La Profeco (Procuraduría Federal del Consumidor) dio a conocer en julio de 2025 un estudio exhaustivo sobre el mercado de jamones en México. El análisis, publicado en la Revista del Consumidor, evaluó más de 40 marcas que se comercializan en supermercados y tiendas del país. El hallazgo principal: no todos los productos que se venden como “jamón” cumplen con lo establecido por la Norma Oficial Mexicana (NOM).
Los jamones que jamás debes comprar en México en 2025, según estudio de la Profeco
Profeco revela en 2025 qué jamones en México no cumplen con la NOM: exceso de nitritos, más sodio y productos que ni siquiera son jamón real.
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Los jamones que jamás debes comprar en México en 2025, según estudio de la Profeco
El resultado del estudio sorprendió a miles de consumidores. Si bien todas las marcas analizadas cumplen con la calidad sanitaria mínima, nueve reprobaron en aspectos clave como el contenido de proteína, grasas, sodio y nitritos. Además, Profeco alertó que existen productos que se disfrazan de jamón, pero en realidad son embutidos con menor aporte nutrimental.
Esta información resulta clave para millones de familias mexicanas, ya que el jamón es uno de los embutidos más consumidos en tortas, sándwiches y desayunos. Pero, ¿qué debe contener un producto para ser considerado “jamón” y qué marcas no cumplen? Aquí te lo contamos.
Profeco: qué necesita un embutido para considerarse jamón
De acuerdo con la legislación mexicana, un jamón legítimo debe elaborarse con pierna trasera de cerdo doméstico o muslo de pavo, ambos aptos para consumo humano. La clasificación se determina principalmente por el contenido de proteína libre de grasa, la cantidad de fécula y los niveles de agua o soya añadidos.
La Profeco clasifica los jamones en cinco categorías:
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Jamón extrafino: Sin fécula y con al menos 18% de proteína libre de grasa.
Jamón fino: Sin fécula y con mínimo 16% de proteína.
Jamón preferente: Hasta 5% de fécula y 14% de proteína.
Jamón comercial: Hasta 10% de fécula y 12% de proteína.
Jamón económico: Máximo 10% de fécula y 10% de proteína.
Con base en estos criterios, la Profeco encontró inconsistencias en varias marcas que engañan al consumidor con declaraciones falsas en su etiquetado.
Profeco: las marcas de jamón que reprobaron el estudio de calidad
Aunque los productos no representaron un riesgo sanitario inmediato, sí incumplieron en aspectos de calidad y veracidad en sus etiquetas. Las fallas detectadas fueron exceso de nitritos, menor proteína a la declarada, exceso de sodio o grasa distinta a la reportada.
Exceso de nitritos
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El Mexicano: Rebasó el límite permitido de nitritos (191 mg/kg frente al máximo de 156 mg/kg).
Menos proteína de la que anuncian
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Bafar Jamón de pavo Virginia: Declaró 12% de proteína, pero solo tiene 11.2%.
FUD Jamón de pierna horneado: Reporta 12% de proteína, pero contiene 11%.
Declaraciones erróneas de grasa
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Bafar Pavo Jamón Americano: Señala 9% de grasa, pero en realidad tiene 1.8%.
Bafar Jamón de Pavo Lunch: Indica 9%, pero el análisis detectó 5.7%.
Exceso de sodio (“los salados”)
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Chimex Ibero Barcelona Jamón de Pavo: Declara 950 mg/100 g, pero contiene 1030 mg.
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Nutri Deli Jamón de pierna horneado: Reporta 780 mg, pero tiene 1198 mg.
Zwan Premium de cerdo y pavo: Señala 771 mg, pero el estudio halló 915 mg.
Benji Imitación de jamón 100% vegano: Declara 34% proteína, pero solo tiene 28.6%; en sodio reporta 295 mg, pero contiene 503 mg.
Profeco también identificó al menos 13 marcas que se venden junto a los jamones en supermercados, pero que legalmente no lo son. Estos productos usan denominaciones como embutido cárnico o producto cárnico cocido, lo que permite añadir pollo, pastas cárnicas, féculas y proteína de soya.
Entre las marcas señaladas están: Aurrera, Alpino, Chimex, Nutri Deli, San Antonio, Galicia, Kir, Tres Castillos, Galy Galicia, Bafar Clásico y Duby.
La dependencia advierte que estos productos tienen un aporte nutrimental menor y confunden al consumidor al colocarse junto a los jamones verdaderos.
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