El Partido Colorado advirtió que el plan para portland "implica sacrificios" y puso el foco en Paysandú

Los colorados valoraron el diagnóstico presentado por el gobierno, pero alertó por el impacto productivo y territorial del rediseño del negocio cementero de Ancap.

El diputado colorado, Walter Verri, sostuvo que el negocio del cemento pierde más de 20 millones de dólares por año y que el nuevo esquema productivo generará tensiones, especialmente en el litoral norte.

Tras la comparecencia de la ministra de Industria, Energía y Minería (MIEM), Fernanda Cardona, en la Comisión de Industria de Diputados, el diputado del Partido Colorado (PC), Walter Verri, planteó reparos sobre el camino elegido por el Poder Ejecutivo para el negocio del portland de Ancap y advirtió que el plan estratégico anunciado "implica sacrificios", en particular para el norte del país.

Verri, quien promovió la convocatoria parlamentaria, sostuvo que el intercambio dejó en claro la magnitud del problema estructural que arrastra el sector. Según indicó, el propio gobierno reconoció que el negocio del cemento genera pérdidas del orden de los 20 millones de dólares anuales, con costos de producción que duplican y en algunos casos superan ampliamente, el valor de venta del producto. "Tenemos un negocio que pierde, que produce al doble o más de lo que se vende, y eso hay que frenarlo", señaló el legislador tras la sesión.

De acuerdo con lo expuesto en comisión, el plan oficial prevé concentrar la producción de clínker en la planta de Minas, mientras que Paysandú quedaría limitada a etapas posteriores del proceso, como la molienda, mezcla y envasado para abastecer el norte del país. Para Verri, ese esquema genera inquietudes, especialmente desde una mirada territorial.

"Como sanducero, me genera muchas dudas que el horno de Paysandú no esté activo", afirmó, aunque aclaró que las autoridades garantizaron que no habrá pérdida de fuentes laborales.

El diputado remarcó que el mantenimiento del empleo fue una condición central también en las propuestas de asociación con privados impulsadas durante la administración anterior, aunque reconoció que el enfoque actual es distinto y queda bajo exclusiva responsabilidad del Poder Ejecutivo.

Coincidencias, pero con advertencias

Pese a los cuestionamientos, Verri valoró el tono del diagnóstico presentado por Ancap y el Miem, al que calificó como "honesto y sincero". En ese marco, consideró positivo que se haya invitado a la oposición a realizar aportes al plan estratégico, aunque subrayó que las decisiones finales corresponden al gobierno.

El legislador señaló que, si el plan comienza a ejecutarse en 2026 como fue anunciado, las pérdidas del negocio podrían empezar a reducirse, aunque insistió en que el proceso no estará exento de costos y tensiones.

Hidrógeno verde y Antel Arena, señales positivas

Más allá del portland, Verri destacó como “una muy buena noticia” los avances del proyecto de hidrógeno verde en Paysandú, al que definió como una inversión clave para el desarrollo del norte del país. Señaló que el emprendimiento avanza con certezas regulatorias y respaldo ambiental, y confió en que no se verá afectado por las objeciones planteadas desde Argentina. También valoró las explicaciones brindadas sobre el cambio de gestión del Antel Arena, tema que, según indicó, no generó mayores cuestionamientos durante la sesión.

Por otro lado, Cardona, aseguró este martes que el gobierno no prevé el cierre de ninguna de las plantas de Portland de Ancap y que el Poder Ejecutivo ya cuenta con un diagnóstico técnico y un plan de acción para el negocio, elaborado "en tiempo récord" y con participación de distintos actores políticos y sindicales.

"Nos vamos absolutamente satisfechos con la comparecencia. En menos de seis meses tenemos un diagnóstico y un plan de acción", afirmó Cardona en rueda de prensa tras su comparecencia ante la Comisión de Industria del Parlamento.

Según explicó, el trabajo se apoya en evidencia técnica y apunta a "reducir pérdidas, mantener el mercado que tiene el Portland de Ancap y cuidar a los trabajadores en todos los sentidos". En ese marco, subrayó: "No anunciamos ningún cierre de plantas, así que para nosotros es una muy buena noticia".

Un plan nacional con metas a corto, mediano y largo plazo

Cardona remarcó el "buen clima" del intercambio parlamentario y señaló que el plan de acción fue presentado con una hoja de ruta clara, que incluye tres horizontes temporales: una meta de corto plazo hacia el cierre de 2026, una meta de quinquenio para alcanzar los resultados de 2019 y un objetivo de más largo plazo, a 15 años, con la expectativa de que el negocio del Portland pase a generar ganancias.

"El plan no es solo económico. Tiene un componente de inversiones, de reorganización de procesos, de reducción de capacidad ociosa y de revisión de perfiles del personal”, explicó. En ese sentido, detalló que se analiza el negocio "como un todo", contemplando tanto las plantas de Paysandú como de Minas.

La ministra también anunció la conformación de un grupo de trabajo multipartidario para dar seguimiento al plan. "Es un plan nacional y todos tenemos que estar involucrados", sostuvo, al tiempo que confirmó que se invitó a legisladores de la oposición a participar del monitoreo.

Reorganización operativa y coordinación institucional

Entre los cambios previstos, Cardona mencionó la centralización de compras, la revisión de los procesos logísticos y la necesidad de evitar duplicaciones. "Imagínese un repuesto en un barco para Paysandú y otro repuesto en otro barco para Minas. No tiene ningún sentido", ejemplificó.

Además, destacó la coordinación con los trabajadores y con el sindicato Fancap, así como el trabajo conjunto con otros organismos del Estado. Según dijo, el proyecto se inscribe también en una mirada más amplia vinculada a la descarbonización y a iniciativas estratégicas como el hidrógeno verde, que calificó como un "tema país".