- ámbito
- Edición Impresa
Habrá cambios en estrategia para pagar deuda en 2012
• LA TOTALIDAD YA NO SALDRÁ DE LAS RESERVAS.
• PERO SEGUIRÁN UTILIZANDO RECURSOS DEL BCRA
En ambas oportunidades, estos pagos se hicieron apelando a un DNU, ya que el oficialismo no consiguió los votos para recibir el visto bueno legislativo. Pero al achicarse drásticamente el stock de reservas de libre disponibilidad, el margen es menor. Por eso, desde la Secretaría de Finanzas, a cargo de Hernán Lorenzino, ya reconocen que están trabando en «un mix» de alternativas para enfrentar los vencimientos del año próximo.
En medio de la crisis que viven los mercados internacionales se vuelve difícil establecer ahora una estrategia para 2012. Sin embargo, está prácticamente descartado un escenario complicado para hacer frente al pago de la deuda. Se estima que el monto que queda por financiar se ubicará entre los u$s 6.000 y u$s 8.000 millones. Se trata, en definitiva, de un monto menor considerando las distintas opciones.
Según la actual legislación, el nivel de reservas internacionales medidas en pesos debe ser por lo menos igual a la base monetaria. Según la última información divulgada por el BCRA, al 26 de agosto, mientras que las reservas equivalían a $ 209.650 millones, la base se ubicaba en $ 184.973 millones. El excedente para pagar deuda, por lo tanto, se ubica en unos 5.900 millones de dólares. Si la fuga de capitales se mantiene en estos niveles, lo más probable es que este valor para fin de año se acerque a cero.
No puede descartarse, de todas maneras, que el Gobierno termine modificando la obligación de cubrir con reservas la totalidad de la base monetaria, un vestigio que en realidad se hereda de la ley de convertibilidad. Ese artículo nunca fue derogado. «No creo que ningún inversor se vaya a asustar si se elimina esta cobertura del 100% de la base monetaria con reservas. Pero habrá que ver si están dispuestos, porque no se puede descartar que la lectura sea negativa», razonaba ayer el economista jefe de un banco local.
Pero con la opción del uso de reservas acotada, se abren otras alternativas. Para empezar, la devaluación más rápida de las últimas jornadas tiene algunas ventajas para estos efectos. Esto se debe a que aumenta el poder de fuego de las reservas en relación con los pesos del sistema, aumentando también el stock de «libre disponibilidad».
Al mismo tiempo, también mejora el balance del Banco Central. Al obtener más utilidades, crece la masa de pesos que le podrá transferir el año que viene. En 2010 esas ganancias habían llegado a $ 23.500 millones, producto de la suba del dólar y de los bonos, el año pasado cayó a menos de $ 9.000 millones, pero el año que viene podría volver a repuntar si se mantiene la suba del tipo de cambio.
Pero además de estas ayudas, el abanico de opciones abarca también un aumento en los adelantos transitorios que el BCRA le puede girar al Gobierno, ya sea porque crece la recaudación y la base monetaria (las dos variables que estipulan el nivel de financiamiento permitido) o porque modifican la carta orgánica para aumentar el límite actual.
Y, por supuesto, está la opción de volver a financiarse en los mercados, algo que no sucede prácticamente desde 2007. Si bien desde Economía admiten la posibilidad de volver a emitir deuda, no lo harán con este nivel de tasas, que supera el 8% anual en dólares. Hoy resulta difícil imaginar que el riesgo-país pueda caer drásticamente -por ejemplo, al 6%- como para abrirle las puertas al financiamiento.
Un arreglo con el Club de París tiene, en este contexto, dos lecturas: por un lado, podría facilitar la vuelta a los mercados financieros, pero por el otro obligaría a pagar más deuda en un plazo corto de tiempo, agregándole más presión al plan financiero.
Habrá que esperar al proyecto de Presupuesto 2012 que se presentará la semana próxima, aunque es difícil que el texto sea contundente a la hora de establecer cómo se hará para enfrentar la deuda que vence el año próximo.
Dejá tu comentario