27 de mayo 2023 - 15:00

Crisis del agua: una historia crítica que parece no tener final

Las lluvias no son suficientes para poner punto final al déficit hídrico en el país, que encontró cierto alivio en la puesta en funcionamiento de la represa de emergencia y en la donación de una planta desalinizadora a OSE.

La crisis del agua sigue en Uruguay, donde las lluvias todavía no alcanzan.

La crisis del agua sigue en Uruguay, donde las lluvias todavía no alcanzan.

Uruguay todavía no logra dejar atrás la crisis del agua que afecta fuertemente al país y, en particular, a la zona metropolitana, incluso con las lluvias de los últimos días: la represa de Paso Severino continúa en sus mínimos históricos, la planta desalinizadora que se planteó como solución al aumento de sodio y cloruro en el agua potable distribuida por OSE sigue sin poder llegar al territorio nacional, y los días de suministro en la capital tienen los días contados.

La novedad más reciente en la situación desesperante de déficit hídrico en el país es la donación por parte de la empresa finlandesa UPM de una planta desalinizadora para que OSE pueda abastecer de agua potable segura a hospitales y centros de enseñanza. Se trata de una planta de ósmosis inversa que permite eliminar el exceso de sal en 2.000 litros de agua por hora.

Esta infraestructura se instaló durante la construcción de UPM 2 en Paso de los Toros, Tacuarembó, y si bien la empresa pensaba seguir usándola hasta el segundo semestre, decidieron donarla a la compañía estatal de agua. OSE, por su parte, será la encargada de desinstalarla, desarmarla y trasladarla a la zona metropolitana, donde se experimentan las mayores dificultades en el acceso al agua potable, en un lapso de dos semanas.

Paso Severino, con los menores niveles de agua

Mientras tanto, la represa de Paso Severino sigue con niveles históricamente bajos de reservas, con 4,5 millones de metros cúbicos de agua cuando su capacidad máxima es de 65 millones de metros cúbicos. En una semana, el embalse llegó a perder el 25% del recurso que todavía tenía disponible, encendiendo aún más las alarmas de la zona metropolitana, que tiene los días contados de suministro y cuyo consumo de agua embotellada llegó a triplicarse y alcanzar los picos de venta de este producto —que cuenta, actualmente, con una exoneración temporal de impuestos.

Ya el 8 de marzo, con una temporada de verano marcada por la sequía y la falta de agua en varias zonas del país, el volumen de agua en la represa era de 25,6 millones de metros cúbicos; un mes y medio después, el 12 de abril, este nivel había bajado a 16,9 millones, para llegar el 26 de ese mes a los 12 millones.

En poco más de 15 días, el 17 de mayo, registró lo que sería, hasta ese entonces, el nivel más bajo de su historia: 6,2 millones de metros cúbicos. Y en apenas una semana, ese número ya preocupante bajó hasta 4,5 millones de metros cúbicos, a pesar de las lluvias que estuvieron cercanas a los 9 milímetros en esa zona de Santa Lucía.

En Canelones, más precisamente en el sistema Atlántida, el recalque del arroyo Pando se apaga diariamente entre 4 y 8 horas; se está poniendo en funcionamiento la usina de Laguna del Cisne y ello permite reducir de 14.000 a 11.000 los metros cúbicos de extracción al sistema Montevideo.

Respecto a Minas, el embalse recuperó 12 centímetros desde el lunes pasado y las lluvias del fin de semana permitieron recuperar 24 centímetros del embalse Maggiolo. Esto permitiría que, aunque no haya lluvias durante el mes, se pueda garantizar el abastecimiento para todo junio.

Comenzó a funcionar la represa de emergencia

Entre tantas malas noticias, aún así, hay una buena: la represa de emergencia sobre el río Santa Lucía, en el paso Belastiqui —a 10 kilómetros de la usina de Aguas Corrientes— comenzó a funcionar el jueves, tras una construcción récord, impulsada por la urgencia de garantizar el suministro en la zona metropolitana, donde quedaba apenas una semana de reservas.

La represa busca mezclar las aguas dulces del río Santa Lucía con las saladas del Río de la Plata, para así poder solucionar provisoriamente los niveles mínimos de la represa de Paso Severino que, con las últimas lluvias, logró recuperar un metro en su embalse.

Sin embargo, y hasta que las lluvias no sean suficientes para restituir las cuencas y embalses a sus capacidades normales para esta época del año, la crisis del agua seguirá siendo un tema inevitable en el país.

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