30 de octubre 2006 - 00:00

EE.UU. resiste venta de empresa a venezolanos

Hugo Chávez
Hugo Chávez
Washington (EFE, Reuters, LF) - El gobierno de Estados Unidos está investigando la adquisición de una empresa estadounidense fabricante de máquinas de votación por una firma supuestamente vinculada al gobierno del presidente venezolano, Hugo Chávez.

Según informó ayer la edición digital de «The New York Times», que cita fuentes no identificadas del Comité de Inversiones Extranjeras, se trata de averiguar si el gobierno de Chávez ejerce control o influencia sobre las operaciones de la compañía Smartmatic Corporation, compradora de la estadounidense Sequoia Voting Systems.

Fuentes del Departamento del Tesoro de EE.UU. se negaron a confirmar si hay una investigación oficial, aunque sí indicaron que el Comité de Inversiones Extranjeras se ha puesto en contacto con Smartmatic Corporation. El embajador de Venezuela en Washington, Bernardo Alvarez, negó que hubiera algún vínculo entre la empresa y el ejecutivo venezolano.

«El gobierno venezolano no tiene nada que ver con la compañía salvo que la contrató para nuestro proceso electoral», dijo Alvarez.

En febrero de 2004, las autoridades electorales venezolanas seleccionaron a la empresa Smartmatic-Bitza para suministrar la tecnología que automatizaralos procesos de votacióny escrutinio de las eleccionesque se celebrarían ese año en Venezuela.

  • Temores

    En setiembre de 2004, la oposición venezolana pidió auditar las máquinas y sistemas propiedad de Smartmatic utilizados en el referendo electoral del 15 de agosto, por temor a que estuvieran alterados. En marzo de 2005, Smartmatic aprovechó los beneficios de unos 120 millones de dólares logrados tras sus acuerdos para las elecciones de 2004 con el Ejecutivo venezolano,para adquirir la empresa Sequoia Voting Systems,con base en Oakland ( California).

    Según «The New York Times», Smartmatic tiene instalado equipamiento de votación en 17 estados de EE.UU. y en Washington DC.

    La legisladora demócrata Carolyn Maloney, que ya preguntó en mayo al Ejecutivo estadounidense por esta cuestión, subrayó que el gobierno debería saber quién es propietario de esas máquinas porque «es una cuestión de seguridad nacional».

    Esta es la segunda vez que las conflictivas relaciones entre Estados Unidos y Venezuela afectan a empresas.

    El pasado 27 de setiembre, la cadena de tiendas de abastecimiento y estaciones de gasolina 7-Eleven informó que dejaría de comprar combustible a la firma petrolera Citgo, filial de la estatal venezolana Petróleos de Venezuela SA (PDVSA), como protesta por los insultos de Chávez al gobierno de Estados Unidos.
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