Persisten los ataques en San Pablo

Los atentados ya dejaron 7 personas muertas

Un policía murió durante la noche enSan Pablo, y se produjeron cinco incendios criminales y ataques a autobuses como parte de la ola de violencia lanzada desde el martes por el crimen organizado, que provocó al menos nueve muertos, y parece estar perdiendo fuerza.

La acción más violenta de la cuarta noche de ataques se produjo el viernes por la noche en Praia Grande, en el interior del estado, donde un policía fue asesinado a balazos, y otro sufrió un ataque con bombas molotov contra su casa.

En la ciudad de San Pablo, un camión recolector de residuos y una camioneta de transporte de pasajeros fueron quemados en la madrugada, mientras hubo principios de incendios en una fábrica, un depósito de chatarra y un supermercado.

La policía, por su parte, registró varios ataques a balazos a autobuses, luego de los incendios de al menos 60 vehículos de los últimos días que dejaron a la ciudad semiparalizada.

Las autoridades consideran que los incendios son parte de la ofensiva de ataques criminales lanzada por el Primer Comandode la Capital (PCC), principal grupo del crimen organizado de San Pablo.

La nueva secuela de ataques criminales lanzada por el PCC, luego de la de mayo, que provocó más de 160 muertos, comenzó elmartes, y hasta ahora causó seis muertos según datos oficiales, que admiten que puede haber otras tres víctimas.

La policía, por su parte, abatió a cinco "sospechosos" de haber participado en los ataques, y detuvo a otros 58, a uno de los cuales se le halló en su poder una carta del PCC con un"manual" para realizar atentados.

La violencia provocó un cruce de acusaciones entre el gobierno y la oposición, en plena campaña electoral para las elecciones de octubre, en las que el presidente Luiz Inácio Lula da Silva buscará un segundo mandato.

La oposición, que gobierna San Pablo desde hace 12 años, consideró que el Partido de los Trabajadores del presidente podría estar "manipulando" los ataques, y consideró "extraño" que se produjeran en plena campaña electoral.

Lula da Silva, por su parte, calificó de "insanas" las especulaciones, mientras que los máximos dirigentes del PT anunciaron que procesarán a los opositores que sugirieron vínculos del partido con el PCC.

Pese a los roces, el gobernador de San Pablo, que rechazó laoferta de tropas del Ejército que le hiciera Lula da Silva, se reunió el viernes con el ministro de Justicia, Marcio Thomaz Bastos, para definir la cooperación del gobierno federal para enfrentar la violencia.

El gobierno federal liberó una partida de 50 millones de dólares para refuerzo de las fuerzas de seguridad, la mitad de la cual será utilizada para la reconstrucción de prisiones destruidas durante una onda de rebeliones coordinadas por el PCC que destruyó decenas de penales del estado.