1 de octubre 2015 - 00:30

Alarma a Occidente el primer bombardeo de Rusia en Siria

Imágenes de destrucción captadas ayer, tras los bombardeos rusos, en la ciudad siria de Talbiseh, en la provincia de Homs. Se internacionaliza la guerra civil en el país árabe.
Imágenes de destrucción captadas ayer, tras los bombardeos rusos, en la ciudad siria de Talbiseh, en la provincia de Homs. Se internacionaliza la guerra civil en el país árabe.
 Moscú, Damasco y Washington - Aviones rusos bombardearon ayer por primera vez territorio sirio en una operación que, según fuentes oficiales de Moscú y de Damasco, tuvo como objetivo bases del grupo terrorista Estado Islámico (EI), lo que incrementó la alarma en Estados Unidos, Francia y otros países occidentales.

La televisión estatal siria, que citó a una fuente militar, anunció que la aviación de Rusia, en colaboración con la Fuerza Aérea local, atacó blancos yihadistas en las provincias centrales de Hama y Homs, donde ocasionó "grandes pérdidas entre las filas de los terroristas".

Las zonas bombardeadas fueron Al Rastan, Telbise, Al Zafarana, Deir Ful, Salamiya y los montes de Al Hamr y Aidun, de acuerdo con la versión de la cadena.

La emisora explicó que los ataques se produjeron "en aplicación del acuerdo entre la República Árabe de Siria y la Federación Rusa contra el terrorismo internacional y para la eliminación del Daesh", acrónimo en árabe del EI.

Por su parte, Moscú aseguró que sus aviones efectuaron ocho ataques contra el Estado Islámico en sitios montañosos de Siria y negó daños colaterales entre la población civil, en respuesta a las acusaciones de la oposición en ese país árabe.

El presidente de la Coalición Nacional Siria (CNFROS), Jaled Joya, afirmó desde Nueva York, donde asiste a la Asamblea General de la ONU, que los bombardeos en el norte de Homs causaron la muerte de 36 civiles y afirmó que la zona "estaba libre de elementos del EI y de Al Qaeda".

El secretario de Defensa norteamericano, Ashton Carter, endosó esa denuncia. "Quiero ser cuidadoso, pero parece que sucedió en áreas donde no había fuerzas del EI", explicó el funcionario, que advirtió que luchar contra los yihadistas sin presionar por la salida del dictador sirio, Bashar al Asad, es "echar nafta al conflicto" en ese país.

El Observatorio Sirio de Derechos Humanos, que tiene su sede en Londres pero dispone de una amplia red de activistas sobre el terreno, dijo directamente que los ataques no golpearon al EI sino a otras milicias que combaten al régimen.

"Los ataques no tuvieron como blanco zonas bajo el control del EI, sino áreas en poder de facciones armadas que trabajan por una Siria democrática y donde hay un cuartel del Movimiento Islámico de los Libres de Sham y del Frente al Nusra (filial siria de Al Qaeda)", lamentó la organización opositora en un comunicado.

El inicio de la intervención rusa, que internacionaliza más aún la guerra civil en Siria y coloca a ese país y a las principales potencias occidentales en bandos opuestos, se desencadenó pocas horas después de que el Consejo de la Federación (Senado) autorizara al presidente Vladímir Putin a usar la Fuerza Aérea (no tropas de tierra) en Siria.

De hecho, la presidencia siria reveló que el propio Al Asad solicitó el auxilio a su aliado.

La intervención en el conflicto sirio es "la única vía en la lucha contra el terrorismo internacional", dijo Putin.

Rusia tiene en Tartus, Siria, su única base naval en el Mediterráneo, una ventaja estratégica que está decidida a mantener.

En tanto, el canciller ruso, Serguéi Lavrov, insistió ayer en la necesidad de coordinar las operaciones contra los terroristas en Siria con otras potencias que llevan a cabo bombardeos, como Estados Unidos y Francia, y dijo que presentará para eso un proyecto de resolución a los miembros del Consejo de Seguridad de la ONU.

Se esperaba anoche una reunión urgente de Lavrov con el secretario de Estado, John Kerry.

En tanto, la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) se sumó a las críticas y señaló que el apoyo de Moscú a Al Asad "no es constructivo", según un vocero del secretario general Jens Stoltenberg. "Al Asad es parte del problema", agregó.
Agencias EFE, DPA, AFP y Reuters, y Ámbito Financiero

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