La Asociación de Bancos Privados del Uruguay (ABPU) cuestionó los “elevadísimos aportes jubilatorios” y los “altos costos laborales” en el sector, al manifestar su compromiso con “la grave situación” que atraviesa la Caja Bancaria, sobre la cual proyectaron un déficit que alcanzará a los 1.000 millones de dólares en 15 años.
Bancos privados proyectan un déficit de más de u$s 1.000 millones en la Caja Bancaria
Desde la Asociación de Bancos Privados del Uruguay (ABPU) alertaron por la "grave situación" de la entidad.
-
La Caja Bancaria y de Profesionales, al borde de no pagar las jubilaciones
-
Los bancos contra la reestructuración de deudas de Cabildo Abierto, "es un problema individual"
Desde la ABPU cuestionaron que el aporte patronal de los bancos es de 25,25%, más elevado que el régimen general de 7,5%, sin contar la Prestación Complementaria Patronal (PCP). “Entre ambas partidas, los bancos privados realizaron en 2022 un aporte equivalente a 47%, más de seis veces más que lo que aportan el resto de las empresas uruguayas”, cuestionaron.
Los bancos privados consideraron que la crisis de la Caja Bancaria era “previsible” y lamentaron que “los bancos que la comprenden, se comprometieron a aportar varias decenas de millones de dólares adicionales, a condición de que se logre un camino de sustentabilidad”.
Sobre su postura, insistieron en que se debe “contribuir con una solución de fondo” y pidieron que se garantice “la sustentabilidad de largo plazo” para evitar que se resuelva mediante un “parche financiero”.
Una reforma "con el agua al cuello" que no da margen a "soluciones graduales"
La APBU criticó, por otra parte, que “la inminencia de la necesidad de recursos adicionales nos enfrenta a tener que hacer una reforma ‘con el agua al cuello’ y nos deja sin margen para soluciones graduales”.
Al respecto, indicó que en los últimos cinco años la Caja “acumuló un resultado negativo de 285 millones de dólares que, sumado a la proyección de déficit para los próximos años, alcanza una cifra cercana a 1.000 millones de dólares”. Por todo esto, definió: “Una situación de déficit durante más de 15 años no es un problema financiero, es un problema económico”.
Finalmente, los bancos privados sostuvieron que “otro gran desafío que enfrentamos es adaptar nuestras prácticas y las relaciones laborales al mundo actual y al que se avecina”. Lamentaron el “sistema laboral rígido, que atenta contra la generación de empleo y la meritocracia y genera problemas de incentivos y de equidad”.
En esa línea, apuntaron contra “los elevadísimos aportes jubilatorios”, que derivan en “costos laborales tan altos y artificialmente desacoplados de la productividad que desestimulan muy fuertemente la contratación en el sector bancario”.
Dejá tu comentario