Preocupa violencia en Santa Cruz
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«Se destituyó al que quiere cumplir con la ley, al que no recibe el mandato como un servil o como un perro del centralismo», protestó Costas, que defiende la actuación de Torrico, quien a su vez justificó la pasividad de sus efectivos en razón a que los grupos violentos que chocaron en la sede sindical el pasado lunes «estaban armados».
Muñoz explicó que el destituido jefe policial permitió que, al grito de « autonomía, autonomía», grupos de exaltados golpearan a discreción a hombres, mujeres y niños de rasgos indígenas.
La televisión mostró imágenes en que un «unionista» (como se conoce a miembros de la Unión Juvenil Cruceñista, UJC) increpa violentamente a un «colla» (andino), a quien le exige exhibir su documento de identidad para constatar si era «camba» u oriundo de Santa Cruz.
El político-empresarial Comité Pro Santa Cruz (CPSCZ), promotor de la autonomía de esa región y por lo tanto contrario a Morales, negó la presencia de esos grupos juveniles en los incidentes del lunes. De acuerdo con este conglomerado político empresarial, tras el referendo autonómico del domingo y la elección en las urnas en diciembre pasado del prefecto Costas, «la relación ha cambiado y el gobierno no se da cuenta de esto».
La tensión entre La Paz y la prefectura de Santa Cruz parecía aumentar después que la administración Morales ordenó ayer la militarización de cuatro entidades públicas en Santa Cruz por el riesgo de que fueran tomadas, según el jefe del ejército, general Freddy Bersati.
«Hubo un informe de que había probabilidad de toma de algunas instituciones del Estado. Hemos dado franca seguridad», dijo. En consecuencia «se pidió al ejército que proporcione seguridad y hemos dado seguridad» en esa ciudad, 900 kilómetros al este de La Paz, añadió.
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