La empresa Triple Impacto apareció en la polémica por la venta de tierras en Punta Ballena, Maldonado –donde los vecinos e incluso el intendente se oponen a su comercialización–, como una especie de solución desde el sector privado para preservar el espacio natural donde se pretenden construir 37 torres de viviendas.
Polémica por Punta Ballena: ¿Cuál es la solución que ofrece una empresa para su preservación?
Triple Impacto se dedica a la conservación de espacios naturales a través de la venta de parcelas digitales a personas y empresas.
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Los vecinos de Punta Ballena se niegan a que avance el proyecto inmobiliario.
En diálogo con Ámbito, el fundador de la empresa, Maximiliano Cañas, explicó de qué manera podrían salvar las tierras de ser utilizadas para la edificación de 320 departamentos, con un modelo negocio que es un éxito en Europa entre inversores que quieren participar de la conservación de espacios naturales.
— ¿De qué trata Triple Impacto?
Nos encargamos de preservar o conservar tierras a perpetuidad. Es decir, elegimos específicamente tierras que están explotadas o próximas a explotar. De esa forma, hacemos un análisis con nuestros profesionales y técnicos de toda la biodiversidad – que entendemos que puede estar en riesgo – y empezamos a elaborar un plan, a través de la descentralización, para poder adquirirla y luego preservarla.
Dentro de Triple Impacto tenemos dos modelos. El primero, denominado B2C, que son usuarios finales que compran una especie de “llave de acceso” al proyecto donde pueden acceder a todo el contenido que va sucediendo durante el proceso de conservación a través de fotos, videos en alta definición, visitas presenciales y virtuales, juegos y experiencias además del certificado de que fueron parte de la conservación de un espacio natural.
Por otro lado, también existen packs llamados B2B los cuales están destinos a empresas, tienen contenido parecido al otro modelo, pero adaptado al cliente, en conjunto con marketing verde reflejado con el compromiso en desarrollo sostenible en medio de los efectos provocados por el cambio climático.
— ¿Cómo es el modelo económico y cuál es el beneficio que tienen los inversores?
Utilizamos la blockchain, que es la tecnología de las criptomonedas, pero no tenemos nada que ver. Las parcelas digitales son llaves de acceso y la blockchain o el sistema de criptografía lo usamos para mantener transparencia, inmutabilidad y mostrarle transparentemente todo lo que se hace a las personas.
Esto es importante ya que hay muchas empresas que trabajan con criptomonedas, que hablan sobre beneficios económicos, sobre fluctuaciones de mercado, sobre reventa de parcelas. Nosotros nos revendemos las parcelas y estas no tienen beneficio económico, más que el de suscripción a la experiencia.
— El proyecto de Punta Ballena generó rechazo por parte de los vecinos e incluso del intendente, Enrique Antía. Frente a esto, ¿cuál va a ser el papel de Triple Impacto en relación a esta iniciativa polémica?
Queremos ser la herramienta para poder solucionar el problema, hace casi un cuatrimestre venimos participando de todas la reuniones y el análisis y es un caso bastante trabado ya que el grupo inmobiliario tiene una cierta habilitación el proyecto presentado y dentro del departamento de Maldonado recibió una aprobación por unanimidad.
El objetivo de la empresa es comprar el territorio desde el sector privado y donar la tierra al Sistema Nacional de Áreas Protegidas (SNAP). En este sentido, tuvimos cuatro reuniones con el Ministerio de Ambiente para evaluar esta posibilidad y el subsecretario, Gerardo Amarilla, nos mencionó como la empresa que podría comprar las tierras. Nos transformaríamos en una especie de herramienta entre la sociedad y el sector privado que quiere construir allí.
Por otro lado, en caso de conseguir las tierras, se deberían modificar las condiciones para poder preservar ese espacio natural a perpetuidad debido a que la intendencia tiene la potestad de poner ciertas tierras en fidecomiso y poder venderlas a futuro.
— ¿De qué manera van a acceder a la compra de Punta Ballena?
Para el caso puntual de Punta Ballena, no vamos a aplicar el modelo B2B, que es el de los packs de impacto, por una cuestión que a nivel biodiversidad no es inmenso Punta Ballena. En ese sentido, el dinero de las parcelas digitales, de la descentralización, se va a utilizar pura y exclusivamente, para la compra del territorio. Y después, se va a encargar el SNAP.
Es decir, son 19 hectáreas que van a ser divididas en parcelas en metro cuadrado juntando un total de 19.000 parcelas que se venderán para cumplir con el objetivo de recolectar el valor del dinero, comprarlo y luego venderlo.
— ¿Cuál es la aceptación de los vecinos frente a este proyecto?
Hicimos un relevamiento donde encuestamos a más de 300 personas y hay un completo interés por aportar dinero. Incluso hemos hablado con personas que nos dijeron que están dispuestas a poner muchísimo más dinero del valor de una parcela. Con esto, tenemos una investigación en un documento muy detallado que en su momento pondremos a disposición.
Punta Ballena es un santuario social, es un espacio que tiene una belleza natural de las mejores del mundo. Con todas las personas con las que hablas, que han recorrido el planeta tierra, hablan de los atardeceres de Punta Ballena, de la tranquilidad, de la carga energética del lugar, y todo eso se perdería. Entonces, muchas personas de las que viven allí, de altísimo poder adquisitivo, e incluso empresas, están dispuestas a poner un valor mucho más alto que el que vamos a definir en una parcela digital.
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