15 de mayo 2022 - 20:27

El período de mayor crecimiento del salario real fue entre 2002 y 2011

El trabajo fue publicado por un centro de estudios del Gobierno que analiza los últimos 26 años; destaca el impacto en los ingresos del uso del aumento del salario mínimo por decreto

Salario billetera

La situación de los salarios se encuentra en el centro del debate entre la coalición del Frente de Todos. En este contexto, esta semana el Centro de Estudios para la Producción (CEP XXI), que depende del Ministerio de Desarrollo Productivo, publicó dos informes relacionados a la creación de empleo y al aumento de los salarios durante los últimos 25 años.

El trabajo da cuenta de que la mayor recuperación de los salarios se dio entre el 2002 y el 2011. Explica que uno de los motivos tuvo que ver con el dinamismo que se le dio al aumento del salario mínimo y de las sumas fijas, herramienta que el kirchnerismo le reclama al Poder Ejecutivo que utilice. La principal conclusión de los informes da cuenta de que el crecimiento del PBI es “condición necesaria” para la mejora del empleo y los salarios.

Salarios según etapas

El informe, titulado “Dinámica salarial de los sectores productivos, de la convertibilidad al Covid-19”, divide los 26 años de análisis en 6 etapas. La etapa de mayor crecimiento del salario real se da en la llamada “recuperación de la posconvertibilidad”, entre septiembre del 2002 y diciembre del 2011. La actividad económica tuvo un crecimiento acumulado del 73,1% (6,1% anualizado), con un salario real que tuvo una mejora del 68,8% (5,8% anualizado).

Los peores momentos para el salario se dieron en las etapas de mayor caída del PBI: en la salida de la convertibilidad, entre diciembre del 2001 y septiembre del 2002, la caída acumulada del EMAE fue del 2,1%, con un salario real que se derrumbó 22,6% en un solo año. En la misma línea, en la etapa llamada “depresión”, entre marzo del 2018 y abril del 2020, la actividad económica tuvo una caída acumulada del 30,5%, y los salarios reales un derrumbe del 11,9% acumulado.

Por el contrario, también hubo momentos de caída en la actividad económica y mejoras de los salarios. En la segunda fase de la convertibilidad, entre enero del 96 y diciembre del 2001, la actividad económica cayó 2,1% y el salario real mejoró 4,1%. Y viceversa, también hubo etapas de crecimiento en la actividad económica, y caída del salario real. En la etapa llamada “recuperación inicial de la pospandemia” entre abril del 2020 y junio del 2021, la actividad tuvo una suba acumulada del 33,1%, con un salario real que cayó 0,3%.

El trabajo también habla de una etapa llamada “estancamiento”, entre diciembre del 2011 y marzo del 2018, donde la actividad económica creció 2,3%, y los salarios en un 3%. Sin embargo, hay diferencias según los gobiernos. En el segundo gobierno de Cristina Kirchner (2011-2015), el EMAE cayó 0,6%, y los salarios se expandieron 5,1% en términos reales. Mientras que, en los primeros dos años del gobierno de Mauricio Macri, entre diciembre del 2015 y marzo del 2018, el EMAE creció 2,8%, mientras que los salarios promedio se contrajeron 2%.

Importancia del salario mínimo

El documento oficial, elaborado por el CEP XXI, que depende del ministro Matías Kulfas, describe a los años 2002-2011 como “uno de los períodos primero de recuperación y luego de expansión económica más importante de la historia argentina”. En el caso de la remuneración mediana, la suba fue mayor al promedio, del 115%, “lo cual significa que la recomposición fue más marcada en los trabajadores formales de mejores ingresos, con el consecuente impacto positivo en materia de desigualdad de ingresos”.

Entre los motivos, destaca tres: los aumentos del salario mínimo y las subas de suma fija que realizaba el Gobierno por decreto, y la reapertura de las instancias de negociación colectiva, cerradas durante los noventa. Los incrementos del salario mínimo implicaron subas por encima del salario medio, lo que “permitió reducir la brecha de ingresos al interior del universo asalariado”.

Empleo, salarios y PBI

En los 26 años analizados, los sectores que tuvieron las mayores subas en el salario real fueron: petróleo y minería, electricidad, gas y agua, intermediación financiera y pesca. Aunque estas cuatro ramas “apenas engloban” el 5,2% del empleo formal del país.

También esta semana el CEP XXI, que encabeza Daniel Schteingart, publicó otro informe titulado “Ciclo económico, empleo formal y estructura productiva”. En los dos trabajos se afirma que la mejora en la actividad económica impacta positivamente en la creación de empleo y en dinámica salarial. Entre el 2010 y el 2020, el PBI per cápita cayó 6,2% y el empleo privado formal bajó 2% en el período, en proporción al total de la población.

Un aumento del 1% del producto está asociado a una suba del 0,75% en la cantidad de puestos de trabajo, según el documento. Agrega que la correlación es “débil” en el corto plazo, pero “fuerte” en el largo plazo debido a los “costos altos” que tiene la creación de empleo formal. Los motivos, según el trabajo: “El nivel salarial formal argentino no ha sido bajo durante el período bajo estudio y la carga fiscal asociada ha sido considerable; los costos por despedir trabajadores implican riesgos futuros. En consecuencia, es natural que el empleo no reaccione automáticamente a aumentos del producto en magnitudes importantes”.

En la misma línea, también destaca relación “asimétrica” entre empleo y ciclo económico, por lo que “la sensibilidad es mayor en recesiones que en períodos expansivos”. “Este resultado es particularmente relevante para una economía que pasó 21 de los últimos 45 años en recesión y señala la importancia de la estabilidad macroeconómica como condición necesaria para mejoras sociales sostenidas”, dice el texto documento, elaborado por los investigadores Martin Trombetta, Azul Menduiña y Agustín Duarte Baracat. Este año, el PBI podría volver a crecer dos años consecutivos, algo que no pasaba desde el período 2010-2011.

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