16 de abril 2014 - 00:00

Precios Cuidados son una oportunidad

Escribe Santiago Fraschina, economista integrante del Grupo de Estudio de Economía Nacional y Popular (GEENaP)
Escribe Santiago Fraschina, economista integrante del Grupo de Estudio de Economía Nacional y Popular (GEENaP)
El Programa Precios Cuidados tuvo una excelente recepción en la ciudadanía y empieza a instalarse como una política pública que, no sólo ofrece una canasta más económica en una gran cantidad de productos, sino que también representa una importante oportunidad para las pymes del país.

La comercialización constituye uno de los principales obstáculos para las pequeñas y medianas empresas industriales que se dedican a elaborar un producto. Uno de los principales problemas que se le presentan a este tipo de empresas es logístico: cómo hacer llegar su producto al consumo masivo sin una red de distribución propia. Ante esta situación, el canal supermercadista mayorista y minorista ofrece un medio para colocar el producto en el mercado, sin contar con una red propia. Sin embargo, esta ventajosa posición competitiva del canal de comercialización ha implicado muchas situaciones de abusos, en donde el costo lo terminan pagando los productores y consumidores.

Los supermercados imponen condiciones de precios y formas de pago a los productores, a costa de no ofrecer un espacio en sus góndolas. En estos casos, además, capturan rentabilidad del canal industrial, sin ofrecer beneficios a los consumidores.

Por otro lado, imponen barreras de entrada a pymes que podrían ofrecer productos similares a los de marcas reconocidas, pero a precios más bajos. En términos de estrategia de precios, los supermercados operan siempre con la lógica de precios descremados, es decir, establecen el precio más alto posible de acuerdo con los parámetros de mercado, en especial cuando son las mismas cadenas las que forman esos parámetros. Esto impide que pequeñas empresas, con menores costos operativos y menores expectativas de rentabilidad, puedan operar con una estrategia de precio de penetración, ofreciendo niveles de precios más bajos para insertarse en el mercado y hacer conocido su producto. Para poner un ejemplo de esta operatoria: una empresa pequeña o mediana, productora de galletitas o fideos, puede proveer a un supermercado a un 20% menos que una empresa líder, pero esa diferencia nunca se traslada al consumidor, sino que es capturado por las cadenas de comercialización. El mismo poder de mercado se presenta para con los consumidores, ya que los supermercados son formadores de precios. Los pequeños comercios de cercanía, como almacenes o verdulerías, toman los precios de los supermercados como referencia para fijar su propio precio. De manera que, por un lado, las grandes cadenas imponen condiciones a los productores. Y por otro, son líderes de precios, creando referencias de mercado para el resto de la cadena minorista.

Y una tercera posición ventajosa de mercado: los supermercados, al igual que los shoppings, operan como una vidriera de productos y servicios, creando imagen de marca y posicionamiento de producto.

Esto no es más que lo que se denomina fallos del mercado. En este caso, cadenas comerciales concentradas y un débil poder de negociación del sector productor industrial y de los consumidores. Ante ello, no queda otro camino que revisar y actuar sobre la mejora en las cadenas de valor, generando mayor competencia e introduciendo a un actor clave a la hora de equilibrar la balanza ante actores económicos con poder de mercado capaces de imponer condiciones: el Estado.

Por ello, el Programa Precios Cuidados ofrece a numerosas pequeñas y medianas empresas una enorme oportunidad: ingresar al canal supermercadista y minorista de cercanía a precios competitivos y evitar la imposición de precio de las grandes cadenas. El 10 de abril el Ministerio de Economía publicó la nueva lista de Precios Cuidados, a la que se incorporaron 108 nuevos productos, es decir un incremento del 55% sobre el listado inicial, en donde se observan proveedores pequeños y cooperativas, muchos de ellos incorporados por propia iniciativa.

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