13 de julio 2023 - 12:55

La crisis del agua ya afecta a la economía: impacto fiscal, cancelaciones en turismo y pausa en la industria

El gobierno estima un costo de u$s 50 millones en recaudación y de, al menos, u$s 100 millones en el Fondo de Emergencia Hídrica.

La crisis del agua en Uruguay ya afecta la economía del país desde distintos ángulos.

La crisis del agua en Uruguay ya afecta la economía del país desde distintos ángulos.

La crisis del agua que todavía afecta a la zona metropolitana de Uruguay —a pesar del reciente incremento de las reservas en Paso Severino, que permiten mantener el suministro de agua bebible por mayor tiempo— ha tenido un impacto fiscal de 50 millones de dólares, según las estimaciones del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF). Si a esto se le suma las consecuencias en otras áreas productivas del país, el efecto económico es todavía más grande —y puede seguir incrementándose.

Los efectos negativos de la crisis del agua, que llegó a convertirse en emergencia hídrica, no son exactamente sorpresa para nadie, si bien las cifras que empiezan a conocerse en relación al impacto económico son la mayor novedad. En ese sentido, la directora de Política Económica del MEF, Marcela Bensión, sostuvo en diálogo con el semanario Búsqueda que, hasta el momento, el escenario crítico de déficit hídrico ha generado un impacto fiscal de 50 millones de dólares para el gobierno.

Asimismo, la funcionaria destacó que desde la cartera dirigida por Azucena Arbeleche se proyecta una cifra cercana a los 100 millones de dólares en el marco del Fondo de Emergencia Hídrica, creado para atender los gastos de emergencia en el contexto de la crisis. Dentro de este monto ya se contemplan medidas directas como la exoneración del IVA y del Impuesto Específico Interno (Imesi) a la venta de agua embotellada o el subsidio que reciben más de 500.000 personas para la compra de dos litros de agua por día.

Sobre estos gastos extraordinarios, el gobierno solicitó aumentar el tope de deuda, pedido que argumentará hoy en el Parlamento.

Mientras tanto, las reservas de Paso Severino han recuperado una importante cantidad de agua en los últimos días —al menos, en relación a los números críticos que llegó a manejar y que alertaron a la población metropolitana sobre la posibilidad cercana de quedarse sin agua bebible en Montevideo y sus alrededores.

Turismo e industria, otros sectores golpeados por la falta de agua

El impacto económico en Uruguay por la crisis del agua no aparece solo en términos de menor recaudación o de aumento del gasto destinado a obras de emergencia, sino que también repercute en dos sectores clave para el desarrollo: la producción industrial y el turismo.

En el primer caso, el ejemplo del Frigorífico Canelones es el más significativo: a mediados de junio, la planta del grupo brasileño Minerva recibió un pedido de la Administración Nacional de Obras Sanitarias del Estado (OSE) para que dejara de emplear su agua —debido al alto consumo—, por lo que debió detener todas sus actividades y enviar a 600 trabajadores —casi la totalidad del personal— al seguro de paro.

Sin embargo, la lista de empresas que han detenido su producción o, al menos, algunas líneas de ella, es bastante más extensa. Esto fue confirmado por el presidente de la Cámara de Industrias, Fernando Pache a Ámbito.com a principios de julio; y el motivo principal fue la ayor salinidad en el agua distribuida por OSE, que afecta la calidad y el resultado final de los productos, sobre todo en bebidas y alimentos.

El turismo, por su parte, también se vio afectado durante las vacaciones de invierno, tal y como reconoció el propio ministro del área, Tabaré Viera. Según el funcionario, hubo “algunas cancelaciones en algunos hoteles” de Colonia realizadas por turistas argentinos, a raíz de lo que consideraron una situación problemática en términos hídricos.

Viera adjudicó la situación a la cobertura mediática “exagerada” del problema en el país vecino, a lo que sumó los dichos del presidente Alberto Fernández, que el pasado fin de semana había comentando que en Montevideo “abren la canillas y el agua no sale”.

Según el ministro de Turismo, “no hay un gran número de reservas con mucha antelación” y precisó que “andan en torno al 50% en Colonia”. De todos modos, intentó bajar el dramatismo al asegurar que el descanso invernal “no es de alta temporada, es más de gente que hace turismo interno”.

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