Todo venía en tono amable y armónico, hasta que habló el representante del Partido Nacional. Fue en el desayuno anual de la Sociedad de Productores Forestales (SPF), en el Hotel Radisson. Asistía buena parte de los principales empresarios del sector y la SPF había invitado a referentes de agro de los partidos, para compartir su visión sobre la forestación.
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En nombre del Frente Amplio habló Mario Bergara, economista y exministro de Economía. Destacó que la forestación es un buen ejemplo de crecimiento en base a reglas de juego claras y estables. Pero Conrado Ferber, referente de agro del Partido Nacional, le salió al cruce. Primero, en tono irónico, se congratuló de que estuviera Bergara. “Muchas veces nos han convocado estos días, desde distintos sectores, y hemos estado los referentes de todos los partidos, ya nos conocemos; pero no ha habido representantes del FA… Por eso me alegro de la presencia del economista, aunque pensé que iba a debatir con Labat”. Bergara miraba serio al público. Ferber es la voz autorizada de Álvaro Delgado en agro, y lo acompañaba parte de su equipo. Y no paró allí. “Podemos hablar del crecimiento del sector y todos tenemos amplios acuerdos, pero el tema es lo que hacemos ¿Qué va a hacer el FA? cuestionó. Las encuestas muestran liderando a la coalición, pero si el FA es gobierno ¿Cuál será la política? Porque después de haber facilitado la instalación de 2 plantas de celulosa, votaron un proyecto para limitar la forestación ¿en qué quedamos? es inexplicable, no suena lógico, no se entiende”, insistió. Ferber aludía al proyecto que impulsó Cabildo Abierto para limitar seriamente la instalación de nuevos montes de explotación forestales, proyecto que el FA -con mucho de oportunismo opositor- apoyó. Lacalle Pou se vió obligado a vetarlo, lo que generó uno de los tantos capítulos de polémica con Cabildo, socio en la coalición.
El exministro de Economía –y a quien algunos posicionan con chances de ser canciller en un Ejecutivo de Yamandú Orsi- se mordía la lengua por contestar. Pero le tocaba la palabra al asesor de Cabildo Abierto en temas de agro, Gonzalo Brum. En el ambiente forestal, en especial después de la votación del mencionado proyecto, Cabildo es mala palabra y las miradas se cruzaban entre varios, en las mesas del desayuno. El cabildante insistió en que la forestación debe ser limitada estrictamente a suelos de prioridad. El planteo chocó directamente con lo presentado al principio por la Presidente de la SPF, Ing. Lucía Basso, quién señaló que el sector está a las puertas de un nuevo salto productivo, si se mantienen las reglas de juego y las autorizaciones se cumplen en tiempo y forma. “A partir de unas 500.000 hectáreas más de montes de producción, habrá inversiones por más de 5.000 millones en plantas industriales y el PIB aumentará 3 puntos, con 9.000 puestos de trabajo más”, señaló.
Oddone y el frenesí argentino
“¡Vení, vení! Te voy a presentar al próximo ministro de Economía de Uruguay”, invitó un empresario a otro en la reunión del Consejo Interamericano de Comercio y Producción (CICyP) en Buenos Aires. Los dos hombres se abrieron paso entre la multitud y un sonriente Gabriel Oddone compartió una charla de unos 10 minutos con ellos.
La presencia del economista en el foro no pasó desapercibida y los hombres de negocios de Argentina lo rodeaban constantemente, casi en la misma proporción que a Yamandú Orsi, el invitado estelar del almuerzo.
Siempre amable, Oddone, en cambio, rechazó los pedidos de declaraciones de los periodistas en el lugar. “No soy nadie”, dijo ingresando rápido al salón donde 110 personas degustaban sus platos de u$s 240. Es que el favorito del candidato presidencial del Frente aún debe sortear las resistencias internas. La última semana de setiembre será clave para que se dirima la cuestión.
El sheriff
“Le dicen el sheriff”, comentó un militante del MPP mientras transitaba con un amigo por Tristán Narvaja, rumbo a 18 de julio. Hablaba de Gustavo Leal, el sociólogo frenteamplista que se perfila como uno de los asesores clave de Yamandú Orsi en temas de seguridad. “¿Será el próximo ministro?”, insistió el amigo. “Uuuuh, me preguntás demasiado. Mirá: Yamandú lo consulta y es un valorazo; quedó enredado con aquello de la visita al padre de Astesiano, pero cuando estuvo en el gobierno, actuó de manera firme, con actitud de Estado y yendo para adelante con la policía. ¿No te acordás? Iba a los barrios complicados, donde había episodios difíciles, y daba la cara. Te reitero: es un tipo clave y el FA lo tiene que tener en el gobierno”, respondió.
El amigo lo escuchaba atento mientras cruzaban la principal avenida de Montevideo y rumbeaban para El Galpón, donde habría un acto político en un rato. “¿Y Layera?”, preguntó en seguida. “Ah, pero vos querés que te diga ya todo el gabinete?”, dijo riendo. “Mirá: es lo mismo, es un tipo valiosísimo. Yo no sé con certeza, soy un militante de a pie, pero creo que lo piensan para tareas de inteligencia. Y es lógico: conoce la policía, tiene experiencia de gestión y autoridad. Sería excelente”. El amigo esta vez lo miró, pero no le preguntó nada. Entonces el hombre de la 609 habló: “Si, ya sé, los resultados de la gestión no fueron buenos… pero no es fácil. Los blancos cacarean diciendo que vuelven los mismos, pero se necesita gente confiable y con experiencia. Además: ¡qué caretas! Después que falleció Larrañaga la gestión de Heber fue lamentable, y ahora Martinelli busca terminar, para mí sin pena ni gloria”, disparó. “Me lees el pensamiento, le confesó el amigo, mientras cruzaban frente a la sucursal 19 de junio del BROU. Ya era de noche y los comercios iban cerrando. Y comenzaban a aparecer los que duermen en el hall del moderno edificio.
Sin invicto
Los relatos sobre combate al crimen organizado se sucedían en el edificio Guardacostas en Puerto Madero, en Buenos Aires, como parte de la Conferencia Internacional de Seguridad Marítima y Puertos hasta que llegó la exposición, podríamos decir sincera, del director nacional de Aduanas del Uruguay, Jaime Borgiani.
“Nosotros no podemos decir que estamos invictos, pero lo reconocemos, y reconocemos que hay un problema de narcotráfico y que tenemos que coordinar entre todos el trabajo para hacerle frente“, lanzó la frase a la que volvió varias veces. Para los asistentes, la mayoría de ellos jerarcas de seguridad de la región y hombres de negocios del rubro, no pasó desapercibido que la aclaración era una reacción directa a las palabras de la ministra de Seguridad argentina, Patricia Bullrich, que se había jactado de que, en su gestión, no hubo ningún decomiso de drogas en los puertos nacionales, un golpe bajo para la Aduana uruguaya días después de la polémica por el conteiner con 3,6 toneladas de cocaína que llegó a Portugal vía Montevideo.
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