A contramano de la controversia que rodeó su adquisición, la exestancia María Dolores empieza a mostrar señales concretas de funcionamiento productivo y articulación institucional, con impacto directo sobre la lechería y la producción forrajera del centro del país. Autoridades nacionales, departamentales y representantes del sector agropecuario recorrieron el predio y coincidieron en que el desafío ahora es mirar hacia adelante y consolidar resultados.
Estancia María Dolores: entre la polémica política y la apuesta productiva para la lechería
Ámbito participó de la visita del predio destinado a la producción lechera, donde se pudieron ver sus avances tras los cuestionamientos de la oposición.
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Ámbito recorrió la estancia María Dolores tras la polémica por su adquisición.
Un grupo de periodistas, entre los que estuvo Ámbito, acompañó la recorrida por el extenso predio, bajo un intenso sol de diciembre. Allí se pudieron conocer los avances realizados hasta el momento y dialogar de primera mano con sus protagonistas.
Este predio se trabaja junto a la Asociación Nacional de Productores de Leche, la Sociedad de Productores de Leche de Florida, la Sociedad de Productores de Leche de San Ramón de Canelones, la Sociedad de Productores de Leche de Rodríguez de San José, y la Sociedad de Fomento Treinta y Tres Orientales de Florida.
El intendente de Florida, Carlos Enciso, evitó reabrir el debate sobre el proceso de compra del establecimiento y puso el acento en la oportunidad que representa el proyecto para el territorio. “No me corresponde entrar en las disquisiciones sobre la adjudicación o la compra. Tengo que actuar sobre la realidad y mirar para adelante”, afirmó. En ese sentido, señaló que la intendencia busca aportar desde la articulación público-privada: “Estamos convencidos de que podemos sumar recursos humanos, contactos y sinergias para capacitar jóvenes y apoyar la producción”.
Enciso también subrayó la importancia de la infraestructura rural como condición clave para que el proyecto tenga impacto económico. “Vamos a trabajar con Colonización, mediante convenio, para asegurar la logística de los caminos. Es clave que estén en condiciones para sacar la producción, especialmente la lechería”, sostuvo, aludiendo a experiencias similares ya desarrolladas en otras colonias del departamento.
Desde el gobierno nacional, el ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP), Alfredo Fratti, destacó el ritmo que tomó el emprendimiento y su potencial multiplicador. “Nunca pensé que en pocos meses esto pudiera estar funcionando”, dijo, tras recorrer los cultivos y las instalaciones. “Acá no hay que pensar tanto en la polémica, sino en los más de 300 productores que se van a beneficiar con forraje al alcance de la mano”.
Según Fratti, el acceso a la alimentación y los campos de recría puede generar un efecto equivalente a “agrandar el campo” para muchos productores, liberando superficie y mejorando la productividad. “Esto permite producir más leche, y cuando producimos más leche, el beneficio no es solo para un productor: es para el país entero”, afirmó, aludiendo al impacto en exportaciones y generación de riqueza.
El ministro también llamó a dejar de lado las diferencias partidarias frente a proyectos estratégicos. “Acá podemos saltar la barrera política y pensar en el país. La riqueza se reparte cuando se produce más”, sostuvo. En ese marco, recordó que la lechería fue históricamente un eje central en la visión de desarrollo productivo del expresidente José Mujica. “Pepe siempre decía que la lechería es lo que más mano de obra genera y lo que más mueve la rueda. Este proyecto tiene mucho de esa idea”, afirmó.
Fratti vinculó la experiencia de María Dolores con los objetivos más amplios del Instituto Nacional de Colonización para el período, que incluyen alcanzar unas 25.000 hectáreas orientadas al sector lechero. “El desafío es que haya más campo para los productores, especialmente en un contexto difícil para la lechería”, señaló, y advirtió que, si cada compra de tierras deriva en conflictos políticos prolongados, “se vacía de contenido una herramienta clave de política pública”.
La visión desde el sector productivo fue aportada por Leandro Noya, vocero de la Asociación de Productores de Leche de Villa Rodríguez, quien destacó los avances logrados en tiempo récord. “Para la fecha y para cuando se tomó el predio, los avances fueron muy significativos. Se trabajó en tiempo récord; siempre decimos que si las cosas se desarrollaran como se desarrolló María Dolores, seríamos un país de primer mundo”, afirmó.
Gremiales lecheras satisfechas
Noya señaló que el proyecto cambia estructuralmente las posibilidades de producción. “Trabajar un campo año a año, preparar mejor la tierra, se traduce en mejores resultados. Hoy estamos muy conformes con lo logrado”, dijo. En términos de productividad, explicó que el potencial es aún mayor: “Hoy se habla de rendimientos de 10.000 a 11.000 kilos por hectárea, pero el potencial es de 15.000 kilos”, detalló.
Actualmente, el predio cuenta con unas 495 hectáreas de maíz bajo riego, además de áreas bajo pivote y en secano. Según Noya, parte de la producción saldrá como grano húmedo entre febrero y marzo, mientras que el grano seco dependerá del clima y se cosechará más avanzado el otoño. “Todo el forraje debería estar procesado en marzo”, indicó.
El dirigente gremial también puso el foco en el contexto del sector, marcado por la salida de productores. “Que 154 productores hayan dejado la actividad en el último año preocupa”, sostuvo, y enumeró factores como la sequía, los excesos hídricos, señales de precios poco claras y el envejecimiento del sector. Aun así, fue enfático: “Estamos convencidos de que la lechería en Uruguay es rentable, y con herramientas como esta se puede mitigar parte del impacto”.
Desde el punto de vista de los costos, Noya remarcó que iniciativas como María Dolores tienen un efecto directo sobre la ecuación económica del productor. “La alimentación representa cerca del 70% de los costos. Esto abarata la canasta de insumos para el productor chico”, explicó, y planteó que replicar experiencias similares en otras regiones “es una muy buena estrategia”.
Además, vinculó la competitividad interna con el acceso a mercados externos. “Necesitamos acuerdos que nos permitan llegar a mercados exigentes pero que pagan bien, como Japón. Eso es lo que realmente cambia la ecuación de la producción”, afirmó.
Consultado sobre la controversia política, Noya fue claro: “Las gremiales no estamos para evaluar si fue una buena inversión o no. Tenemos una herramienta muy interesante y el compromiso de trabajar por la lechería y por el país”. Y concluyó: “El sistema político debería dejar de lado las diferencias y trabajar sobre la lechería. Nosotros estamos para hacerlo juntos: gremiales, gobierno y todos los actores”.
Con los primeros resultados productivos a la vista, el proyecto empieza a correrse del eje de la controversia y a instalarse en otro terreno: el de su viabilidad económica, su impacto en la cadena láctea y su contribución a una estrategia de desarrollo rural de largo plazo.




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