema de pagos rápidos para bajar los costos de los comerciantes

Uno de los próximos hitos será masificar los pagos con código QR a través del celular, anticiparon desde el Banco Central del Uruguay.

Masificar los pagos a través del celular, con código QR, es uno de los desafíos a corto plazo del Banco Central del Uruguay.

El vicepresidente del Banco Central del Uruguay (BCU), Washington Ribeiro, aseguró que uno de los objetivos en materia de inclusión financiera es avanzar con el Sistema de Pagos Rápidos para que los comerciantes puedan cobrar en menos tiempo y con menores costos.

A su vez, el BCU planea en el corto plazo masificar la posibilidad de que los uruguayos puedan realizar pagos con el teléfono celular, mediante el escaneo de un código QR en diferentes locales de todo el país.

Así lo anticipó Ribeiro al exponer en la quinta reunión anual de la Red FintechLAC, organizada por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en Bogotá, Colombia, donde apuntó a generar más eficiencia al sector comercial y facilitar las transacciones de la ciudadanía.

El BCU defendió el Sistema de Pagos

Durante el encuentro sobre el rol creciente de las fintech, el vicepresidente del BCU destacó además el cumplimiento de metas en la hoja de ruta del Sistema de Pagos, como la multiadquirencia, la digitalización de cheques, el enmascaramiento de las cuentas bancarias, las transferencias instantáneas interbancarias 24 horas y la utilización del número de telefonía celular como alias, entre otras.

Otro aporte que consideró clave fue la creación de la Oficina de Innovación, encargada de monitorear los proyectos innovadores a nivel internacional y en el país, cuyo jefe Nicolás Serrano también participó del encuentro.

Ribeiro consideró que el instrumento dará más eficiencia a los pagos, compitiendo con los medios electrónicos tradicionales. “Busca dar mayor fortaleza a las operaciones de débito, que el dinero le llegue más rápido a los comerciantes y a un costo más reducido”, graficó.

En cuanto a la banca abierta y a los desafíos regulatorios a futuro, sostuvo que la idea es “custodiar los intereses de los usuarios, que son los más débiles del sistema, pero también llevar adelante un esquema de regulación que le permita al sector privado incorporar y promover la innovación y, por tanto, la productividad”.