10 de octubre 2024 - 13:50

Las inversiones del sector forestal podrían aumentar hasta u$s 350M

El informe del Centro de Estudios de la Realidad Económica y Social estima que el impacto total en la economía uruguaya llegaría a los 1.230 millones de dólares.

El sector forestal se posiciona como uno de los principales potenciales de la economía uruguaya. 

El sector forestal se posiciona como uno de los principales potenciales de la economía uruguaya. 

Foto: Uruguay XXI

El impacto económico del sector forestal en Uruguay tiene el potencial de crecer hasta 1.230 millones de dólares (entre impacto directo e indirecto) mientras que las inversiones podrían llegar a aumentar hasta unos 350 millones de dólares, según un reciente informe del Centro de Estudios de la Realidad Económica y Social (Ceres).

Acorde a la publicación "La producción de madera en Uruguay" de Ceres, la producción de madera sólida en el país se posicionó como un sector crucial en la economía del país y está "llamada a liderar el crecimiento del sector forestal en los próximos años".

En ese sentido, aseguran que el país tiene "suficientes recursos abundantes y sostenibles para la forestación, lo que, combinado con el aumento de la demanda global de productos madereros, determina un panorama amplio de oportunidades".

El potencial impacto económico

El informe establece que el impacto directo del sector en el país ronda los 390 millones de dólares. A esto, se le suman 500 millones de dólares correspondientes al impacto indirecto donde se tienen en cuenta los encadenamientos que se generan en diferentes sectores de la economía. Con esto, se suma un total de 890 millones de dólares de impacto actual del sector sobre la economía.

A partir de este potencial, la publicación establece que es un panorama óptimo para el aumento de la inversiones que, en caso de concretarse, llegarían cerca de 350 millones de dólares. Esto provocaría un aumento en la exportaciones de 150 millones de dólares que, acompañado de un impulso indirecto de 190 millones de dólares, sumaría un impacto total potencial de 340 millones de dólares en la economía uruguaya.

De esta manera, entre el impacto actual y el potencial, se llegaría a un total de 1.230 millones de dólares (de los cuales 540 corresponden al directo y 690 al indirecto). Así, el informe establece que, una vez que se concreten las inversiones anunciadas, la suma del impacto directo más el indirecto del sector alcanzaría al 1,4% del PBI.

Por otro lado, establece que el empleo también crecería ya que, actualmente, el sector cuenta con un total de 7.750 trabajadores y aumentaría a unos 9.880. El desglose de este número corresponde a 1.620 personas en la fase primaria, 990 para el transporte y 7.270 para la fase industrial.

Los desafíos del sector

El estudio establece que el sector afronta "desafíos logísticos y de costos, sumado a los riesgos naturales de una industria con resultados de muy largo plazo". Así, desde el punto de vista logístico, se plantea la necesidad de recuperar ramales ferroviarios para unir traslados al Ferrocarril Central, como así también "mejoras en puentes y rutas para expandir la circulación de bitrenes y tritrenes en las rutas más transitadas, así como en caminos rurales que presentan dificultades para el tránsito y generan desvíos costosos".

"A su vez, para reducir demoras y costos se establece que sería importante contar con una terminal en el puerto de Montevideo con el suficiente espacio físico para la movilidad necesaria que implica la comercialización de la madera", agrega la publicación.

Por otro lado, se plantea la necesidad de reducir costos con el objetivo de poder expandir el sector. "Las tarifas portuarias, la tarifa energética y los combustibles son demasiado caros con respecto a países de la región que son competidores de Uruguay en terceros mercados", establece.

En tanto, también se le suman otros costos como los "controles en el predio por sobre las exigencias internacionales, demoras en el proceso de carga y falta de muelles, balanzas y escáneres incrementan aún más los costos incurridos".

A esto se le agrega el sobrecosto de la burocracia excesiva para lograr el cumplimiento de aprobaciones para nuevas plantaciones, incluso en proyectos de reforestación en predios anteriormente forestados.

"Para un mismo proyecto, se necesita una triple aprobación, con plazos que pueden superar el año, y que tiene que pasar por la Dirección Nacional de Calidad y Evaluación Ambiental del Ministerio de Ambiente, la Dirección General Forestal del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca, y por las intendencias departamentales", explica. .

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