El Papa Juan Pablo II descansó bien durante la noche después de someterse a una cirugía de garganta y ahora respira por sus propios medios, pero los médicos le aconsejaron que no hablara durante varios días, dijo el viernes su portavoz.
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Joaquín Navarro-Valls dijo que el corazón y la circulación sanguínea del Pontífice seguían bien y que no tenía una infección de neumonía bronquial, una posible complicación de la traqueotomía que le practicaron el jueves para aliviar sus problemas respiratorios.
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