25 de mayo 2024 - 00:00

El aporte del coaching ontológico a los políticos para gestionar en contextos de alta complejidad

Orientado a los dirigentes para lograr una mejor gestión además de tomar la responsabilidades del gobierno. De qué se encarga el profesional.

El aporte del coaching ontológico a los políticos.

El aporte del coaching ontológico a los políticos.

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Cada vez se hace más notoria la complejidad del entramado social, del ser sociedad y hacer en sociedad. Ya no alcanza con decir que la situación es difícil o complicada.

Es más, esa mera explicación amplifica la sensación real de desesperanza con frustración y obtura la capacidad de respuesta necesaria en momentos de turbulencia social y económica como la que vivimos.

El coaching ontológico a los políticos

En este punto, la clase política comenzó a tomar nota y evidenciar cierto grado de consciencia en cuanto a este contexto que, en el decir del filósofo y sociólogo Edgar Morin, “se presenta como una complejidad sistémica que nos rodea y todo lo impregna”.

De este contexto surgen, entonces, algunas siguientes preguntas: ¿Cómo tratar este fenómeno de complejidad sistémica, esto es, la complejidad vista como un sistema de múltiples variables que interactúan y conforman una estructura dinámica, volátil e incierta? ¿Por qué varios políticos están recurriendo con mayor frecuencia y naturalidad a la propuesta del coaching ontológico? ¿Qué esperan de la presencia de un coach ontológico profesional, tanto en lo personal como en lo que refiere a un equipo u organización?

Sin dudas, tomaron nota del crecimiento del coaching ontológico, su propuesta y en especial los avances, instancias de superación y resultados, a partir de la presencia y acompañamiento de un coach profesional que facilite la consideración y aprendizaje de cómo gestionar en contextos y situaciones de alta complejidad. Sobre todo, al observar que dicha gestión aparece cada vez más ineficiente cuando se parte de una mirada estratégica y operativa, con respuestas y herramientas que pudieron ser útiles en un momento pero que, a las claras, ya no lo son y necesitan ser renovadas o sustituidas por otras que respondan a los desafíos de época.

El coaching ontológico está presente con una voz de posibilidad en todo el país para generar el valor agregado de un enfoque integrador que mire a los ojos a la complejidad sin solo explicarla o, peor aún, huyendo de ella. Por el contrario, haciéndose cargo de asistir a los actores políticos para expandir la capacidad de respuesta y así, alcanzar los objetivos necesarios y propuestos.

El apoyo de los coaching a los dirigentes

Es muy relevante destacar que parte de expandir esa capacidad de respuesta trata con el factor humano, es decir, con brindar el sostén emocional necesario a dichos dirigentes -que también sienten, se emocionan, se estresan, como usted y como yo- para que puedan tratar con las características propias de liderar y gestionar con otras personas en contextos de crisis.

Por otro lado, la clase política está escuchando la voz de una sociedad que le hace saber de distintas maneras, lo imprescindible que se vuelve renovar las prácticas políticas y de gestión de lo público. Es allí donde el coaching ontológico, a partir de un enfoque consciente de la complejidad sistémica que rodea y abruma, propone un camino de asistencia y aprendizaje para ser observadores de dicha complejidad, con el fin de construir mayor capacidad de respuesta. ¿Cómo? A través de un nivel de pensamiento, análisis y herramientas que permita superar la crisis y no quedar fagocitado por ella.

La crisis y el caos son variables recurrentes de la complejidad sistémica. Ahora bien, también existen las variables de ocasión y oportunidad, lo que falta muchas veces, en palabras de Thomas Alva Edison, es “gente dispuesta a verlas”. Crisis, caos, desafíos y oportunidades hace a las sociedades complejas.

Los políticos deben tomar responsabilidad de gobierno y de gestión asumiendo este marco. Vale repetirlo una vez más: en este presente de desafíos y oportunidades cambiante, resulta insostenible e inverosímil pretender ser exitoso en cualquier nivel de gestión con perspectivas, estrategias y recetas viejas.

Es entonces que cada vez más dirigentes políticos distinguen la necesidad de desarrollar una mirada integradora, tanto global (del todo; del mundo) como local (de la parte; de su municipio, provincia, nación), para expandir la capacidad de respuesta ante la complejidad sistémica que los rodea y no pocas veces, los paraliza o solo impulsa a hacer más de lo mismo.

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