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Walt Disney y una nueva polémica: ¿héroe o villano?

Abigail Disney, sobrina nieta del creador de Mickey Mouse, dejó de lado en su ataque algunos detalles de su biografía que contradicen las acusaciones.
Parece que, como quedaba feo despreciar a su colega Tom Hanks, protagonista de "El sueño de Walt", Streep decidió menoscabar su personaje y hacerlo antipático ante la gente desinformada. Lo menos que le dijeron en diversos medios es que "se le subieron los Oscares a la cabeza", "con la edad, el progresismo afecta las neuronas", "considerando su actitud, Disney tendría razón en ser misógino", y "por suerte no lo llamó pederasta". Pero luego salió a coincidir con ella en su cuenta de Facebook una sobrina nieta del propio Disney. Se trata de Abigail, que tenía seis años cuando su tío abuelo murió, en 1966, y su padre, Roy Edward, se hizo cargo de la empresa, empezando por la postproducción del dibujo "El libro de la selva". Pero ella escribió, sobre Walt: "¿Antisemita? Sí ¿Misógino? ¡Por supuesto! ¿Racista? ¡Vamos, hizo 'El libro de la selva', sobre cómo debes permanecer 'con tu propia raza' en la cumbre de la lucha contra la segregación! Si el número del 'Rey de la selva' no es suficiente prueba, ¿qué más información necesitas?"
Retoma allí las críticas que en 1967 hicieron algunos grupos ideologizados. Cierto que el número de los monos vagos y depredadores, a los que el niño Mowgli se une alegremente, parece propio de una pandilla de negros, pero cuando Bagheera la pantera y Baloo el oso mandan al chico 'con los tuyos', no es por desprecio a los antisegregacionistas, sino porque lo más natural para un niño, al crecer, es que se junte con una niña (así termina la historia) y no con algún animal de otra especie. Se habla de especie, no de raza.
Con más calma, podrían analizarse otras películas Disney, como "Canción del sur", 1946, sobre "Los cuentos del Tio Remus", de Joel Chandler Harris, donde un viejo esclavo sienta en su falda al nieto del patrón y a su propio nieto, para contarle las historias del Conejo Rabito y el Hermano Zorro, un éxito mundial hasta que sectores radicalizados asociaron al pobre Tio Remo con el "despreciable" Tio Tom. O "Una luz en el bosque", 1958, donde un joven blanco criado por los indios no tiene ningún interés en conocer su verdadera identidad y volver con su familia original, asunto basado en la novela de Conrad Richter.
Por suerte, Abigail Disney equilibró su declaración con un elogio para el tío Walt: "Pero, maldición, fue muy bueno haciendo películas y su trabajo hizo felices a miles de millones de personas". Entre esos millones estuvo ella, que con los beneficios heredados estudió en Yale, Stanford y Columbia, hizo aportes al movimiento pacifista de la liberiana Leymah Roberta Gbowee, y armar su propia empresa productora de documentales de denuncia, entre ellos "Hell and Back Again", candidato al Oscar, "La guerra invisible" (violaciones dentro del ejército), "La reina de Versalles" (retrato de una ricachona que se vino abajo), etc.
En 2012 renunció a los beneficios anuales que le brindaba una empresa de cosméticos de su familia, porque la misma se había instalado en territorio ocupado de Cisjordania, y los delegó a diversas organizaciones que luchan contra la explotación laboral en Medio Oriente. Abigail sigue siendo, además, miembro de la Roy Disney Family Foundation.
Mujeres
En aquella ocasión Streep también leyó una carta de 1938 donde los estudios Disney rechazaban a una mujer para un puesto. "Las mujeres no hacen ningún trabajo creativo en relación con los dibujos para la pantalla, ya que la tarea se lleva a cabo en su totalidad por hombres jóvenes. Por esta razón, las chicas no son consideradas para la escuela de formación", dice que decía la carta.
En diciembre de 1937 Disney había estrenado su primer largo de dibujos, "Blancanieves y los siete enanitos". Ahí participaron Dorothy Ann Blank, coadaptadora, Virginia Lockwood, que diseñó el vestido de Blancanieves, y por lo menos dos mujeres como entintadoras, el trabajo que hizo Lillian Marie Bounds, la esposa de Disney, en los primeros cortos del ratón Mickey (al que ella bautizó). Y en la referida escuela de formación ya estaban dos futuras glorias, Retta Davidson y Retta Scott.
Retta Davidson pintó parte de "Pinocho", "Bambi" y "Fantasía", fue una de las diez mujeres aceptadas para un programa de cortos durante la guerra, interrumpió de 1942 a 1945 para servir en la Marina, y siguió en la Disney como animadora hasta 1966. En 1980 volvió como coordinadora de animación y maestra, retirándose en 1985.
Y Retta Scott fue la primera mujer cuyo nombre aparece en los créditos de las películas Disney. Primero creó los perros cazadores de "Bambi", 1942, después aportó a "Fantasía", "Dumbo", "El señorito Sapo", "Sleepy Hollow", etc., luego ilustró publicaciones Disney, trabajó para afuera y volvió a la animación en los '80. A ellas les siguieron Thelma Witmer, backgrounds de 1944 a 1967, Mary Blair, diseñadora de muchos detalles de "Alicia en el país de las maravillas", "Peter Pan", "Canción del sur" , "La Cenicienta" y Disneylandia; Evelyn Kennedy, editora musical, Sylvia Roemer, Sylvia Cobb, animadoras de los '60. No muchas, es cierto, y ninguna llegó a integrar el grupo de "los nueve sabios" que rodeaban a Disney. Pero menos todavía pueden encontrarse en otras empresas de animación de la época (y ninguna de ellas pretendió empezar como creativa).
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