24 de mayo 2023 - 11:00

Uruguay tiene la segunda carne más cara de la región

Según un informe, el país se encuentra por detrás de Chile en el costo de la carne a nivel de consumidor final.

Uruguay se encuentra por delante de Argentina y Brasil con un precio promedio de 13,12 dólares una canasta de ocho cortes de carne. 

Uruguay se encuentra por delante de Argentina y Brasil con un precio promedio de 13,12 dólares una canasta de ocho cortes de carne. 

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El precio de la carne bovina en abril en el Uruguay fue más caro que Argentina y Brasil, pero más barata que en Chile a nivel del consumidor final, según un informe del Instituto de Estudios sobre la Realidad Argentina y Latinoamericana (Ieral) de la Fundación Mediterránea.

El informe, denominado "¿Cuánto vale la carne bovina en la región? Una comparación de precios minoristas de Argentina y sus vecinos", tomó como referencia los tipos de cambio oficial del dólar y una canasta promedio de doce cortes de carne vacuna relevados por organismos públicos y/o entidades de la cadena.

También se realizó un relevamiento de precios de cortes de carne bovina en tiendas online en supermercados de distintas zonas de Brasil, a los efectos de incluir en la comparación regional a ese país.

De esta forma, para una canasta de ocho cortes de calidad media/alta los resultados fueron (en dólares): $10,84 el kilo en Brasil, $11,44 el kilo en promedio en la Argentina, $13,52 el kilo en Uruguay y $15,14 el kilo en Chile.

Así, a diferencia de enero, Brasil se ubicó en el primer lugar de países con menores precios de carne bovina en la región, con un precio medio 5% más bajo que la Argentina, que se ubicó en la segunda posición.

El ajuste de valores de la hacienda (febrero y marzo), y la aceleración de la tasa de inflación general llevó el precio al consumidor de la carne más en línea con lo que vale en la región, aunque la Argentina sigue teniendo carne bovina más barata que Uruguay y Chile.

Los precios a nivel consumidor de mayo están levemente por debajo de los observados en los últimos dos años, tanto en Argentina como en Brasil, pero es particularmente en este último país donde los valores se muestran más retrasados.

Los bajos precios de Brasil se explican por la caída de 30% en valor de las exportaciones de carne bovina en el primer cuatrimestre, fruto de un ajuste de 16% de los volúmenes y otro porcentaje similar en el precio medio de exportación, entre otros factores. En el caso de la Argentina, los precios a nivel consumidor de abril se ubicaron 80% arriba del mismo mes de 2022, pero 15% abajo en términos reales.

Esta baja se explica por la desvalorización de la carne bovina en el mercado internacional y, entre los factores locales, una mayor oferta por la sequía y la falta de alimento para los animales, y una menor demanda por la caída del poder adquisitivo y la falta de confianza respecto del futuro económico.

"Bajo este escenario, que combina una mayor oferta de carne con precios internacionales más bajos y una demanda interna contenida, parece difícil que los precios de la carne puedan recuperarse, en términos reales, durante los próximos meses; una buena noticia para el consumidor, no tan buena para el productor de hacienda y carne", concluye el trabajo.

Bajó el consumo de carne en Uruguay

Según el Anuario Estadístico de 2022 del Instituto Nacional de Carnes (INAC), el consumo de carne estuvo disminuyendo desde el año 2018. Sin embargo, a partir del 2021 – postpandemia – la situación se revirtió y el consumo de carne comenzó a subir, aunque no coindice con del tipo de carne ya que los uruguayos dejaron de consumir cada vez más carne bovina.

El año pasado, el total de consumo de carne estuvo representando por el 48,8% de carne bovina, el 26,5% de aviar, 22,2% de carne porcina y de un 2,4% de carne ovina. En comparación con el año 2021, la carne porcina creció un 1% en comparación con el año pasado siendo esta y la aviar – que creció un 0,5% – los tipos de carne que predominaron en su crecimiento en consumo doméstico.

Acorde a los publicado por el INAC, en el año 2020 se registró una caída en el consumo de carne porcina. Sin embargo, en los años 2021 y 2022 se observa una trayectoria ascendente con incrementos de 1,0 y 1,2 kg por habitante por año, respectivamente. Por su parte, lo que refiere al consumo de carne ovina, en el año 2022 se produce una expansión del 0,2% que se explica por un aumento de faena de este tipo de animal.

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