24 de abril 2025 - 14:30

Llegó a ser millonario, pero lo perdió absolutamente todo de una trágica manera: la historia de Michael Marin

Un voraz asesor financiero y abogado que integró Lehmann Brothers terminó su frenética vida de la peor manera.

Se hizo millonario en los 80 en Wall Street y se quitó la vida en pleno juicio.

Se hizo millonario en los 80 en Wall Street y se quitó la vida en pleno juicio.

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Michael Marin nació el 2 de diciembre de 1958. Creció en Oak Harbor, Washington. Logró hacerse millonario trabajando en diferentes empresas de inversión financiera, como Lehman Brothers, Merril Lynch, and Salomon Brothers. Sin esperar demasiado, comenzó un estilo de vida carente de privaciones.

Se compró una mansión en Arizona, coleccionó obras de arte carísimas de Picasso y viajó extensamente por el "Lejano Oriente". Su vida se convirtió en una ávida búsqueda de emociones que lo llevó a vivir aventuras como viajar a climas exóticos y escalar los puntos más altos de los 6 continentes, incluyendo el Monte Everest en 2001.

Cómo se hizo millonario Michael Marin

El ex corredor de bolsa, Michael Marin se hizo millonario entre los años 80 y 90, en Wall Street. Asesoró financieramente en Lehman Brothers, luego tuvo un gran éxito en Merril Lynch y fue elegido para liderar operaciones de Salomon Brothers en Asia, por lo que su carrera despegó y lo llevó a conseguir ganancias multimillonarias.

No obstante, su drástico cambio en el estilo de vida, produjo un derrumbe inevitable de sus finanzas.

Cómo fue el final de Michael Marin

Michael Marin

Tal fue la "búsqueda de aventuras y emociones", que Marin derrochó absolutamente toda su fortuna viajando y comprándose cosas caras, como si los ingresos fueran a durar para siempre. Lamentablemente para él no fui así y terminó reduciendo su cuenta bancaria de 900.000 a 50 dólares. Fundido y con una deuda de 2 millones de dólares, no tuvo mejor idea que prender fuego su mansión.

Como su accionar fue torpe, en la investigación se pudo demostrar que el incendio fue intencional, y por intentar estafar al seguro lo declararon culpable, con una pena de entre 7 y 21 años de cárcel. Al escuchar la sentencia se hizo el sorprendido, llevándose las manos a la cabeza, luego se tapó la boca y tomó una pastilla de cianuro.

Al poco tiempo comenzó a convulsionar e hincharse y murió siendo llevado al hospital.

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