Ivet Playà, la mujer que conoció a Alejandro Sanz desde que era adolescente relató cómo fue su relación con el cantante

A través de un video publicado en TikTok, la joven expuso cómo su vínculo con el artista (a quien admiraba desde la adolescencia) fue evolucionando con el paso del tiempo, hasta convertirse, según sus palabras, en “una pesadilla”.

Alejandro Sanz junto a Ivet Playà  

Lo que empezó como una ilusión juvenil se transformó en una vivencia dolorosa para Ivet Playà, una joven catalana que decidió compartir públicamente su historia con el cantante Alejandro Sanz.

A través de un video publicado en TikTok, la joven expuso cómo su vínculo con el artista (a quien admiraba desde la adolescencia) fue evolucionando con el paso del tiempo, hasta convertirse, según sus palabras, en “una pesadilla”.

Ivet Playà rompe el silencio: su experiencia con Alejandro Sanz, entre admiración y desilusión

Todo comenzó en 2015, cuando Ivet era menor de edad y comenzó a recibir atención del artista en redes sociales. “Me comentaba fotos, me daba ‘me gusta’ y compartía cosas mías en sus perfiles”, explica, mostrando capturas como prueba.

Tras alcanzar la mayoría de edad, conoció a Sanz en persona. “Él tenía 49 años y sabía perfectamente que yo era una niña cuando comenzó todo”, afirma.

Todo comenzó en 2015, cuando Ivet era menor de edad y comenzó a recibir atención del artista en redes sociales. “Me comentaba fotos, me daba ‘me gusta’ y compartía cosas mías en sus perfiles”, explica.

Tiempo después, ya con 22 años, se mudó a Madrid tras aceptar una propuesta laboral para trabajar con el cantante. Según relata, la relación profesional derivó en un vínculo íntimo. “Lo que parecía un sueño terminó siendo traumático”, dice con firmeza.

Aunque aclara que no lo acusa de delitos, señala sentirse profundamente afectada por la experiencia. “Me ha dejado rota. Me sentí humillada y sobrepasada”, expresa con emoción.

Hoy, Ivet asegura haber recuperado su voz y haber aprendido a identificar relaciones sanas. “Ya no soy esa niña”, concluye.