Filipinas se encuentra en «estado de catástrofe nacional» después de que un alud de barro provocado por un tifón causara más de 800 muertos y desaparecidos, aunque los servicios de rescate temen que el balance final supere el millar de víctimas.
El contenido al que quiere acceder es exclusivo para suscriptores.
Al menos 406 personas murieron y 398 están desaparecidas por el alud de barro provocado tras el paso del tifón Durian, explicó el presidente de la Cruz Roja local, el senador Richard Gordon, que advirtió que el balance podría aumentar y superar el millar de víctimas.
«Es importante que recuperemos cuántos (cadáveres) podamos (...) pero en algún momento tenemos que cerrar y declarar como fosa común esta área», afirmó.
Una avalancha de barro se desprendió de las laderas del volcán Mayon (2.460 metros), situado a unos 350 km al sudeste de Manila, tras el paso del ciclón. Todas las víctimas fueron registradas en la provincia de Albay, en la región oriental de Bicol.
El gobierno anunció que se dispondrá una ayuda de urgencia de 1.000 millones de pesos (20 millones de dólares) para rehabilitar las zonas afectadas por el paso del ciclón. «Todos los medios del gobierno continuarán siendo movilizados sin descanso», aseguró la primer mandataria.
Según la Cruz Roja, 31 pueblos y aldeas en los que vivían 14.871 personas se vieron afectados por la catástrofe.
Dejá tu comentario