Irán da otro paso hacia el enriquecimiento de uranio

Teheran (ANSA) - Irán inició ayer la alimentación con gas de la segunda serie de 164 centrífugas con el objetivo de incrementar sus actividades de enriquecimiento de uranio, cuando Francia advirtió que respaldará sólo sanciones "temporarias y reversibles" si fracasan las negociaciones.

El ministro de Defensa ruso, Serguei Ivanov, consideró "por lo menos prematuro" sostener que Irán desarrolla tareas para enriquecimiento de uranio con "objetivos bélicos".

"No comparto las preocupaciones sobre el hecho de que Teherán pueda en un futuro próximo obtener uranio enriquecido al punto de ser usado con objetivos militares", dijo el ministro a periodistas en Moscú, tras el anuncio iraní.

"Es por lo menos prematuro hablar de una adquisición por parte de Irán de uranio enriquecido utilizable con objetivos bélicos", advirtió.

El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, volvió a considerar inaceptable que Irán acceda a la construcción de una bomba atómica, planes desestimados por Teherán.

El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, que analiza una resolución con sanciones en el litigio iraní, reclamó cancelar esas actividades con plazo hasta el 31 de agosto, pero Teherán consideró "ilegal" esa decisión.

Irán anunció hasta hoy niveles de uranio enriquecido de 4,8 por ciento, suficiente para la producción de combustible pero escaso para la construcción de armas nucleares, proceso que requiere una densidad superior a 90 por ciento.

Ese recurso, si es elevado en forma cuantitativa por acumulación de centrífugas, puede permitir el acceso a niveles suficientes para la producción de armamento atómico, objetivo que Estados Unidos y países europeos imputan sin pruebas en concreto a Teherán.

Fuentes diplomáticas aseguraron el lunes en Viena que Irán había activado la segunda línea de centrífugas, pero voceros de la Agencia Internacional para la Energía Atómican (AIEA) advirtieron ese mismo día que Teherán está "lejos" de producir uranio enriquecido a escala industrial.

El miércoles el informe con la instalación de la segunda línea de centrífugas, que se suma a la primera también de 164 y en funcionamiento, fue ratificado por la agencia ISNA.

La misma fuente reportó ayer el inicio del proceso de alimentación con gas, al parecer uranio del tipo UF6, en el marco de un plan que Irán asegura sólo orientado a actividades civiles, para la producción de combustible.

El uranio se encuentra en una relación "isotópica" de 0,7 por ciento de uranio 235, que permite actividades nucleares por su capacidad fisible -es decir que sus núcleos pueden ser partidos con facilidad- y 99,3 por ciento del isótopo 238.

El objetivo del enriquecimiento es condensar uranio 235, que es separado del 238, para producir la fisión nuclear.

A partir del mineral de uranio se prepara un compuesto llamado "yellow cake", punto desde el cual es posible extraer un gas, el UF6, que se inyecta en un sistema de centrífugas ordenadas en sistemas de secuencia.

El presidente de Francia, Jacques Chirac, advirtió que París respaldará sanciones sólo "temporarias y reversibles" si fracasan las tratativas por los programas nucleares iraníes y volvió a ponderar el diálogo para una solución al litigio.

"Espero que se pueda a través del diálogo encontrar una solución", dijo Chirac en Wuhan, en el sur de China.

El mandatario francés sostuvo que si fracasan las tratativas con Teherán "sería probablemente necesario encontrar sanciones justas, adecuadas, provisorias y reversibles".

Francia, uno de los cinco países con derecho a veto en el Consejo de Seguridad de ONU, integró con Gran Bretaña y Alemania el trío europeo que llevó adelante negociaciones con Irán sobre sus programas nucleares hasta agosto de 2005.

Chirac reclamó el 18 de septiembre que la suspensión de los planes de enriquecimiento de uranio no sea una "precondición" para las conversaciones con Teherán, como exige Estados Unidos, y pidió cesar amenazas.

Por esa decisión fuentes norteamericanas acusaron a París de llevar adelante una línea "blanda" en el litigio.

Teherán advirtió en numerosas oportunidades que sus programas nucleares forman parte de
su estrategia de desarrollo económico, orientados a la producción de energía.

Sin embargo, Estados Unidos, que pugnó por sanciones cuando estaban en curso negociaciones con países europeos, reclama privar a Irán de ese recurso, al que atribuye objetivos militares.

Irán advirtió que el objetivo real de Washington es expandir su control estratégico en la región y acotar el desarrollo tecnológico y económico de países como Irán, sin preocupaciones por la proliferación de armas de destrucción masiva.

Estados Unidos afronta en el Consejo de Seguridad la resistencia de China y Rusia a la imposición de sanciones irreversibles, y reparos de países europeos.

Los cancilleres de la UE derivaron el caso al Consejo tras haber ampliado el 2 de septiembre el período de negociaciones, pero ratificaron la solución a través de diálogos.

Los cinco países con derecho a veto del Consejo -Estados Unidos, China, Francia, Gran Bretala y Rusia- más Alemania analizan una resolución con posibles sanciones contra Irán. El plan de resolución prevé embargos de materiales para actividades nucleares y sanciones financieras.

China mantiene contratos estratégicos en áreas de energía con Irán, país al que compra la mayor cantidad de petróleo para consumo interno, y Rusia mantiene convenios en áreas nucleares, como la construcción de la planta de Bushehr, objetada por Estados Unidos.