10 de marzo 2024 - 11:16

Dólar, canje secreto, Luis Caputo y el plazo fijo del "desarmador de cepos": la fórmula Gelblung para el superávit financiero

Por ahora, aunque parezca mentira, los dólares de la especulación le compiten palmo a palmo a los de la clase media. Todos venden, nadie compra, se formatean los ánimos, país caro en dólares para salarios invisibles, consumo en retrocedo, inversión y gasto público, idem.

Luis Caputo, ministro de Economía.

Luis Caputo, ministro de Economía.

Reuters

“Tenés que ser Luis Caputo para saber cuándo salir de la bicicleta”. Twitter habla. El dólar, también. Con esta frase, se identificaba en las últimas horas la problemática -el concepto es excesivo- del inversor promedio, que ve cómo se va instalando la ecuación de vender-dólar-comprar-peso para ponerse a tasa. Es la lluvia de dólares con la que el Gobierno ha congelado los nervios y encapsulado, por ahora, la siempre anunciada devaluación.

Claro que, para un plazofijista, la cosa es más difícil porque no sabe -como sí sabe Caputo- cuándo se liberará el acelerador sobre la devaluación, licuando la tasa en dólares. Por ahora, aunque parezca mentira, los dólares de la especulación le compiten palmo a palmo a los de la clase media. Todos venden, nadie compra, se formatean los ánimos, país caro en dólares para salarios invisibles, consumo en retrocedo, inversión y gasto público, idem. La esperanza blanca es el saldo comercial, mientras se le da garrote a las importaciones para que salde positivo.

El dólar CCL y el Mep, en suspenso

Símbolo de este tiempo, los dólares financieros se encuentran atrapados entre los $950 y los $1050. Van y vienen. Es un terreno inverosímil. Mienten en su volatilidad, no la hay, para que nadie diga que algunos están haciendo plata al calor de la manipulación que propone el Gobierno. Traé tus dólares, te los compramos barato. Lo más valioso es la información.

Claro que los que hacen negocios son aquellos que tienen el dato de Caputo: cuánto tiempo puede uno quedarse en pesos hasta que se enarbolen las banderas del renovado salto cambiario. Tasa en dólares única en el mundo.

Carry, mon amour

¿Pacto de Mayo mata devaluación? Una ronda por las mesas de la City, abren apuestas. Muchos consideran que el carry trade (la bici financiera) podría mantenerse todo marzo, mientras se espera de la liquidación de la cosecha gruesa. Otros, incluso, ven al Pacto de Mayo como la señal inequívoca de que el Gobierno deberá dormir cualquier intención de cambio en el frente financiero para convencer a los gobernadores que el pacto del presidente con su pueblo de las redes sociales está intacto. Para el grueso de analistas, el Gobierno se juega todo en la idea de que, de aquí en adelante, la inflación va a seguir bajando. Vale poner un 14 en la mesa si el dato previo era 15. Y así. Lo mismo para el tema del superávit financiero. Los pases mágicos contables harán el resto. Dicho en criollo, aunque la Oficina de Presupuesto del Congreso diga -como ocurrió este fin de semana- que en febrero no se consiguió el superávit fiscal y que no alcanzó con motosierra y licuadora, de todas formas, aseguran los Caputo-boys que lo saldarán en algunos días y habrá buenas noticias. Magia. El superávit no se entrega o, como decía Chiche Gelblung, que la realidad no te arruine una buena noticia.

“Si la meta es llegar bien a esa fecha con los acuerdos políticos cerrados, difícil que alguien avale un salto cambiario y el reinicio del susto inflacionario, no lo veo”, dijo un bróker tradicional del mercado. De todas formas, en épocas donde el complejo agropecuario evalúa si liquida cosecha o no, suele darse el efecto inverso. El primer dólar se vende, el segundo se otea, el tercero se vende a un precio más alto. Se cuela también otra pregunta: ¿puede el Gobierno avanzar en un plan de unificación cambiaria? ¿Eso no implicaría un salto devaluatorio en la previa para alejar los peligros que implicaría una alta demanda del billete por parte de aquellos que hoy lo tienen vedado?

Canje, llega Reidel, se va el cepo

Súmese algunos datos olvidados. Por ejemplo, habrá canje de bonos del Tesoro -anunciado por la secretaría de Finanzas-. La idea es “limpiar” todos los vencimientos del 2024 de los títulos en pesos. Ayuda a pensar en unificación cambiaria. También, ad limitum, en la dolarización, aunque esa es una carta que el Gobierno piensa jugar si todo se desmadra. Completa el cuadro el “desarmador de cepos”, Demian Reidel, que acaba de ser aceptado en las Fuerzas del Cielo 2.0. El presidente Milei anunció la creación del Consejo de Asesores Económicos y aseveró que el licenciado en Física y doctor en Economía, Demián Reidel, será quien lo presida. Además, confirmó que Marra será otro de los integrantes, visto que la secretaria Karina Milei lo barrió de la legislatura. “Quiero agradecerle al Señor Presidente @jmilei por su confianza al ponerme a cargo del nuevo consejo de asesores económicos del presidente. Es para mi un honor y un privilegio poder aportar mi esfuerzo para pensar en la Argentina del futuro”, escribió Reidel en un mensaje en la red X. Reidel tiene residencia en EEUU y su agenda está repleta de contactos de Wall Street: operó para Goldman Sachs y JP Morgan, y es dueño de un fondo de inversión en EEUU, QFR Capital Management, que habrá que seguir de cerca. Y aunque fue vicepresidente segundo de Federico Sturzenegger durante la primera parte del gobierno de Mauricio Macri, lo más relevante es esto: en X, ex Twitter, se presenta como “desarmador de cepos”.

Con todo, conviene recordar que durante la gestión de Sturzenegger -el hombre fuerte del Gobierno al que nadie menciona- Reidel implementó el esquema de flotación libre del tipo de cambio, en el cual se eliminó todo el andamiaje para comprar y vender dólares. Pero donde hace “contacto emocional” con Milei es en que el flamante consejero fue uno de los articuladores del esquema de metas de inflación, con el que supuestamente el gobierno de Macri pensaba aterrizar en 2019 con una inflación del 5% aunque, finalmente, ese guarismo cerró en 54%. En los hechos, el presidente ha dicho en repetidas oportunidades que fue un error la “avanzada” del “28-D”, como es recordada la conferencia en la que se cambiaron las metas y, supuestamente, el Banco Central de Sturzenegger perdió su credibilidad. Con la salida del economista, también se fue Reidel, en junio de 2018. ¿Habrá revancha?

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