La Federación de Trabajadores de la Industria Láctea (FTIL) advirtió sobre el posible cierre de plantas, rebajas salariales y la falta de control en el uso de recursos públicos destinados a sostener la industria en todo el país.
La industria láctea en alerta por cierres de plantas y rebajas salariales
Con tres casos en agenda, sindicatos reclaman garantías laborales y piden al Ministerio de Trabajo señales firmes.
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El empleo subió levemente en un mercado laboral estable
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Crece la remisión de leche mientras que aumenta el poder de compra en el sector

Trabajadores del sector lácteo exigen al gobierno frenar cierres y despidos.
La FTIL encendió la alarma en el sector tras declarar su estado de "alerta" y "sesión permanente" ante una serie de decisiones empresariales que afectaron directamente a la producción y al empleo del sector lácteo.
Uno de los principales focos de preocupación es la planta de Conaprole en Rivera, cuya continuidad está siendo evaluada por la empresa. La directora nacional de Trabajo, Marcela Barrios, confirmó que se analiza la "viabilidad" de esa operación, mientras que el presidente de la cooperativa, Gabriel Fernández, explicó que la decisión se debe a la caída en la venta de leche fresca en el "norte del país".
En ese contexto, se espera una reunión clave este jueves en la sede del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS) entre representantes de Lactalis, la FTIL y la Asociación de Obreros y Empleados de Conaprole (AOEC), donde se intentará avanzar en una salida negociada.
En paralelo, la FTIL también observa con inquietud la situación de la multinacional Lactalis, que opera en Uruguay con marcas como Président, Granja Pocha, Parmalat y Colonial. Según el comunicado del gremio, la empresa habría planteado al MTSS su intención de reabrir la planta de Cardona, en Soriano, pero bajo un régimen zafral y con rebajas salariales.
La preocupación sindical se extiende también a la situación de la empresa Calcar, cuya planta de Tarariras, en Colonia, cerró recientemente y fue puesta en funcionamiento bajo autogestión por unos 50 trabajadores. La fábrica, que continúa procesando materia prima mientras aguarda el remate judicial, cuenta con el respaldo de la FTIL. "Observamos con suma atención el proceso del remate, pero con un proyecto que tome en cuenta de manera prioritaria el mantenimiento de los puestos de trabajo", expresaron.
Reclamos por uso indebido del fondo FRIL
Pero más allá de cada caso puntual, la federación puso el foco en el uso del Fondo de Reconversión para la Industria Láctea (FRIL), herramienta pensada para apoyar la sustentabilidad del sector. En ese sentido, la FTIL fue contundente y dijo: "Entendemos que es imprescindible que las autoridades correspondientes den señales claras y sancionatorias a las empresas, empresarios y todos aquellos que hayan sido responsables con sus decisiones de mala utilización de los Fondos de Reconversión para la Industria Láctea para uso y beneficio que nada tiene que ver con los destinos para los que fueron creados".
El comunicado deja entrever un reclamo no solo hacia las empresas, sino también hacia el Estado por la falta de controles. En un contexto de debilidad para algunas industrias y tensiones crecientes en la cadena láctea, los trabajadores advierten que están dispuestos a resistir recortes y cierres que comprometan los empleos y los recursos públicos del sector.
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