La venta de ropa en comercios minoristas cayó 1,5% en enero
Las perspectivas futuras sobre el consumo de ropa dependen de diversas variables, aunque una resulta clave: el resultado de la carrera entre los precios y los salarios. Según muestra el Semáforo de la CIAI, el consenso de los analistas del mercado prevé una inflación en torno al 20% para 2018, al tiempo que el Gobierno apunta a cerrar las negociaciones paritarias en torno a la meta inflacionaria del 15%. La concreción de ambas expectativas supondría la reducción del poder de compra de los trabajadores, lo que impactaría negativamente en las ventas de ropa.
A su vez, la entrada de prendas importadas subió 59,8% en enero de 2018 comparado con el mismo mes de 2017. Si se analiza el comportamiento de las cantidades importadas de indumentaria, el incremento fue aún superior, de 83,3%. El precio promedio de la ropa importada, por otra parte, bajó 12,8%, según información del INDEC. Y el tipo de cambio real con China, principal origen de las prendas extranjeras, mostró una suba de 12,3% en febrero de 2018 respecto de febrero de 2017, según el BCRA.
En tanto, las exportaciones de ropa cayeron 22,8% en enero de 2018 respecto al mismo mes de 2017, según los registros aduaneros del INDEC.
La caída del consumo de ropa llevó a un abaratamiento relativo de los precios de las prendas, que sólo aumentaron 16,9% entre enero de 2017 y enero de 2018. Esto es, varios escalones menos que el 25% de inflación general de la economía argentina, según las mediciones del INDEC.
Como consecuencia de la caída del consumo de ropa y el aumento de las importaciones, la producción nacional se redujo: la baja fue de 1,1% interanual durante el tercer trimestre de 2017, el último dato disponible en INDEC.
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