La economía uruguaya creció un 1% en el tercer trimestre

El Banco Central del Uruguay precisó que el PIB volvió a arrojar un dato positivo en comparación con el segundo trimestre del año.

El Banco Central del Uruguay informó que el PIB volvió a crecer en el tercer trimestre.

Foto: Radio Universal

El PIB aumentó un 1% en el tercer trimestre, en comparación con el trimestre previo en cálculo desestacionalizado, según informó el Banco Central del Uruguay (BCU).

En comparación con igual período del año pasado, el PIB cayó 0,2%, principalmente por las mermas en la generación de energía (11,3%) y en la actividad de la construcción (8,6%). Además, se registró una caída interanual de 1% en el sector industrial, con incidencia de la parada de Ancap, que se contrapuso a una mayor actividad frigorífica y la puesta en marcha de UPM 2.

Todo esto fue compensado por una mayor producción agropecuaria (9,6%), principalmente por mayor faena y mayor actividad forestal, asociada a la nueva planta de celulosa.

A su vez, creció 2,6% interanual el rubro Transporte y Comunicaciones, por un aumento en servicios auxiliares de transporte, principalmente. Además, sigue aumentando la actividad en telecomunicaciones, por crecientes niveles de transmisión de datos. Por el contrario, bajó la demanda externa de tecnologías de la información. Asimismo, aumentó la actividad en servicios financieros y profesionales (3,7% y 2%, respectivamente).

Qué ocurrió con la demanda de la economía

Desde el enfoque de la demanda, la economía mostró en el tercer trimestre una expansión del consumo y del gasto estatal, que crecieron 3,4% y 2,7% respectivamente, en comparación con igual período de 2022. En el primer caso, el informe del BCU destaca el aumento del gasto turístico en el exterior, principalmente en Argentina, así como el consumo de vehículos automotores.

Por el contrario, la inversión bajó 11,3% interanual, reflejando la culminación de las obras de UPM 2 y el Ferrocarril Central, que no se compensan con la mayor construcción de viviendas.

En el vínculo con el exterior, las importaciones crecieron 5% interanual, mientras las exportaciones se retrajeron 8,2%. En el primer caso se refleja el mayor consumo interno, con aumento en importaciones de vehículos, por ejemplo. En exportaciones se reflejan las menores ventas de soja y vehículos, lo que se compensa parcialmente por mayores exportaciones de carnes. En servicios, el informe menciona una caída en las ventas de servicios de TI y otros servicios profesionales.

En síntesis, la economía logró sostener un modesto avance desestacionalizado, con una preponderancia del consumo sobre la producción y la inversión. Esto es consecuencia del aumento en el poder adquisitivo de la población, en especial en la comparación regional. Este aumento también se asocia a mayores costos locales, lo que dificulta la competitividad. Aun así, varios de los efectos negativos en la economía son transitorios y puede esperarse un último trimestre con un crecimiento más firme.