Buenos Aires picante, ¿cualés son los mejores restaurantes para experimentar?

La capital argentina ofrece varias opciones para experimentar con platos picantes, en varios puntos de la ciudad.

En la Ciudad de Buenos Aires también es posible experimentar con platos picantes de todas las nacionalidades y en todos los barrios.

SANTA INÉS

En MN Santa Inés, la cocina de Jazmín Marturet viaja por distintos territorios, pero mantiene una premisa clara: cuando un plato dice que pica, realmente pica. Para quienes buscan un almuerzo con carácter, el menú ofrece algunas de las opciones más intensas de la casa: las Pakoras mixtas, acompañadas por un chutney picante que aporta un golpe de especias y calor, además de aquafaba y frutas; el Pad Gra Pao, un salteado de cerdo con chiles, albahaca y ajos que entrega un picor franco al estilo del sudeste asiático y se sirve con arroz y huevo frito, y el Gaeng Panang Gai, un curry rojo tailandés de pollo cuya pasta especiada imprime un ardor profundo, equilibrado por la leche de coco y el maní. Propuestas pensadas para quienes disfrutan de sabores vibrantes y de la intensidad justa sin perder equilibrio en cada bocado.

Dirección: Ávalos 360 (entre Av. Elcano y Paz Soldán), Paternal.

MI GUSTO

La nueva Crunchy de Mi Gusto llega como una propuesta ideal para quienes buscan los sabores intensos. El nivel de picor se destaca por el tajín presente en su salsa ácida y por el topping de Doritos Flaming Hot, una combinación que acentúa perfiles explosivos, ácidos y crujientes.

Con carne de res desmechada y masa hojaldrada, la empanada logra un equilibrio entre textura y sabor, mientras que el toque crujiente suma carácter a cada bocado. Para acompañarla, se recomienda una cerveza lager bien fría o una limonada con hielo, opciones que ayudan a refrescar el paladar frente al picante. La Crunchy ya está disponible en todos los locales Mi Gusto, exclusivamente para delivery y take away, ideal para llevar y disfrutar en cualquier momento.

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@migustoempanadas

BARRA CHALACA

En Barra Chalaca, el picante marca el pulso de la experiencia. La barra cebichera de Gastón Acurio propone un recorrido que sube en intensidad y celebra los sabores costeros del Perú. Arranca con el Copón de leche de tigre, una mezcla fresca y punzante de fondo de pescado, apio, jengibre, lima y ajíes, servido con yuquitas. Le siguen los Langostinos Melcocha, fritos en tempura y bañados en mayo sriracha (salsa bien picante), ideales para comer como un taco con lechuga, cilantro, ají limo y dips encurtidos que suman acidez y crocante.

Los cebiches permiten elegir el nivel de ardor: desde el Chalaquito, con mariscos picados, chicharrón y tortitas de choclo, hasta el Chalaco, de pesca del día en su leche de tigre clásica. Para quienes buscan todo el poder del ají, el cierre está en dos pesos pesados: el Picante de mariscos con tacu tacu (unas tortitas de arroz) y la Parihuela, una sopa profunda y bien costeña —la más intensa de todas— con pescado, mejillones, jubia, navajuela y calamar, sazonada con ají panca, ají amarillo, cerveza, vino y limón, acompañada de yucas de la casa.

Direcciones: Arévalo 1392, Palermo; Bulnes 2579, Palermo; Montañeses 2599, Belgrano.

BILBAO

En Bilbao, el picante es un condimento que atraviesa varios platos de la carta y que se vuelve un guiño directo a la tradición española, pero reinterpretado con sello propio. El equipo de cocina trabaja su propio jalapeño deshidratado y picado, un ingrediente que producen para conseguir un picor más profundo, aromático y persistente. Ese jalapeño artesanal es la base de la salsa brava de la casa, una versión intensa y sabrosa que combina pisto de tomate, jugo de lima, cilantro y sal, y que se condensa hasta lograr una textura espesa y vibrante.

Es la salsa que acompaña las papas bravas —uno de los platos más pedidos—, pero también brilla en el desayuno avocado y en las empanadas de carne, donde llega como dip y levanta cada bocado con un golpe de calor que se queda un rato. Otro plato donde el picante encuentra su escenario perfecto son las gambas al ajillo, un clásico ibérico que en Bilbao se potencia con una cocción que mezcla ajo, aceite de oliva, pimentón picante español y una cucharada generosa de jalapeño. Para equilibrar la intensidad, la barra ofrece aliados perfectos: el Gin Tonic Bilbao, fresco y herbal; el vermouth de la casa, que limpia el paladar con sus notas cítricas y botánicas o una copa de tinto joven, que suaviza el picor sin opacarlo. En Bilbao, el picante no es un aditivo: es una actitud. Una forma de darle energía al tapeo y de sumar esa chispa que transforma cada plato en algo memorable.

Dirección: Thames 1795, Palermo.

GRAU CEBICHERÍA

En Grau Cebichería, el chef Raúl Zorrilla celebra la sazón de la costa peruana con una cocina sabrosa, generosa y auténtica, donde el ají ocupa un lugar central, tal como ocurre en muchas recetas tradicionales del Perú. Las estrellas de la casa son los cebiches, entre las opciones más elegidas está el Mixto, con pesca del día y mariscos seleccionados, marinado en leche de tigre al ají rocoto y limo, con un picor moderado y fresco.

Para quienes buscan platos más intensos, el Tacu Tacu a lo Macho es una receta obligada, ya que combina frejol canario y arroz al ajo salteados al wok, servidos con chicharrón de pescado y bañados en la potente salsa A lo macho, elaborada a partir de una base de ajíes rocoto, limo, amarillo y panca, camarones y verduras. El plato se completa con chipirones y langostinos en su punto justo. Otros imperdibles son el Pescado a lo Betty, un mero frito con mariscos a la parrilla y bañado en salsa A lo macho, y el risotto en tinta de calamar, con langostinos grillados y terminados con la misma salsa. La barra acompaña con cócteles frutados y refrescantes, entre ellos Jalea del Puerto, con vodka, vermut rosso, agua de tomate y frutilla, almíbar, limón y huacatay, decorado con un pequeño cebiche de frutilla servido sobre una concha de mar. También hay limonadas llamativas y jugos típicos.

Dirección: Guardia Vieja 3372, Abasto.

LA CASA BLANCA DE HABANA

En La Casa Blanca de Habana, el picante se luce en la pizza de bresaola de este mítico local de Villa Pueyrredón. Para los amantes de este tipo de propuestas, la pizzería ubicada en la esquina de Nazca y Habana ofrece en su menú una receta que combina una base de queso crema con mozzarella y bresaola con chile jalapeño cortado en finas láminas, cuatro rojas y cuatro verdes.

La experiencia sensorial se equilibra con el dulzor que le aporta el almíbar casero de mandarina que lleva por encima, junto con el perejil fresco que le brinda un extra herbal a esta pizza individual de 30 cm, hecha con masa madre de larga fermentación (48 h), en horno 100 % a leña. Para su maridaje, nada mejor que una cerveza bien fría o una refrescante copa de moscato de autor, un vino dulce joven hecho especialmente para la casa, que se puede disfrutar solo o en formato cocktail, con sprite o tónica.

Dirección: Nazca 4301, Villa Pueyrredón.

TANTA

Tanta, el restaurante del chef Gastón Acurio que reinterpreta la cocina criolla peruana con toques contemporáneos en un ambiente cálido, incorpora también opciones con un matiz picante para quienes disfrutan de sabores con carácter. Varias de sus preparaciones utilizan una salsa a base de sriracha que aporta un picor leve y agradable.

Entre ellas se encuentran las Wing Pop Bróster, glaseadas en una salsa coreano-limeña que equilibra dulzor y picante, y el Chanchito Taiwán, una propuesta abundante con cerdo crocante a la miel spicy, huevo frito, ensalada de pepino y chaufa blanco. Para quienes prefieren sabores más intensos, destacan las Croquetas de Choclo, rellenas de queso y acompañadas de una salsa de rocoto, jugo de limón y cebolla, y los Tequeños Limeños, con relleno de lomo saltado y la misma salsa de rocoto. Para suavizar el picor, la carta de bebidas ofrece alternativas frescas como el Pisco Sour, mocktails frutales como La Pomelada o una copa de vino blanco suave.

Dirección: Esmeralda 938, Retiro.